Se trata de unos antiguos molinos de molienda mandados construir junto al río segura para aprovechar la fuerza motriz del agua, de los que originalmente hubo hasta 24, algunos de ellos se conservan intactos tras la conversión en museo del espacio, así como elementos, maquinaria y útiles que en el pasado se utilizaron para accionar los molinos, almacenar el producto ya molido y usarlos para el proceso. Hay paneles explicativos aunque no folletos y también indicaciones sobre la historia de los molinos y su función. Hay también una sala para exposiciones temporales y una grada de madera para algún tipo de actos y también, en la entrada, una garita de recepción de visitantes. En el exterior hay un pequeño patio y desde fuera se ven las compuertas de retención y achique de agua y una galería por la que discurría el agua