Restaurante Rancho Grande 3 — Restaurant in Tordesillas

Una experiencia gastronómica excepcional

Hace unos días tuve la oportunidad de visitar un restaurante que me dejó sin aliento. Desde el momento en que crucé la puerta, supe que iba a ser una experiencia única. El ambiente era cálido y acogedor, con un diseño elegante y sofisticado que me hizo sentir como en un

El restaurante estaba decorado con un estilo moderno y minimalista, con líneas limpias y colores neutros que creaban un ambiente relajado y sofisticado. La iluminación era suave y cálida, lo que hacía que el espacio se sintiera aún más acogedor. La música de fondo era discreta y no distraía la conversación, lo que permitió que disfrutara plenamente de la

El servicio fue excepcional. Los camareros eran amables y atentos, siempre dispuestos a responder a mis preguntas y recomendaciones. El maître era muy eficiente y se aseguró de que todo estuviera perfecto desde el momento en que llegué hasta que me fui. La atención al detalle era impresionante, y me sentí como si estuviera en un restaurante de alta gama.

La comida fue, sin duda, el plato fuerte del restaurante. El menú era amplio y variado, con opciones para todos los gustos y dietas. Desde platos tradicionales hasta opciones más innovadoras y creativas, cada plato era una obra de arte en términos de presentación y sabor. Los ingredientes eran frescos y de alta calidad, y se podía notar la pasión y dedicación que se ponía en cada plato.

Algunos de los platos que probé incluían una variedad de opciones de mariscos, carnes y verduras, todas ellas preparadas con un toque de creatividad y originalidad. Cada bocado era una explosión de sabores y texturas que me dejó sin aliento. La presentación de los platos era impecable, y me sentí como si estuviera en un restaurante de alta cocina.

Los postres fueron una verdadera delicia. La carta ofrecía una variedad de opciones dulces y creativas, cada una de ellas preparada con ingredientes frescos y de alta calidad. Me decidí por un postre que combinaba perfectamente los sabores de la crema y el chocolate, y fue una experiencia gastronómica que no olvidaré pronto.

La carta de bebidas era amplia y variada, con opciones para todos los gustos. Los cócteles eran creativos y sabrosos, y la selección de vinos y cervezas era impresionante. Me decidí por un cóctel que combinaba perfectamente los sabores de la fruta y el licor, y fue una experiencia refrescante y deliciosa.

En resumen, mi experiencia en este restaurante fue excepcional. Con un ambiente cálido y acogedor, un servicio excepcional y una comida deliciosa, es un lugar que debes visitar si eres un amante de la buena comida. La atención al detalle, la creatividad y la pasión que se ponía en cada plato eran evidentes, y me sentí como si estuviera en un restaurante de alta gama. Sin duda, volveré a visitar este restaurante y lo recomiendo a todos los que buscan una experiencia gastronómica única...

