Siempre intentamos juntarnos varios amigos con las parejas, varias veces al año y así mantener el contacto. Esta vez reservé mesa en este restaurante, había oido hablar de el y nos lo habían recomendado. Mantiene parte de su historia por eso en las cartas y en la pared hay un logo, una especie de abuela, que es la del dueño del sitio. Nos pusieron en un reservado la mar de acogedor y tranquilo, muy bien decorado aunque hacía algo de calor a pesar del AC. La carta no es demasiado amplia o variada, algunos entrantes, pescados y carnes. Pedimos para compartir unas croquetas, y unos champiñones. Ambos platos los recomiendo, espectaculares. Después cada uno pedimos un plato “fuerte” de principal. Nos decantamos por el secreto ibérico, el bife y las entrañas. Todos los platos venían en una piedra para que se mantuviesen calientes y acompañados de patatas y pimientos del padrón. Las entrañas no las probé pero la persona que las pidió estaba encantada. El bife no me gustó demasiado, una opinión personal, sabia “demasiado”. La presa ibérica estaba muy buena. Independientemente de gustos la carne estaba perfect, al punto, como debe ser. De postre fresas con yogur, tatin de manzana y tarta de chocolate. Las fresas muy muy ricas, el resto pasable. Una cosa a destacar la atención, fue en todo momento inmejorable, amables, educados, pendientes. No sé qué tal estarán los pescados, será cosa de probar alguna otra vez. Merece la pena? Si. De precio lo normal en este tipo de restaurantes, 35€ persona si pides vino. Los cafés a...
Read moreCenamos 8 personas con reserva para las 22:15h.
A las 22:10h estábamos en la puerta a falta de un comensal. Los propios camareros salieron a la calle a decirnos que entráramos ya a pedir que en 15 minutos cerraba la cocina, cosa que no avisaron al hacer la reserva, podríamos haberlo adelantado.
Al entrar, sin que llegara el comensal que faltaba, nos insistieron con prisa en que comandasemos toda la cena. Así lo hicimos. Entre todo, pedimos un plato que no había cosa que no nos avisaron previamente, no paraban de insistirnos en que pidieramos solomillo pero finalmente conseguimos (no fue fácil) que nos entregaran la carta para elegir.
Nos retiraban los platos apresuradamente sin preguntar si podían y nos dejaron sin terminar varios de ellos. Igualmente, retiraron una cesta de pan en mitad de la comida aún llena.
Después pedimos un postre con el toffe a parte y el toffe nunca llegó (y eso que éramos ya los únicos en el restaurante) y para terminar pedimos unos chupitos, que cobrándolos a un buen precio, resultaron ser muy muy muy escasos (menos de un dedo). Debe ser por las "prisas".
En general la comida estaba bien ejecutada pero no el servicio desde luego. La relación calidad/precio bastante baja puesto que pagamos 45€...
Read moreEncontramos este restaurante de manera casual bicheando Google para comer en un sitio que no conocíamos en Santander. Está junto al restaurante Daría, son restaurantes hermanos ya que son del mismo propietario. El personal es amable y atento. Buena carta de vinos. El agua es filtrada y gratuita, puedes pedir todas las veces que quieras. La carta es escueta pero los platos tienen mucha personalidad y el producto es de primera calidad. Nosotros nos dejamos aconsejar y acertamos. Pedimos de entrantes el salmorejo con burrata y helado de albahaca. Espectacular el contraste del helado con el salmorejo Justo en su medida de ajo y vinagre y una burrata cremosa y deliciosa. Lo acompañaban unos croustons de pan frito y polvo de aceituna negra. También pedimos media ración de champiñones rellenos de papada y nueces, hechos a la brasa. Esteban muy buenos también, con un toque picante. De plato principal nos decantamos por el chuletón de vaca madurada acompañado de patatas fritas y pimientos de padrón. Carne espectacular, tierna y muy sabrosa. De postre probamos su flan de maracuyá, todo un vicio. Volveremos, sin duda, en breves próxima visita...
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