Decepcionante e indignante. Habíamos ido a cenar una vez y quedamos encantados por lo que volvimos a repetir éste fin de semana y ocurrió que, cuando terminamos de cenar esperamos 10 minutos a que alguien nos atendiera para pedir el postre, cosa que sí habían hecho con una de las dos mesas que teníamos a nuestro lado, pero no con nosotros, por lo que al no ser atendidos llamamos al camarero, un chico de unos 20 o 25 años con gafas de origen asiático para pedirle la carta de postres y nos respondió tajante que ya habían cerrado y no había postre, cosa que no era cierta porque hacía unos dos minutos le llevaron el postre a una de esas dos mesas que estaban a nuestro lado!!. Nos quedamos sorprendidos hasta que la otra mesa que faltaba por el postre porque terminaron de cenar más tarde que nosotros, le preguntó a otro camarero distinto por los postres, respondiendo éste que sí había y que ahora mismo les traía la carta. El camarero joven que nos negó el postre a nosotros se percató de que su compañero sí se lo ofreció a esa mesa y se dirigió a él para tener unas palabras en su idioma mientras nos miraban los dos a nosotros porque evidentemente se dió cuenta de lo que había hecho. Resultó indignante así que nos levantamos de la mesa para marchar mientras las dos mesas que quedaban, una de ellas estaba disfrutando del postre y la otra estaba selecionando en la carta lo que iban a pedir. Una vez nos dirigimos a la caja para pagar podemos observar cómo en la sala contigua había varias mesas todavía cenando y con los postres recién servidos posteriormente a nuestra petición!! por lo que quedó más que en evidencia si cabe, por lo ocurrido en la sala de la que veníamos, que la excusa del cierre sólo era para disimular su negativa rotunda a darnos el postre y está claro que el chico se dió cuenta de lo que hizo, no sólo por el resto de comensales que sí podían disfrutar del postre a posteriori de nuestra solicitud sino por la charla que tuvo con su compañero y las miradas hacia nosotros mientras nos dirigíamos a la caja para pagar y ni siquiera tuvo la decencia de disculparse. No sirve de nada tener un local precioso si los empleados no están a la altura de lo que pretenden vender e imitar porque lo ocurrido jamás hubiese sucedido en un auténtico...
Read moreEn tres ocasiones el pedido llegó con el caldo del ramen derramado por culpa del recipiente, pues no es el adecuado para transportarlo. Siempre que he llamado para que me trajeran otro, han puesto pegas, y he tenido que discutir con ellos para que me lo trajeran. La última vez, incluso, me han dicho en un primer momento, que tenía que buscar un repartidor, ¿acaso creen que tengo una empresa de reparto? Cuando accedieron a enviarlo de nuevo, buscando ellos al repartidor, el caldo nunca llegó. Tuve que llamar de nuevo, tras una hora. En ningún momento tuvieron intención de enviarlo, puesto que me preguntaron de nuevo la dirección. Ni la habían anotado. Se excusaron diciendo que estaban llenos, y que ningún repartidor quería trasladarse hasta allí por un caldo, como si ese fuera mi problema. Al final resolvieron que me lo traería el dueño del local en su vehículo (dos horas después de haber hecho el pedido), y que de hecho, ya estaba saliendo del local mientras hablábamos, o eso me aseguraban. Pero la torpeza llegó a tal punto, que tras quince minutos, volvieron a llamar para pedir la dirección. Lamentable: mentiras y largas. De nuevo me aseguraron que me lo traería el dueño, esta vez les dije que con la hoja de reclamaciones. Apareció tras media hora, sin la hoja, pero con tres gambas fritas de regalo. Insisto, es la tercera vez que me sucede algo parecido. Al final de todo se disculparon. Mi sugerencia para el local es que traten con respeto al cliente, sin mentirle, y que cambien el recipiente del caldo. Una pena, porque la...
Read moreTodo muy bien: comida rica y abundante a buen precio, decoración muy chula, ambiente tranquilo y personal muy agradable. Íbamos con un poco de prisa y no nos dimos ni cuenta de que había más platos al otro lado de la carta, así que pedimos tres platos combinados (uno por persona), extrañadas de que no hubiese ramen. Claro, el ramen estaba al otro lado jajaja (bueno, una excusa perfecta para volver, porque siempre apetece volver a un sitio así). A lo que iba: mi plato llevaba croquetas de calabaza, gyoza de verduras, arroz, un pellizquito de kimchi, sopa de miso y ensalada de wakame. Estaba todo riquísimo y era una ración muy generosa (y yo como mucho, de verdad no es fácil llenarme, pero lo consiguieron). Los otros platos eran parecidos, pero con gyozas de pollo y pollo frito, uno de ellos, y gyozas de pollo y pollo teriyaki, el otro. Según parece, también muy rico todo. Me dio mucha pena no poder probar los postres, repito que teníamos mucha prisa. Volveremos para probar el ramen y los postres, seguro. Tienen muchas opciones veganas. Sobre 46€ en total (la comida, un agua con gas y dos cervezas). Tardaron un poco en sacar la comida, pero creo que fue porque coincidió que tenían bastante lío de pedidos para llevar y así, porque un rato después se sentó una pareja a nuestro lado y su comida salió más rápido. Muy...
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