Ah, Le Nouvel Antonio ! Quel bijou situé à l’entrée de la Vieille-Ville et à deux pas de la magnifique baie de La Concha. Ce restaurant a vraiment redéfini ce que signifie “manger léger”.
Pour commencer, les prix sont simplement astronomiques pour la quantité ridicule servie. Nous avons commandé des croquettes en entrée, mais nous avons eu la chance d’en recevoir seulement la moitié. Peut-être que l’autre moitié s’était perdue en chemin ?
Puis, nous avons décidé de tenter notre chance avec trois plats principaux, chacun coûtant la modique somme de 26 euros. Quelle fut notre surprise de découvrir que chaque plat se composait de deux petits morceaux de viande sans accompagnement, qui pouvaient être avalés en une bouchée. C’était un peu comme un apéritif déguisé en plat principal. La nourriture était bonne, certes, mais si vous espérez sortir de là rassasié, préparez-vous à une grosse désillusion.
Le service, quant à lui, était un véritable spectacle. Les serveurs semblaient furieux que nous osions partager l’addition. Après un jeu de cache-cache de 20 minutes avec notre serveur, quelqu’un a finalement daigné nous apporter l’addition. Leur performance mériterait un Oscar, car il faut du talent pour ignorer aussi bien les clients.
Pour ce qui est des boissons, nous avons commandé deux Coca-Colas, et notre troisième convive a demandé une simple carafe d’eau. Imaginez notre surprise quand la serveuse est revenue avec une bouteille d’eau de 25 cl facturée à 5 euros ! Une véritable affaire d’or en bouteille. Malgré nos négociations, nous avons dû nous plier à cette supercherie.
En conclusion, Le Nouvel Antonio est le lieu idéal si vous souhaitez expérimenter le jeûne intermittent sans en avoir l’intention. Entre les prix exorbitants, les portions minimalistes et le service digne d’une comédie, ce restaurant est une expérience à ne pas manquer… si vous aimez les mauvaises surprises.
Ah, ¡Le Nouvel Antonio! Qué joya ubicada a la entrada de la Parte Vieja y a un paso de la magnífica bahía de La Concha. Este restaurante realmente ha redefinido lo que significa “comer ligero”.
Para empezar, los precios son simplemente astronómicos para la cantidad ridícula que se sirve. Pedimos croquetas de entrada, pero tuvimos la suerte de recibir solo la mitad. ¿Tal vez la otra mitad se perdió en el camino?
Luego, decidimos tentar nuestra suerte con tres platos principales, cada uno a la módica suma de 26 euros. Cuál fue nuestra sorpresa al descubrir que cada plato consistía en dos pequeños trozos de carne sin acompañamiento, que podían ser devorados en un solo bocado. Era como un aperitivo disfrazado de plato principal. La comida era buena, claro, pero si esperas salir de ahí satisfecho, prepárate para una gran desilusión.
El servicio, por su parte, fue un verdadero espectáculo. Los camareros parecían furiosos porque nos atrevíamos a compartir la cuenta. Después de un juego de escondite de 20 minutos con nuestro camarero, finalmente alguien se dignó a traernos la cuenta. Su actuación merecería un Oscar, porque hace falta talento para ignorar tan bien a los clientes.
En cuanto a las bebidas, pedimos dos Coca-Colas y nuestro tercer comensal pidió una simple jarra de agua. Imagínense nuestra sorpresa cuando la camarera regresó con una botella de agua de 25 cl facturada a 5 euros. ¡Un verdadero negocio de oro embotellado! A pesar de nuestras negociaciones, tuvimos que someternos a esta estafa.
En conclusión, Le Nouvel Antonio es el lugar ideal si deseas experimentar el ayuno intermitente sin proponértelo. Entre los precios exorbitantes, las porciones minimalistas y el servicio digno de una comedia, este restaurante es una experiencia que no debes perderte… si te gustan las...
Read moreHorrible service. I believe her name is Heresy (“here sea”). It was quite clear she did not want to service us. We had to ask for the butter and drinks multiple times. Never checked on us. Followed her male co-workers around rather than tending to her only table. Barely acknowledged us. We were her only table! Once her shift was up at 4, she left without saying goodbye. The tomatoes in the Burrata salad were mushy. The bread was meh. We will never go back or recommend this restaurant. Luan was helpful and apologetic about his co-workers lack of professionalism and tried to make it right. As much as we appreciate his effort, nothing could make this situation right. Thumbs down 👎🏽 all the way. Run far away from this place....
Read moreCamarero muy borde. Pedimos a un camarero unos pintxos de tortilla dicen que faltan quince minutos y le decimos a ver si podemos esperar a que los saquen y sin problema. Llega otro camarero y nos levanta de la mesa porque dice que si no vamos a consumir ipso facto (A parte de los pintxos para beber habíamos pedido agua) no podemos estar sentandos. Todo esto dicho de muy malas formas y con muy poca educación. Solíamos ir pero después de esto no creo que volvamos.
Respuesta del bar: Me gustaría puntualizar varias cosas con respecto a la respuesta que ha dado el establecimiento, primero no sé que os habrá dicho el encargado pero en ningún momento nos encaramos con el, nos limitamos a abandonar el establecimiento sin ninguna mala palabra ni ningún mal tono, segundo no sólo estábamos ya sentados (Habíamos preguntado previamente si podíamos sentarnos y nos dijeron que hasta las 21:15 si, puesto que no había reserva hasta esa hora, eran las 17:45) si no que habíamos incluso dejado los abrigos, nos levantamos para pedir en la barra, como es normal en cualquier bar, por lo tanto es mentira que no tuviéramos mesa. Además según decidís bloqueamos de manera incívica a supuesta gente que quería comer, me gustaría saber cómo podríamos hacerlo si al mismo tiempo ni siquiera teníamos mesa, al menos sed coherentes con vuestra versión de los hechos.
Tercero déjenme que dude de que hubiese mucha gente para comer, puesto que además de ser las 17:45, había varias mesas libres tanto fuera como dentro, además me gustaría señalar que se nos dijo que la tortilla salía a las 18, no sé dónde veis ahí 20 minutos o más.
En resumen no parece serio que no podamos esperar esos 15 min en la mesa con dos vasos de agua si nuestra intención era consumir dos pintxos de tortilla, no íbamos a estar en esa mesa más de media hora consumiendo igualmente.
Nosotros nunca hemos tenido ningún problema en ningún establecimiento ni somos gente agresiva, si alguien habló con bravuconería fue el encargado, hay que decir que el otro camarero fue muy amable, entendemos que en hora punta haya mucho trabajo pero no permitimos que se nos falte al respeto ni a la verdad. Solo queremos poner de manifiesto un servicio que...
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