Llegamos el viernes 28 de octubre del 2022 a tordesillas, teníamos reservada habitación en el hotel Real de Castilla. A la hora de cenar preguntamos en el hotel que sitios nos recomendaban para cenar, nos recomendaron varios, entre ellos este que nos venía muy bien por estar a 100 metros del hotel. Éramos dos parejas, preguntamos para cenar algo y nos dijeron que sin problema, ya que estaba vacío, salvo tres o cuatro clientes amigos de los dueños,entre ellos la dueña, detrás nuestro vino otra pareja y ese fue todo el aforo que tuvieron esa noche. Pedimos unos platos combinados para los cuatro, y de beber agua y una botella de vino. El camarero nos preguntó si nos gustaba el vino ribera de duero, a lo que respondimos que si. Nos dijo que si nos parecía bien nos sacaría una botella de ribera de duero que estaba muy bueno, le dijimos que si. Pues bien nos trajo una botella de Viña Albali Crianza del 2018. Como el camarero andaba para dentro y para fuera, por no liarlo decidimos quedarnos con esa botella y bebernosla, entendiendo que el camarero se había liado y en vez del ribera de duero nos había sacado esa de vino de Valdepeñas. El vino estaba bueno y la bebimos a gusto. Pero la sorpresa llegó con la factura, nos ponía en la factura una botella de vino Glorioso 18,90 euros. Le dijimos al camarero que se habían equivocado al cobrarnos, ya que nos estaba cobrando un vino que no nos había sacado, ya que el que habíamos bebido no podía costar eso. Pues no hubo manera el señor insistía en que ese vino Viña Albali que nos había sacado era un ribera de duero y valía ese precio. Que no importaba que en la factura figurase Glorioso en vez de Albali porque eran de igual categoría. Aún explicándole que Viña Albali no tiene ningún ribera de duero, que es un vino denominación de origen Valdepeñas y que así lo pone en la etiqueta de la botella, seguía insistiendo en que era un ribera de duero y que ellos así lo venden. Le dijimos que leyese las etiquetas de la botella que nos había sacado, y que vería que dejaba claro que es un vino de Valdepeñas. Las leyó y nos dijo si pone de Valdepeñas, pero es ribera de duero y así lo vendemos nosotros. A todo esto la dueña del restaurante oyendo todo y no dijo ni Pamplona. Por no liarla decidimos irnos sin más, aún sabiendo que lo suyo habría sido poner una hoja de reclamaciones, pedir la carta de vinos para comprobar los precios y haber llamado a la guardia civil ante semejante estafa y robo. Así que recomendamos que no vayáis a este sitio de ninguna manera, y si vais pedid por anticipado los precios de todo cuanto vayáis a consumir y hacerle una foto para luego evitaros sorpresas desagradables a la hora de pagar, pues la ética y honrradez de dueños y empleados de este local no saben...

Visitar Rancho Grande es más que salir a comer: es sumergirse en un ambiente donde la tradición, el sabor y la hospitalidad se combinan de manera perfecta. Desde el momento en que uno llega, la calidez del lugar se siente en el aire. La fachada, decorada con elementos rústicos y detalles de madera, invita a pensar en una experiencia auténtica, y una vez dentro, esa expectativa se confirma.

El ambiente es amplio y cómodo, con mesas bien dispuestas para que cada grupo tenga su espacio. Las paredes exhiben detalles campestres, cuadros y objetos que recuerdan la vida de rancho, lo que aporta un toque acogedor y familiar. La música —una selección de temas suaves, en su mayoría folclóricos y latinoamericanos— acompaña la experiencia sin llegar a ser invasiva.

El servicio es, sencillamente, sobresaliente. El personal no solo atiende con rapidez, sino que también se toma el tiempo de explicar los platillos, recomendar especialidades y estar pendiente de cada detalle. Esa combinación de eficiencia y amabilidad deja claro que aquí el cliente es la prioridad.

En cuanto a la comida, Rancho Grande hace honor a su nombre: porciones generosas, ingredientes frescos y un sabor que transporta a lo más auténtico de la cocina tradicional. Probamos de entrada unas empanadas de carne que llegaron calientes, con una masa perfectamente dorada y un relleno jugoso. Luego, la estrella de la noche: la parrillada mixta. Un banquete de cortes de res, cerdo y pollo, todos cocinados a la perfección, jugosos y con ese aroma irresistible del carbón. Acompañaban guarniciones de papas fritas, ensalada fresca y una salsa chimichurri casera que elevaba cada bocado.

También probamos el asado de tira, que llegó en un punto impecable: carne tierna, bien sazonada y con ese sabor profundo que solo se logra con paciencia y buena técnica. Como bebida, la limonada con hierbabuena resultó refrescante y equilibrada, ideal para acompañar la intensidad de la carne.

El cierre de la experiencia fue con un postre que merece mención aparte: un flan casero con caramelo suave y textura sedosa, acompañado de un toque de crema batida que hacía difícil dejar de comer.

En cuanto a la relación calidad-precio, Rancho Grande se posiciona muy bien. Los precios son justos para la calidad y cantidad que ofrecen, y se percibe que cada plato se prepara con esmero.

En resumen, Rancho Grande es un lugar ideal para quienes buscan una comida abundante y deliciosa en un ambiente acogedor y auténtico. Perfecto para reuniones familiares, celebraciones con amigos o simplemente para darse un gusto un fin de semana. Un restaurante que deja satisfecho al paladar y al corazón.

⭐⭐⭐⭐⭐ – Una experiencia que invita a volver...