Trato terrible y vergonzoso / Terrible and shameful treatment. Pedimos 2 arroces a la marinera para mis hijas y una paella mixta ciega para 2. La paella bastante ínsípida y en cuanto al arroz marinera mis hijas se dejan el arroz porque dicen que no les gusta, lo pruebo y descubro que está excesivamente salado y que no se puede comer. Lo trasmito al camarero ,amabilísimo por cierto, y este me dice que el cocinero le ha dicho que el arroz está tan salado porque una vez cocido, el caldo es más concentrado y de ahí la sal. Asombrada por un argumento tan inverosímil decido ir a hablar con la encargada, a su lado en la barra se encuentra el cocinero ya que eran las 16,15 h. Con amabilidad le digo a él lo que ha ocurrido que puede probar el arroz de la olla para verificarlo. que está sin tocar, y que entiendo que es un contratiempo que puede darse, que es humano. Me escucha con pasividad sin mirarme a los ojos, entonces repentinamente me dice que él lleva 32 años cocinando y que lo que digo es mentira alzando la voz con tanta agresividad que empieza a temblarme todo el cuerpo, estaba actuando de una manera desproporcionadamente violenta hacía mí (teniendo en cuenta que solo le había dicho que el arroz estaba salado). La encargada solo repetía “por favor Carlos, por favor Carlos” dirigiéndose a él ante la mirada atónita de los camareros. Ella me aparta lejos y en vez de disculparse me dice que su marido no está acostumbrado a tratar con los clientes (el cocinero por lo visto era su marido). Terrible y vejatorio el trato recibido. Pago la cuenta integra, nos vamos y hago un esfuerzo para que mis hijas no vean que estoy llorando.
We ordered 2 rice dishes a la marinera for my daughters and a blind mixed paella for 2. The paella is quite tasteless and as for the seafood rice my daughters leave the rice because they say they do not like it, I try it and discover that it is excessively salty and that it can not be eaten. I transmit it to the waiter, very friendly by the way, and he tells me that the cook has told him that the rice is so salty because once cooked, the broth is more concentrated and hence the salt. Amazed by such an implausible argument I decide to go talk to the manager, next to her at the bar is the cook since it was 4:15 p.m. I kindly tell him what has happened that he can taste the rice from the pot to check it out. that it is untouched, and that I understand that it is a setback that can occur, that it is human. He listens to me passively without looking me in the eye, then suddenly tells me that he has been cooking for 32 years and that what I say is a lie raising his voice so aggressively that my whole body begins to tremble, he was acting in a disproportionately violent way towards me (considering that I had only told him that the rice was salty). The manager only repeated "please Carlos, please Carlos" addressing him before the stunned gaze of the waiters. She pushes me away and instead of apologizing tells me that her husband is not used to dealing with customers (the cook was apparently her husband). Terrible and vexatious treatment received. I pay the bill integrates, we leave and I make an effort so that my daughters do not see that...
Read moreSERVICIO MUY LAMENTABLE Os comento, paso a paso, los errores de servicio que tuvieron con nosotros en nuestra visita: 20 minutos esperando en la puerta a que nos atiendan habiendo reservado mesa, pasaban por delante y ni nos miraban. Nos sitúan en una mesa y al rato nos piden si nos podemos cambiar de mesa para satisfacer sus propios intereses de poder juntar una mesa grande para otros clientes en nuestra ubicación. La nueva mesa en la que nos ubican es mucho más calurosa, pero nos dice que nos regalará unas hierbas para compensar... No vienen a pedir la comanda hasta que les tenemos que llamar cansados de esperar. Nos traen tres de las cinco bebidas que pedimos. Las otras dos no las traen hasta que las reclamamos varias ocasiones tras unos veinte minutos de espera. Nos traen la coca cola con la botella sucia, por lo que la cambian de inmediato. Cuando la vuelven a traer la traen zero, habiéndola pedido normal. Lo aceptamos y no decimos nada hartos ya de estar esperando tanto. Nos traen la paella equivocada, ya que pedimos paella mixta ciega y la traen mixta normal. Al decírselo, nos indican que se han equivocado ellos y que o nos la quedamos o nos hacen otra con su correspondiente demora de, mínimo, 45 minutos. Son ya casi las cuatro de la tarde habiendo reservado a las 14.30h, estamos muertos de hambre y aceptamos comernos esa para no esperar. El chico nos dice "os lo compensaremos".
Al terminar, no quisimos postres ni cafés hartos del mal servicio. Nos traen unas copas de hierbas dulces como "detalle de la casa". Como creemos que es lógico, nos esperábamos una compensación en la cuenta, pero no. No nos cobran la coca cola, pero no como detalle, sino por error. Lo que es peor, nos cobran la paella como si fuera ciega, cuando la que hemos comido no lo es.
