Todos los años me gusta visitar en Septiembre por mi cumple un estrella michelin, porque me suele pillar en Galicia. Este año no iba a estar en septiembre (aunque finalmente volví en sept.) y entonces decidí ir en agosto. Estamos en Vigo en lo que es la sede de un equipo de futbol que en su última planta tiene este restaurante. Local muy curioso, con fachada redonda con cristalera y vistas al puerto de vigo, vigas de hierro y techo de cristal con estores (menos mal porque pega bien el sol). La foto de la izquierda es de internet y podéis ver lo curioso y bonito que es el edificio por fuera. Mesa muy informal sin mantel pero servilleta de tela, cambio de platos, pero bastante más informal que otros. Este Michelin tiene unos de los 3 menús más baratos de España pero es entre semana nada más y cuesta 29€; no pudimos acogernos a él porque era sábado. Elegimos de carta porque no nos poníamos de acuerdo sobre qué menú pedir. Los menús tienen un precio de 75€, 105€ y 155€. En la carta casi todos los platos tienen ración completa y 1/2 ración. Empezamos con un Aperitivo a base de mantequillas (una salada y otra elaborada en los valles pasiegos con leche de cabra), 2 tipos de sal (ahumada de madagascar y negra del himalaya), 3 tipos de panes (Masa madre tradicional, aceitunas y centeno 100%) deliciosos, sobre todo el de centeno del que repetimos mil veces, y 2 aceites (un coupage de 4 variedades "Rego" y otro de Orense "el olivar d'Pegullal" solo variedad arbequina). Tras este festival de aperitivo, comienza nuestra comida, también traen para cada uno Calamar de potera, pero no queda ahí el plato, es precioso, emplatado en una concha de zamburiña, brioche de tinta de calamar, sobre él el calamar picado, perlas de aceite y una cremita de aromáticas ¡fabuloso!; Croquetas de bogavante en salsa verde (13€/media ración) vienen 4, están deliciosas, cremosas ¡magníficas?; Steak tartar de vaca gallega madurada (30€), viene emplatado y en mesa te rallan queso curado por encima, original; viene acompañado con unas regañás, también estaba muy rico; Bonito de burela (25€) con pipirrana de tomate negro ahumado y esferificaciones de olivas, ¡soberbio! en temporada de bonito siempre lo pido y más si es de Burela. Como platos principales: Mero, salsa verde y berenjena ahumada (45€) ¡estratosférico! qué frescura, qué bien hecho, ¡magnífico!, nada que ver con el destrozo del mero que había comido hacía pocos días en @bodegabarahona en Mallorca; Rabo de vaca (35€) macerado en tsuyu y espárragos verdes, deshuesado, tremendamente tierno y con una salsa deliciosa; Lechón celta, maíz, habitas verdes y salsa agripicante (38€) es una paletilla de cordero lechal con tirabeques y estaba muy rico con salsa muy buena también. De postre: Torrija de plátano, cítricos y helado de ron con pasas (14€) estaba riquísima, muy original; Cremoso de chocolate ahumado y requesón, lima y té verde (14€), este postre me gustó menos, muy bien el chocolate pero no soy yo mucho de té verde. Yo pedí una copa de blanco (6€). La botella de agua 3,50€ que es un precio mucho más razonable que en otros sitios sin estrella que nos cobraron 7€. Salimos a 78€ por barba, un poquito más que el menú más barato. Príncipe 44 (VIGO). SÍGUEME EN IG...
Read moreSi bien la estrella Michelin es el galardón más prestigioso en el mundo culinario, este restaurante no la merece. Cuando alguien decide acudir a un restaurante destacado con tal insignia, espera una experiencia en todos los sentidos. Y no una cualquiera, sino una experiencia gastronómica de lujo. Pues bien, déjenme vaticinar con qué les sorprenderán.
De primero abrirán boca con un contacto nada amable, abrupto y abusivo por parte de la responsable de reservas. Si no se les ha devuelto el dinero de su reserva, que sepan que ninguna política interna puede estar por encima de lo recogido en la ley, y por tanto, pueden optar por hacer una reclamación en Consumo de la Xunta de Galicia, dado que se han vulnerados sus derechos, recogidos en los artículos 102 y 103 del Real Decreto Legislativo 1/2007, de 16 de noviembre, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley General para la Defensa de Consumidores y Usuarios y otras leyes complementarias.
