Se trata del baluarte más antiguo de los que componen la muralla renacentista de Pamplona. Se erigió sobre un antiguo torreón de la muralla medieval, la Torre del Tesorero o Torre de la Moneda, porque se encontraba muy cerca de la casa del tesorero de la catedral.
Esta es la sección de la muralla más fácil de defender, al tratarse del punto más elevado del casco antiguo y contar con la barrera que supone el río Arga. Aún así, se trató de reforzar el frente francés de la muralla frente a cualquier ataque procedente del norte, y en 1530-1540 se construyó esta moderna fortificación de forma trapezoidal y surcada por numerosas troneras para la artillería.
El entorno del baluarte siempre estuvo despejado de edificios con el fin de facilitar la defensa, si bien existía un polvorín (actual Caseta de los Cordeleros) y un cuerpo de guardia (donde actualmente se erige el Mesón del Caballo Blanco).
En el año 1740 se construyó bajo el Baluarte del Redín otro baluarte más bajo que reforzara su defensa, y que se denominó Baluarte de Guadalupe.
Además de su valor histórico y militar, el baluarte nos ofrece el mejor mirador de la ciudad de Pamplona, con vistas que abarcan desde Huarte, Villava, Burlada, la Chantrea, la Rochapea, el barrio de San Jorge... hasta el Monte Ezkaba y otros picos más lejanos al norte. Y por supuesto, también podemos gozar de una buena perspectiva sobre el resto de fortificaciones de este frente de Francia, como el vecino Portal de Francia, el Revellín de los Reyes, el Baluarte Bajo del Pilar o el propio Baluarte de Guadalupe a...
Read moreDesde la Catedral seguimos por el Paseo Redin hasta la zona donde se ubica el Baluarte de Redin, otro de los componentes de la fortificación de la ciudad, destacando que es la única parte de la muralla que se mantiene como fue construida. Su forma estrellada con tres puntas permitía que los cañones cubrieran todos los ángulos de tiro. En cada extremo de la estrella hay una garita. También desde este lugar se pueden ver buenas vistas...
Read moreAquí tiene un 4,8 y es justo; es mi lugar favorito de una ciudad que he visitado casi siempre en sus infames fiestas de San Fermín, pero que en esta ocasión hice de manera familiar. Como mirador está bien, sin más, no es que las vistas alegren el día, pero el entorno en general es realmente bonito. Llegamos ya de vuelta de la comida, pero parece un sitio ideal para sentarse a tomar algo en alguna...
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