Acuario Inbursa

Entrada: $300, incluyendo el acceso al acuario interactivo que está en la plaza de enfrente.

Recomiendo mucho comprar los boletos en línea para evitar la larga fila que se forma en taquilla.

Visité este acuario porque el Mich estaba demasiado lejos, y aunque el lugar tiene su encanto, se siente un poco atrapado en el tiempo. No está feo, pero sí necesita algo de mantenimiento. Al entrar, te toman las clásicas fotos que luego te ofrecen al final del recorrido. Después te llevan en un elevador que baja unos tres pisos, lo cual da la sensación de estar descendiendo al fondo del mar. Al salir, te recibe una pecera en forma de arco que es simplemente espectacular.

El acuario cuenta con varias especies, y una de las áreas más esperadas es la de las medusas, aunque debo decir que eran bastante pequeñas. También cuentan con algunos reptiles. Las especies, en general, se ven bien cuidadas. Por ejemplo, hay una langosta que lleva más de 6 años ahí; aunque desde una perspectiva animalista esto puede ser un poco triste, explican en los letreros que ha sobrevivido gracias a los cuidados. Al igual que los pingüinos encerrados.También hay un pez con una malformación natural que, según dicen, no habría podido sobrevivir en su hábitat natural.

Lo que no me gustó es que las escaleras no funcionaban, lo que puede ser molesto para algunos, aunque sí le dan prioridad al uso del elevador para personas con carriolas o en silla de ruedas.

Después crucé a la plaza para visitar el acuario interactivo, pero me gustó menos . Se ve más descuidado, y varias de las actividades interactivas no funcionaban. Lo único interesante fueron los criaderos de ajolotes y medusas.

Dicho esto, para los niños el lugar es fantástico. Ellos suelen ignorar estos detalles y se emocionan muchísimo viendo a los animales, sobre todo porque no siempre tienen la oportunidad de ver tantas especies marinas juntas en la ciudad. Durante mi visita, vi a varios niños emocionados con las exhibiciones. Por eso, lo recomiendo especialmente si buscas una experiencia que despierte su curiosidad y asombro.