Para continuar, si han tenido la oportunidad de acudir a un verdadero restaurante estrella Michelin, se darán cuenta que este no ofrece platos a la altura. Cuando se pretende cocinar a este nivel, no se trata únicamente de conocer el producto, la calidad de los ingredientes, el dominio de las cocciones y la armonía de los sabores, sino el saber poner en escena el plato elaborado y que funcione en el contexto que lo rodea.
Para ello, hay que llevar a cabo un estudio minucioso de los materiales en los que se presenta el plato y cómo el producto se comporta en él antes de presentarlo.
Pues bien, de postre les contaré que el nuestro acabo sobre 2 comensales por no tener en cuenta lo anterior. El propio Chef nos sirvió la mousse de maracuyá en unos vasos pequeños de cristal que iban sobre una base de porcelana esmaltada de un soporte de tartas de 2 pisos. Como ustedes comprenderán, eso acabó deslizándose y cayendo sobre dos de nosotros.
A parte de ser un accidente que se podía haber evitado si se hubiera trabajado de forma completa el plato; el chef salió huyendo a su cocina. Cuando volvió a los 15min, sin empatía ni forma humana alguna, continúo con la performance funambulista del plato como si nada hubiera pasado. Qué mínimo que en un sitio donde esperas una experiencia de lujo, ya que estas pagando por ello, te traten como a una persona y no como a un número de pedido de cualquier fast food.
Como conclusión quiero recalcar que la guía Michelin tiene un compromiso férreo y constante con sus lectores a la hora de otorgar sus estrellas, ya que su objetivo principal no es solo ofrecer platos inolvidables, sino una experiencia global, que se extiende más allá de los fogones y la sala.
Creo sinceramente que Silabario NO es merecedor de dicha estrella, ya que el chef imprime en este restaurante alma...
Read moreFuimos a comer un viernes a mediodía mi mujer y yo. El restaurante está en una sexta planta a la que accedes por ascensor. Desde el primer momento el trato del personal de sala es meticuloso y cálido. La sala, con 10 mesas, media cocina vista para los curiosos y un mirador que te asoma a la ría de Vigo, presenta un ambiente muy acogedor, tranquilo y que te prepara para disfrutar de una experiencia muy dificilmente mejorable. Optamos por el menú corto, de diario, el menú Berbes, por 35€, precio más que razonable para el nivel de la cocina y una vez más, del servicio. Además, por recomendación del chef, añadimos media ración de croquetas de bogavante, que estaban, como mínimo, a la altura del producto. Para empezar pedimos una copa de vino en el que nos aconsejaron acertando de pleno: Ricón es el nombre. Acompañaron al vino unas almendras tostadas y especiadas y unas aceitunas de Kalamata espectaculares. Para arrancar, como aperitivo, nos sirvieron una caldeirada de bogavante y escalonia, con un sabor intenso y una cremosidad que marcaban un listón muy alto qué se mantendría el resto de la comida. Como entrantes, primero unas fabes de Lourenzá en un caldo de verduras, un sabor profundo y delicioso, pero ligero a la vez debido a la ausencia de la grasa animal en el guiso. Destacar el contraste crujiente de las espinacas. Después, los mejillones a la Mugardesa. Quizá el plato que menos destacó, no por no estar bueno, que lo estaba, sino por lo superlativo del resto. En cuanto a los segundos, los ravioli de gallo parecían insuperables, con unos aromas cítricos gracias al lemongrass y el resto de hierbas de la salsa y la textura y sabor del gallo en un punto óptimo. Sin embargo, para mí la ganadora de la velada fue una generosa tajada de corvina cocinada al punto perfecto y acompañada de una salsa de coliflor y pomelo que hacía de hilo conductor de todos los sabores. Mencion especial a su pan de aceite de oliva y aceitunas con el que rebañamos hasta la última gota del plato. Por último, como broche de oro, el arroz con leche y chocolate y la pera al vino con un praline de avellana de otra galaxia cerraron una de las mejores experiencias gastronómicas que hemos vivido. No es de extrañar la distinción que tienen en la guia Michelin y seguro que si siguen trabajando así de bien el número de estrellas de la constelación aumenta. Además es de agradecer que una cocina tan elevada este al alcance de casi cualquier bolsillo con un menú como este. Gracias y felicidades a Alberto y al...
Read more