Evidentemente no estamos de acuerdo y decidimos hablarlo con ellos en la barra, expresando nuestro mal estar después de tantos errores. Su respuesta, entre otras, es: "Lo que tenéis que hacer es pagar e iros, y no volver más". Insistiendo en que si no nos ha gustado el servicio que no hace falta volvamos, que ellos no regalan nada a nadie, y que su compensación por todo es la copa de hierbas, que encima que nos la regalan nos quejamos. Fue totalmente indignante el trato que nos dieron, acercándonos el datáfono y diciéndonos que pagásemos y nos fuéramos y no volviéramos. Tienen lleno siempre y no les importan un par de clientes. No trabajo en hostelería pero sé de sobra que esa no es forma de tratar a los clientes, menospreciándolos. Creíamos que, después de tantos errores, nos merecíamos algún detalle más por su parte. La copa de hierbas es algo a lo que te invitan por defecto en muchísimos restaurantes, y que nos había prometido por el cambio de mesa, pero no compensa todos los errores posteriores.
Si os preguntáis si estaba buena la comida, creo que es totalmente irrelevante. Jamás volvería a comer en un lugar en el que me tratan de esta forma, aunque hicieran la mejor...
Read moreGute Lage mit Meerblick, Parkplätze in der Nachbarschaft kein Problem, Sitzplätze draußen sehr unterschiedlich (wir saßen an der Seite, mit Meerblick auf den Sonnenuntergang, aber auch auf die hässliche und verschmutzte Rückseite (Hinterhof) des Nachbargebäudes), auf der Terrasse gab’s nach Einbruch der Dunkelheit kaltes, sehr ungemütliches Neonlicht. Drinnen saßen zahlreiche Familien mit Kleinkindern (irgendwo brüllte immer gerade irgend eines wie am Spieß).
Freundliche Begrüßung bei der Ankunft durch die Eigentümerin, ansonsten war das Personal ok, aber weder ausgesprochen freundlich (bisweilen etwas mürrisch) noch besonders aufmerksam (hat bspw. gefühlt ewig gedauert, bis jemand die Bestellung aufnahm - obwohl nicht viel los war).
Die Qualität des Essens war akzeptabel: Pan y Aioli war lecker (gegrillt wäre das pappige Brot aber noch besser gewesen); die 6 gegrillten Jakobsmuscheln waren für 18 € recht klein, aber gut; die Tudela-Salatherzen waren knackig frisch und richtig gut (für 12 € eine echt große Portion); beim Petersfisch passierte uns die klassische Touristen-Abzocke mit einem viel zu hohen Endpreis auf der Rechnung (60 €) wegen eines bei der Bestellung deutlich zu niedrig genannten Gewichts (bei vorab erfragtem Kilopreis 70 € und einem vom Kellner geschätzten Gewicht von „ca. 600 g“ - hätte also nach Adam Riese eher bei knapp über 40 € liegen müssen).
Richtig ärgerlich war dann aber der Versuch, uns beim Cava übers Ohr zu hauen: eine ganze Flasche Anna de Cordoníu Blanc de Blanc (0,7 l für 22 €) war uns mengenmäßig zu viel, deshalb bestellten wir die auf der Karte genannte halbe Flasche („3/8 l“ für 15 €). Tatsächlich bekamen wir dann nur einen Piccolo (0,2 l), also nur knapp über die halbe Menge (0,2 l statt 0,375 l = 3/8). Wir vermuteten zunächst ein Versehen und sprachen den Fehler beim Bezahlen an. Zu dem Zeitpunkt war dann die Freundlichkeit der Wirtin schlagartig verflogen: Statt den Fehler anzuerkennen und einen geringeren Preis zu berechnen, folgten lautstark und in scharfem Ton vorgetragen zunächst recht abwegige mathematische Umdeutungsversuche (bspw. dass 3/8 von 0,7 l gemeint gewesen seien) und später dann ein Eingeständnis des Fehlers. Dennoch beharrte sie auf der Bezahlung der vollen 15 € („Ja, auf der Karte steht die falsche Menge, aber der Preis ist trotzdem korrekt!“). Haben wir dann auch bezahlt (selbstverständlich aber ohne Trinkgeld) und sind für Digestif und Absacker kurzerhand ins sehr schöne Nachbarlokal (Bacora) umgezogen, um eine weitere phonetische Eskalation zu vermeiden (Gebrüll im Lokal ist nicht so unsere bevorzugte Art des Umgangs).
Fazit: Den Laden sollte man als Tourist besser meiden - Colonia bietet sehr viele bessere Alternativen (ohne die Gefahr der offensichtlichen...
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