Los orígenes de la Real Colegiata se remontan al monasterio fundado en este lugar por la condesa Mumadona Dias en el año 949, que dio origen a una Colegiata en el S.XII. La invocación de Nossa Senhora da Oliveira habría surgido después de 1342 con el reverdecimiento de un olivo en la plaza fronteriza. Durante la Edad Media, la iglesia se transformó en un popular centro religioso de la Península Ibérica en el camino que siguen los peregrinos hacia Santiago de Compostela, donde se veneraba una imagen de Santa María, que fue objeto de devoción por el Rey João I en vísperas de la Batalla de Aljubarrota. Tras la victoria en esta batalla se procedió a la remodelación del edificio y las obras prosiguieron por lo menos hasta 1413, convirtiéndose en un hito de la arquitectura gótica en el norte del país. Poco queda de la construcción original. La iglesia tiene planta de cruz latina con tres naves separadas por un arco roto que descansa sobre pilares con columnas adornadas con capiteles antropomórficos arcaicos (algunos idénticos a los del Monasterio de Batalha), un crucero, presbiterio y un campanario cuadrado adosado a la fachada principal de características manuelinas. A finales del S.XVII, el Rey Pedro II mandó ampliar la capilla mayor, en cuya bóveda se puede ver su escudo. Data del mismo período la sillería de madera negra realizada por el Maestro Gaspar dos Reis. El respaldo neoclásico de c.1800, obra de Carlos Amarante, está enmarcado en marcos repetitivos simétricos, decorados en la parte superior con motivos vegetales tallados dorados. El presbiterio remodelado en el S.XVII presenta una bóveda artesonada manierista, mezclando elementos resultantes de renovaciones posteriores como el retablo mayor rococó atribuido a Antonio José Pinto d’Afonseca, en el que se encuentra la imagen de Nossa Senhora da Oliveira del S.XVII y la decoración neoclásica de estuco en las paredes. Dos grandes lienzos barrocos atribuidos a Pedro Alexandrino de Carvalho decoran las paredes y representan a San Torcato (cuyo cuerpo incorrupto está expuesto en el Santuario de San Torcato, en el concejo de Guimarães) y San Dámaso (que se cree fue nacido en la villa en el año 305 y fue Papa de la Iglesia). La fachada principal presenta un portal con arquivoltas, decorado con perlas y rosetones, a base de capiteles vegetales, antropomorfos y zoomorfos. El portal está coronado por una gran ventana, que actualmente es ciega, y que originalmente tenía un marco de piedra en forma de árbol de Jesse; enmarcada por cinco arquivoltas decoradas con ángeles coronados. Entre las otras obras destacadas, se encuentra el altar de plata de la Capilla del Santísimo Sacramento, obra de Jerónimo Lopes Moreira y Francisco Cardoso de Macedo. En sus puertas están representados el pasaje bíblico del maná del desierto (Éxodo, 16) y la Parábola de las Bodas (Lucas, 14). Merece la pena acceder por 2-3€ a la sacristía, que antes de la remodelación neoclásica estuvo revestida de azulejos. Tiene una pequeña pero preciosa capilla de azulejos azules y amarillos del año 1686, con un retablo y altar del S.XIX con un bonito óleo de Santa Verónica del S.XVII. También hay una muestra de cruces procesionales de los S.XIX-XX y otros obejtos litúrgicos. Con la misma entrada se accede al coro alto, donde está el órgano de madera neoclásico (1834-1841) y ofrece vistas preciosas del interior de la iglesia. Es muy bonita también la pequeña capilla donde se encuentra una pila bautismal del S.XVII con cuatro palmas esculpidas, y una bonita barra de azulejos del S.XVII que probablemente decorasen las paredes de la iglesia. Junto a la puerta lateral de la iglesia encontramos la tumba en granito de Inés de Guimarães del año 1631, bisnieta del Rey D.Pedro o Cru, que descansa sobre cuatro leones. La remodelación neoclásica que se extendió a todo el interior de la iglesia en 1830 fue prácticamente eliminada en la restauración de 1967, buscando devolver el estilo gótico original, introduciendo algunos...
Read moreThe Igreja de Nossa Senhora da Oliveira (Church of Our Lady of the Olive Tree) in Guimarães is a deeply unique and historically resonant landmark, central to the city's identity as the birthplace of Portugal.
What sets it apart is its Gothic architecture and its profound connection to King John I and the Battle of Aljubarrota, as he ordered its reconstruction in the late 14th century as a vow of thanks for the Portuguese victory. This makes it a significant symbol of Portuguese independence.
Adding to its distinctiveness is the "Legend of the Olive Tree", which gives the church its name. According to tradition, an ancient olive tree in front of the church miraculously revived after being cut down, leading to the placement of the Padrão do Salado (a Gothic shrine commemorating the Battle of Salado) right outside its doors. The church's interior features notable 18th-century altarpieces and a revered image of Our Lady of Oliveira. This blend of historical significance, architectural evolution, and local legend makes Igreja de Nossa Senhora da Oliveira a truly...
Read moreLos orígenes de la Insigne y Real Colegiata de Nossa Senhora da Oliveira se remontan al monasterio dúplice dedicado al Salvador del Mundo, a la Virgen Santa María y a los Santos Apóstoles, que fue fundado en este lugar en el año 949 por la condesa Mumadona Dias, quien posteriormente profesó aquí. Fue refundado por Dom Afonso Henriques y reconstruido en estilo románico en la segunda mitad del siglo XII, conservándose de este período un capitel románico procedente de la antigua portada principal de la iglesia, así como las arcadas del claustro y el portal de la Sala Capítular, obras con una excelente técnica constructiva que son testimonio del mejor conjunto románico-mudéjar de granito de Portugal.
La iglesia fue reedificada en 1388 por Juan I en agradecimiento a la Virgen por su victoria en la batalla de Aljubarrota. Esta nueva iglesia, cuyo arquitecto fue el toledano Juan García, se convirtió en un hito de la arquitectura gótica en el norte del país y su construcción ocupó parte del antiguo claustro, por lo que fue necesario demoler una de sus galerías. La gran ventana del registro superior de la fachada principal está dedicada íntegramente a la genealogía de la Virgen. En el retablo de la capilla mayor se encuentra la vetusta imagen de Nossa Senhora da Oliveira. El edificio integra además elementos del estilo manuelino, sobre todo la torre del campanario reconstruida por el prior D. Diogo Pinheiro en 1513 y en la que se encuentra la capilla funeraria de sus padres.
Ante la puerta principal se encuentra el Padrão do Salado, un pequeño templo gótico del siglo XIV con cuatro arcos ojivales que alberga una cruz que fue donada por Pero Esteves, un comerciante de Guimarães residente en Lisboa, en 1342. Mandado a construir por el rey Alfonso IV de Portugal, es el único monumento erigido para conmemorar la victoria en la Batalla del Salado. Cuenta la leyenda que un olivo fue trasplantado a este sitio para alimentar la lámpara del altar con su aceite pero se secó.
La posesión de una autonomía por parte del monasterio, que no reconocía la autoridad y la superioridad jerárquica del Arzobispo de Braga sino solo la de la Santa Sede y el rey de Portugal, dio lugar a graves conflictos e incluso luchas, a veces con el uso de la excomunión, entre las dos instituciones religiosas, esta rivalidad ha durado casi hasta la época...
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