Quisiera tomarme un momento para destacar y reconocer públicamente la labor excepcional de Nerea como camarera en el restaurante VIPS. No es fácil encontrar personas que hagan su trabajo con tanta dedicación, energía y humanidad, y por eso considero importante poner en valor su profesionalismo y la excelente atención que brinda cada día.
Desde el primer instante en que entras al local, Nerea sabe cómo hacerte sentir bienvenido. Con una sonrisa sincera y una actitud siempre positiva, crea un ambiente cálido y cercano que transforma una simple comida o cena en una experiencia mucho más agradable. Se nota que no solo realiza su trabajo, sino que lo hace con pasión, cuidando cada detalle para que el cliente se sienta cómodo y satisfecho.
Su capacidad para atender con rapidez, sin perder nunca la amabilidad, es admirable. No importa si el restaurante está lleno o si hay múltiples comandas al mismo tiempo: Nerea mantiene la calma, organiza su trabajo con eficacia y siempre encuentra un momento para preguntar si todo está en orden o si necesitas algo más. Esa atención personalizada marca una gran diferencia.
Además, demuestra un conocimiento impecable de la carta, está siempre dispuesta a aconsejar o resolver cualquier duda, y tiene una memoria sorprendente que le permite recordar preferencias de los clientes habituales. Todo esto suma a una experiencia redonda, que no solo cumple, sino que supera las expectativas.
Más allá de su competencia técnica, lo que realmente hace especial a Nerea es su calidad humana. Trata a cada cliente con respeto, cercanía y empatía, adaptándose a cada situación y demostrando una inteligencia emocional envidiable. Ese tipo de actitud no se enseña: nace del carácter y de una vocación auténtica por el trato con las personas.
En un sector como la hostelería, donde muchas veces no se reconoce suficientemente el esfuerzo y la entrega de quienes están “al pie del cañón”, es justo dar visibilidad a profesionales como Nerea. Porque no solo representa los valores de atención y servicio que VIPS busca transmitir, sino que va más allá, dejando huella en cada persona que tiene la suerte de ser atendida por ella.
Nerea es, sin duda, un ejemplo de lo que significa ser una gran camarera: eficiente, amable, resolutiva y, sobre todo, humana. Personas como ella hacen que uno...
Read moreFuimos a cenar el sábado Nada más llegar fue estresante , el chico que te da la mesa lo único que nos dijo que había que esperar, me costó 3 veces preguntarle hasta que me dijo el tiempo aproximado y en ese pequeño espacio gente entrando y saliendo y gente llevando su comida fuera no es cómodo Fue seco y borde. Al final decidimos ir a la terraza, el mismo no me lo recomendó por qué hacía frío pero no se está mal, está bien montada. El sistema éste de recoger no lo volveré a probar, prefiero gastarme mi dinero y que por lo menos me sirvan, y no tener que jugarme la cena pasando con gigantes bandejas por todo el comedor sorteando niños, clientes, camareros y atravesando dos puertas, (incómodas por cierto, la de la calle está dura y la de la terraza es enana, tienen que abrir desde dentro la otra puerta para poder pasar)hasta llegar a la otra punta de la terraza. La terraza no está nada bien atendida, literalmente me dijo el chico que si venía mi mujer conmigo a pedir la comida de los niños y dejábamos la mesa sola nos la podían quitar, así que me tuve que aprender la carta buscándola en internet. No entiendo esto ya que se supone que la mesa te la asigna el empleado . Al lado en el ginos lo que veía me daba envidia, una terraza bien atendida, con las mesas bien colocadas, limpias y montadas con su mantel individual de papel, servilletas y cubiertos y un camarero en todo momento. El menú de los niños tuve que pedir todo el extra que a los niños no se les escapa y lo quieren, las pinturas y el chupachups de después Quería otra cerveza y me dijeron que tenía que esperar la cola de pedidos para que me la dieran, eso supone 15 minutos mientras se me enfría la comida , menos mal que caí y la dejé pagada, si luego no me apetece lo pierdo pero lo prefería. La comida no tengo queja, aunque otras veces está mejor. Ver a los cocineros recalentar el costillar a la barbacoa al microondas y literalmente volcarlo en otro plato tampoco ayuda, la barbacoa la vieron las costillas en la foto de la salsa. En fin, gastarnos 48€ en una ensalada a compartir, un sándwich a compartir y dos menús infantiles, que me lo tenga que servir yo y comer en una mesa enana de una terraza que tengo que atravesar obstáculos hasta llegar no me va a apetecer...
Read moreEstuvimos el sábado 15/02 comiendo sobre las 15:00, estuve con mi marido, mi hija y mi suegra, la niña afortunadamente no comió apenas, nosotros pedimos un vips club, un cubano y una pechuga a la villaroy, cada cual con sus cosas que realmente no cuesta lo que vale realmente pero hasta ahí. De postre nos pedimos un batido de oreo a compartir, por la noche nos pusimos los 3 malísimos con vomitos y diarrea, al día siguiente tuvimos que ir al hospital ya que no tolerábamos ni el suero, allí nos dijeron que habíamos contraído una intoxicación alimentaria. Llame al local para solucionar las cosas sin que saliesen perjudicados al denunciar en la c. De sanidad; el encargado muy majo me dijo que nos invitaba a comer otro día y que seguro nos pusimos malos por la nata(no estaba refrigerada, la tienen a la intemperie en el mostrador y la ves), yo le dije que no queríamos ir otro día por la experiencia, que queríamos que nos devolviesen los 50,50€ que es lo que nos gastamos en comer, para solventar los 50€ que también nos gastamos en sueros;me dijo que lo iba a hablar con el propietario. Hoy me ha llamado el encargado, super amable, teniendo empatía y pidiéndome disculpas pero el propietario no se quería responsabilizar ni devolver el importe de la comida. Que los empleados tengan más empatía y acepten sus errores antes que el propietario tiene tela… pero los que ahora están de médicos y de pruebas somos nosotros, con lo que ello conlleva. No volveremos a ningún restaurante de esta cadena, y menos a este. Me parece una vergüenza que se den estas contestaciones a un cliente, más cuando ha enfermado por el mal estado de alimentos en su propio local. No se lo recomiendo ni a mi peor enemigo. (Ante la posibilidad de que el propietario diga que es gastroenteritis, la familia que no estuvo comiendo pero que horas posteriores estuvo en contacto con nosotros no se han puesto malos, por lo que no es gastroenteritis, hemos tenido signos y síntomas que no son igual que los de...
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