The Casino de Murcia, located in the heart of Murcia, Spain, is an eclectic masterpiece with a blend of architectural styles reflecting the 19th and early 20th centuries. Its aesthetic appeal lies in its fusion of various design elements, creating a space that feels both grand and intimate.
The building combines neoclassical, modernist, and Moorish influences, resulting in an elegant yet diverse appearance. This eclectic approach is typical of 19th-century architecture, where designers were inspired by various historical styles.
One of the most striking features is the Arab courtyard, modeled after the Alhambra in Granada. The intricate geometric patterns, horseshoe arches, and ornamental tiles are reminiscent of Andalusian Islamic architecture, creating a serene and atmospheric space.
The building’s facade is neoclassical, characterized by its symmetry, use of columns, and clean lines. It gives the casino a stately and formal presence on the street.
The casino's ballroom features lavish decorations with gilded details, large chandeliers, and opulent furniture, contributing to a sense of grandeur and luxury. The neoclassical library is a quieter, more refined space with dark wooden bookshelves, creating an intellectual and contemplative atmosphere.
Some of the interior spaces, particularly the staircases and ceilings, feature elements of early 20th-century modernism, such as ornate ironwork and stained glass, which soften the classical and Moorish details.
The building is designed to maximize natural light, with many spaces incorporating skylights and large windows. This interplay of light enhances the sense of openness and highlights the decorative elements.
The Casino de Murcia serves as a cultural and social hub, with its architecture reflecting the aspirations of the bourgeoisie of the time, who sought to combine tradition with...
Read moreJust steps from the Cathedral, on the famous Calle Trapería, you can admire the splendid Royal Casino of Murcia. Its extraordinary beauty and elegant interiors earned it the title of National Historic Monument in 1983.
Built in 1847 as a luxurious entertainment venue for the city's wealthy elite, it continues to serve this purpose today as a private club with highly select members.
After extensive renovations, the casino became "Royal" in 2009, at the behest of King Juan Carlos I. The casino is open to the public, who, with an admission ticket, can access some of the sumptuous interior rooms, immersing themselves in the glittering past of the city's wealthy elite.
Aesthetically, the entire building features an unusual combination of different styles from various eras, making it a unique monument.
The sumptuous facade, designed by architect Pedro Cerdán Martínez, features classical and modernist decorations, resulting in a highly eclectic result.
The entrance to the casino is the most fascinating space, a true Arab patio inspired by the most refined Moorish palaces, such as the Alhambra in Granada and the Alcazar in Seville. Other rooms worth visiting are:
the English Library, entirely made of wood; the luxurious Ladies' Hall, with a splendid painted ceiling and gilded oval mirrors;
the Pompeian Patio, decorated with classical columns and statues;
the Ballroom, built between 1870 and 1875 in neo-Baroque style and adorned with gigantic chandeliers.
In addition to visiting the casino's rooms, you can also visit the restaurant and bar and attend exhibitions, displays, and cultural events. Ticket...
Read moreEclecticismo, una mezcla de todo y que se usa cuando no sabes bien frente a qué te encuentras. Pues eso, el estilo del edificio es ecléctico, un patio neonazarí, otro pompeyano, una biblioteca inglesa, salones inspirados en Versalles… No nos extraña que sea el edificio civil más visitado de la ciudad y de toda la Región de Murcia, fachada medio modernista medio historicista –ya sabes, ecléctica– que da a la calle Trapería. Eso sí, tendrás que torcer un poco el cuello, que la calle es estrecha. Por partes: Patio Árabe, la recepción y la taquilla se encuentran en este distribuidor de estilo neonazarí inspirado en el salón de los embajadores de la Alhambra. Está revestido por unas 35.000 láminas de pan de oro. La Galería Central o Patio Largo, el distribuidor central que conecta las diferentes salas. En su día fue una calle pública, el casino fue englobando varios edificios, por eso hay que subir unos escalones para acceder a las demás salas. La Biblioteca Inglesa, realizada en 1913 siguiendo el diseño de una famosa firma inglesa de la época, guarda 20.000 volúmenes. Los flamencos de las ménsulas, como aves migratorias, son una alegoría de los viajes tan amados en el siglo XIX. El Congresillo, pequeña sala que acoge parte de la gran colección de pinturas del Real Casino de Murcia. La bienvenida la da Una modelo, de Obdulio Miralles. Era la modelo habitual del pintor, de la que se enamoró. Al ser rechazado, se suicidó con solo 27 años. El Salón de Baile, la sala más fastuosa, inspirada en los grandes palacios barrocos como Versalles o Schönbrunn. Se dice que sus lámparas de Baccarat fueron diseñadas para un palacio de Maximiliano I de México. Tras su fusilamiento, el casino las compró “de rebajas”. El Tocador de Señoras, neobarroco y con un lienzo modernista en el techo. Fíjate en la mujer que cae con sus alas ardiendo: te seguirá con los ojos. Cuentan las malas lenguas que el rayajo del espejo era la prueba de que el diamante de un anillo de pedida era auténtico. La Sala de Armas, antigua sala de esgrima y de ajedrez, con los cuadros de las Cuatro Estaciones de Obdulio Miralles representadas por mujeres murcianas. Aquí estuvo la primera ducha con agua caliente de Murcia, pero duró poco… era demasiado codiciada. La Exedra, el “palco con vistas” a toda la planta baja monumental del Real Casino de Murcia. Además del gran Ícaro contemporáneo, hay una copia de la Dama de Elche, donada al casino por la ciudad de Elche. El Patio Pompeyano, un patio neoclásico inspirado en las casas romanas. Hay una mezcla de estatuas contemporáneas y de copias de esculturas clásicas de la colección de los Museos Vaticanos. Estas son todas las salas que se visitan de la planta baja monumental. Hay otras dos en parte visibles, pero a las que no se accede: el Patio Azul y la Sala de Billar, estas dos y el resto son de uso exclusivo para los socios. Bueno, también está el antiguo Salón de Té, con su Comedor Español y su Salón Inglés, hoy convertido en restaurante. Construido en 1847, este edificio combina diversas corrientes artísticas del siglo XIX y principios del XX, lo que le otorga un carácter único. Fue declarado monumento histórico-artístico nacional en 1983 y actualmente es considerado Bien de Interés Cultural. El Casino no solo es un club social privado, sino también un centro cultural abierto al público en su planta baja. Entre sus espacios más destacados se encuentran el Salón de Baile, la Biblioteca Inglesa y el Patio Pompeyano, todos ellos con una decoración exquisita. Además, su fachada ornamentada es un verdadero espectáculo, especialmente iluminada...
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