Una cena con muchos contrastes. Tiene una semana abierto el restaurante y hay cosas que están bien y otras que a los tres nos pareció que se cargaban la experiencia.
Al llegar es un local con estilo moderno y con mucha publicidad del águila sin filtrar. Lo que aparenta ser un local sencillo y de comida local.
Lo primero que vimos fueron las clochinas y parecían abundantes entonces nos basamos en eso para pedir.
Pedimos las clochinas que estaban bien, el aliño sencillo y quizás había alguna un poco cruda pero en general su plato más fuerte. 8€
Las bravas tenían unas salsas muy ricas pero la verdad que la patata nos pareció mucho más escasa que comparando con las clochinas. Pero aún así de volver lo pediríamos de vuelta.
Y aquí vienen los platos que arruinaron la experiencia. La tarta de atún costaba 15 euros y la verdad no los vale ni en cantidad ni en sabor, disparando tanto el precio respecto a los otros platos esperas un plato muy top. Y te encuentras un suspiro de tartar que podrías montar en el mercado en 2 minutos. No lo recomiendo a no ser que cambie radicalmente.
El siguiente plato que pedimos fue la pasta fruto di mare. 18€ altamente decepcionante. El mare estaba suelto y la parte sabía a tomate y perejil, se lo comentamos al camarero y comento que preparaban la salsa con pescado pero de verdad que cuesta muchísimo creer eso. Muy simplón y eso que se supone que es su especialidad.
De postre nos animamos con la tarta de queso porque últimamente hemos tenido suerte y suele ser muy buena. En este caso fue otra decepción, una finísima capa de queso Filadelfia con otra finísima capa de galleta. Y eso que pensábamos que todo el mundo había copiado la tarta de David Muñoz o de Alex y sería difícil encontrar una de este estilo.
Cómo resumen, creo que si las clochinas y las bravas las acompañan con más productos del mar estiló sepias, calamares, un ceviche peruano o comida de ese estilo. Tendrían muchísimo más éxito. Una buena causa peruana y tendrían un convo mar y tierra muy rompedor.
El estilo de bar no transmite lo que los últimos plato contiene, esos platos escasos y sencillos son un falso gurmet que destroza la experiencia.
Espero que se tomen como un crítica constructiva. La atención y el servicio fue muy bueno. La camarera es muy agradable y profesional.
Precio muy competitivo en...
Read moreWe found this gem of a restaurant on a small street in Valencia thanks to a recommendation from some locals we met. The food was excellent, the service was top notch and the best part was they took care of our group of ten flawlessly. We had bunch of the appetizers including jamon iberico, gildas, olives, cheese selections, Russian ensaladilla, patatas bravas, and mussels that were out of this world. For entrees a few had ocotopus, calamari steak, pork secreto, and a special of the day that I can’t remember. The kids had pink burgers with the special buns. Everybody raved about the food they had. They also have a great selection of wines and a really nice dessert list. When in. Valencia don’t this...
Read moreHace unos meses, tuve la oportunidad de visitar este restaurante, 3 meses luego regreso y nuevamente el encantador local de Atelier Canyamelar y la experiencia que tuve fueron simplemente espectaculares. Desde mi última visita, el lugar ha experimentado una transformación que lo ha elevado a un nivel superior de sofisticación y comodidad.
Al ingresar, quedé sorprendido por la nueva decoración que ha sido cuidadosamente elegida para crear una atmósfera acogedora y elegante. La incorporación de libros y vinilos añade un toque distintivo al ambiente, creando un rincón cultural que invita a sumergirse en una experiencia que proporciona una paleta de entretenimiento que complementa a la perfección la deliciosa oferta culinaria.
La calidez del lugar es palpable desde el momento en que cruzas la puerta. Los tonos cálidos y la iluminación tenue crean un ambiente acogedor que te hace sentir como en casa. El personal, siempre amable y atento, contribuye a esa sensación de bienestar, asegurándose de que cada detalle esté cuidado.
Al sentarme en mi lugar favorito, junto a las ventanas que ofrecen una vista encantadora, pude disfrutar de la extensa variedad de platos exquisitos que Atelier Canyamelar tiene para ofrecer. Destacando entre las delicias culinarias, el codillo se llevó todas las miradas. Su cocción perfecta y la combinación de sabores hacen de este plato una elección inigualable. Además, el tartar de atún fue una grata sorpresa, con ingredientes frescos y una presentación impecable.
En esta visita, quedó claro que Atelier Canyamelar ha logrado perfeccionar no solo su oferta gastronómica, sino también la experiencia en su conjunto. La combinación de la nueva decoración, la cuidada selección de libros y vinilos, la calidez del ambiente y la excelencia culinaria hacen de este lugar un destino obligado para aquellos que buscan una experiencia gastronómica memorable. Sin duda, Atelier Canyamelar ha mejorado con el tiempo, convirtiéndose en un rincón culinario único que invita a volver una y otra vez, si pasas por Valencia este lugar...
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