Ginos — Restaurant in Vigo

Hemos ido a comer el 30/08/2024. La comida buena aunque cara para lo que es pero no estaba mala. Pongo una estrella porque hemos tenido una situación bastante desagradable con una empleada que era de raza negra (hago hincapié en su color de piel porque era la única atendiendo en sala y así la podréis ubicar que es mi intención dado que fué super desagradable). (El resto de empleados todos han sido majísimos eso lo quiero resaltar)

Cuando nos ha tomado nota ha empezado a poner caras, a reirse y a mover la cabeza… y le hemos preguntado porqué hacía esos esos gestos y nos contestó y cito textualmente: “Venir aquí a comer una carbonara que te la puedes hacer en casa y mejor de la que te la vas a comer no es una buena elección”. Siguió diciendo cosas como “no digo que cocinen mal pero…la pasta no es fresca, ni siquiera es italiana aqui se viene a comer otras cosas no esto..”

Todo el rato juzgaba cada cosa que pedíamos y nos hizo sentir incomodos, muy incomodos por sus caras, gestos y manera de hablar…sólo queríamos que nos tomara nota FIN, nos apetecía comer eso y ella no es nadie para opinar sobre eso o nos empezara a decir que para pedir eso mejor no ir y hacerlo en casa que seguro que era mucho mejor que el que nos íban a cocinar allí (si nos ponemos asi todo lo que hay en carta me lo puedo hacer en casa y a ver ella si nos hacemos todo en casa y no vamos allí nadie de qué cobra)

Por suerte solo cogió la comanda y la comida nos la sirvieron unos chicos majisimos. HASTA LOS POSTRES, que volvió.

Yo pedí una bola de choco blanco con avellana y otra de pistacho y se me puso a decir que el choco blanco con avellana era Stracciatella (sabor que ni siquiera estaba en la carta) yo le explique que no quería eso, pues ese sabor no me gusta, que quería choco blanco con avellana lo que ponía en la carta y ella diciendo “ya pero es lo mismo aquí lo llámanos así” y claro…hasta donde yo se el chocolate blanco es manteca de cacao y la stracciarella es un helado a base de leche y birutas de chocolate negro NADA QUE VER CON EL SABOR PEDIDO. Pues aun enseñándole la carta y el sabor elegido en vez de decirme simplemente que no había de ese sabor sino de el otro me seguía discutiendo que era lo mismo solo que allí lo llamaban así. Y erre que erre hasta que al final cansada le pedí otro sabor.

Lo peor fue aguantar sus caras y sus contestaciones o esa manera burlona con la que nos trataba tan prepotente como si le molestáramos. Parecía que nos estaban haciendo una cámara oculta. Muy surrealista todo

Con todos los restaurantes que hay, sería mi última opción volver a ese por si tengo la mala suerte que me atienda esta...

Una experiencia horrorosa!

Mi hija sufre una accidente dentro de sus instalaciones debido al mal estado del mobiliario, tenian una silla rota y se cogio un dedo, y se limitan a cambiar la silla y a traer un hielo en una servilleta, en ningun momento se preocupan del estado de su mano segun va avanzando el servicio y entiendo que el local tendra seguro. Nadie se vuelve a preocupar ni preguntarnos. En caliente todo fue bien, pero hoy lo tiene hinchado y le cuesta moverlo.

Comida: nos traen entrante junto con el principal del menu infantil. 25 minutos despues aun seguiamos esperando por 2 platos de pasta y una pizza. El plato de mi marido insaboro. Mi plato templado y con rigattone que parecia plastico. No dijimos nada, primero: porque nadie nos pregunto como en otros sitios si estaba todo bien... segundo: porque eran las 23.35 y sabiamos que de comentarlo tardarian otros 10 o 15 minutos en traerlos.

Fin de cena: cuando no habiamos acabado de cenar y aun habia un trozo de pizza en la bandeja nos ponen la cuenta en la mesa para que fueramos pagando cuando pudieramos. A nosotros no se nos dio la oportunidad de pedir cafe o postre, ni siquiera de acabar la pizza, pero tampoco preguntaron por el postre del menu infantil (eso lo reclamamos pq tambien lo pagamos) y nos dijeron que solo tenian helado o batido que no habia otra cosa y como no quisimos que a las 00.00 tomara nada frio... nos metieron una botella de batido de chocolate pascual en la mano y asi la tomaba cuando quisiera.

Jajajajaja me rio por no llorar. Y asi nos fuimos, mi hija sin acabar la pizza y por lo tanto de cenar y con una subluxacion en el dedo (lo del dedo lo sabemos hoy), mi hijo mas pequeño con un globo y su batido pascual en la mano que era su postre y nosotros desencantados a tomar el postre y el cafe al local de enfrente.

Llegamos a las 22.45 y nadie, nadie, nos dijo que el servicio iba lento o que igual ibamos a ir justos cenando. De haberlo comentado el camarero cuando nos atendio, hubieramos decidido si nos quedabamos o no. Es mas, entro mas gente detras nuestra, un grupo de 3 personas las sentaron detras, y tambien se fueron con pizza y su plato de comida sin...

La relación calidad-precio bastante justa: las pastas que pedimos, más o menos bien, pero la milanesa de ternera no era muy grande (para el precio) y estaba dura y demasiado hecha. Las cervezas a precio casi de pub (pero bueno, era consciente de eso cuando las pedí). En cuanto al servicio, fuimos 3 comensales y pedimos un entrante y 3 platos. El entrante vino rápido, pero después los platos llegaron por etapas: primero una pasta y una milanesa que no era la que había pedido. de allí a unos 10´ vino la milanesa correcta pero ni rastro de la otra pasta cuando una de las personas había acabado la pasta y yo con la milanesa a medias, llegó la tercera pasta. finalmente pedimos unos helados de postre que tardaron unos 15´ aproximadamente en venir. A ese ritmo, si llegamos a pedir el café calculo que saldríamos de la comida a la hora de merendar.

Por último, en cuanto a la atención, comentar que la camarera que llevaba el nombre de “Mar” en su placa, no sé si tenía un mal día o es así habitualmente; en este último caso les recomiendo que la pongan a realizar tareas ajenas a la atención al público. No espero que la persona que me atiende me cuente chistes ni me haga un monólogo del club de la comedia, pero entre eso y tener un mínimo de amabilidad hay un trecho. La atención que nos brindó se basó en un trato con monosílabos, a veces borde, y llegó a su culmen cuando le pedimos que nos cambiara unos cubiertos que tenían un aspecto blanquecino, que no sé si era algún rastro se suciedad o desgaste del lavavajillas, pero se apuró a decirnos con unas formas cuestionables que era que la vajilla estaba desgastada. Es de justicia señalar que entre “visita y visita” de la citada camarera pasaron otros camareros/as mucho más amables. En fin, el local está muy bien y con buena temperatura para estos días calurosos, pero la experiencia no ha sido demasiado buena. Gracias por...