Aport — Restaurant in Autonomous City of Buenos Aires

UNO DE LOS EMPLEADOS ME ROBÓ LOS DATOS DE MI TARJETA DE CRÉDITO E HIZO COMPRAS

El 27 de Enero fui con un amigo a tomar algo. Arrancamos mal, tuvimos que esperar más de media hora para que nos traigan un par de caipirinhas, la atención es desastrosa. Después de las caipirinhas, pedimos unas bebidas más y al terminar pagué con mi tarjeta de crédito. Quizás por estar un poco entonado no me avivé en pedir que traigan el posnet a la mesa, se llevaron mi DNI y la tarjeta. Estuvieron como 5 MINUTOS con mi DNI y con mi tarjeta aproximadamente 10 MINUTOS O MÁS. A los 2 días de haber estado en el bar empezaron a hacer compras por internet con mi tarjeta, me gastaron aproximadamente $110.000 pesos en ropa y $20.000 en compras en un portal de venta de entradas. La tarjeta solo la uso para hacer compras pequeñas (comida rápida u ocasionalmente en algún súper, compras en las cuales rara vez te piden siquiera el DNI) razón por la cual estoy más que seguro que las compras las hizo algún empleado del bar. El martes fui a hablar con los dueños, primero hablé con quién se identificó como la madre del dueño, una señora rusa, nunca me dijo su nombre. Le comenté lo ocurrido y me dijo que fuera más tarde para hablar con el dueño: Sergio, que cuando lo ubiqué me di cuenta que en realidad se llama Sergey porque es el hijo de la señora y ambos son rusos. Antes de hablar con Sergey me dirigí a la comisaría 5ta de Almagro e hice la denuncia correspondiente. Luego de hacer la denuncia volví al bar para ver si encontraba a Sergey, el dueño. Lo encontré y tuvimos una charla muy amena, hablamos siempre en buenos términos aunque yo estaba muy caliente por lo ocurrido y no tuve ningún reparo en decirle que lamentaba informarle que está trabajando con ladrones. Le pregunté quién era "Juli", el mozo que aparece en el ticket (primera foto) y quien fue el que me atendió, pero me dijo que "los mozos se ingresan al sistema con cualquier usuario, así que pudo no haber sido él quien te atendió", me pareció un verso y al final nadie me quiso decir quién era "Juli". La conversación se dió adentro del bar a pasos de las cajas donde varios empleados se quedaron mirando como preocupados y con una actitud bastante sospechosa. Particularmente en una de las ocasiones que ingresé al bar, la empleada de la tercera foto, sacó su celular a escondidas y, pensando que no me di cuenta, me sacó una foto asomando su celular por arriba de la mesa del sector de cajas. Inmediatamente le comuniqué a Sergey que su empleada me había tomado una foto sin mi consentimiento pero no hizo absolutamente nada. Cómo no tengo nada que ocultar, yo saqué también mi celular y le tomé una foto a ella con el objetivo de subirla acá y advertirles a todos ustedes que están leyendo esta reseña la manera tan turbia en la que parecen manejarse en ese bar. Lo único que me supo decir Sergey al final de la conversación que tuvimos, es que el día que me robaron los datos de mi tarjeta, en la caja estaba una tal "Guada". CUIDEN SUS TARJETAS EN ESE BAR. Una lástima que gente tan educada tenga que dar la cara ante la justicia por tener empleados amigos...

El lugar está bien puesto, es muy sencillo y está bien ubicado en el barrio de Almagro. El ambiente es agradable. Pedimos dos sandwich, uno de jamón crudo y otro de pastrón, muy buenos ambos! Las papas con cheddar, verdeo y panceta también ricas. Hay variedad de buenas cervezas artesanales y jugos naturales. Un punto flojo es la atención: el sanguche de jamón crudo viene con queso brie y como no nos gusta, pedimos cambiarlo por cualquier otro queso, algo que no lo vimos tan complejo de solucionar. Sin embargo, la respuesta fue "viene así y no se puede cambiar". Cabe aclarar que la persona que nos atendió no consultó con nadie, dio esa respuesta y punto. No queda claro si fue decisión de ella o es la política del restaurante. Otro aspecto extraño es que el personal de cocina está todo el tiempo saliendo y entrando del salón con los platos hasta la barra y de ahí los mozos lo llevan a las mesas. No es molesto para los clientes pero se ve un poco improvisado y desprolijo. Aceptan tarjetas, pero con las de crédito cobran 10% de recargo, Y por último, cuando se empieza a llenar de gente el servicio se pone demasiado lento. Sin embargo, la relación precio-calidad está bien, podrían mejorar la atención, falta un poco de esmero. 23/06/24: actualizo información. Se mantiene la atención muy mejorable. Amables (en especial la chica que está más tiempo en la caja), pero desorganizados y servicio lento. Mucho tiempo para retirar los platos después de un buen rato de haber terminado. La tortilla de papa completa no me gustó, estaba muy seca. No me preguntaron si la quería "babé", y aunque reconozco que yo tampoco la pedí así, igual estaba demasiado seca. Muy bueno el pancito que traen y el babagabush. A las aceitunas "extragrandes" que ofrecen en la carta, justamente les faltó el "extra". Son aceitunas ricas, pero del tamaño que se consigue en cualquier lado. Ricos los bastones de mozzarella. Creo que es un buen lugar para volver, sabiendo que el servicio no es el mejor. Los precios...

Recién siendo 04/09/22 fuimos a almorzar con mi amigo para conocer el local, somos del barrio siempre vimos q había gente q se quedaba, pero la experiencia fue una decepción, cuando llegamos no hubo cordialidad en el saludo de bienvenida en el lugar, no hubo empatía por parte de la persona q nos recepciono, pregunté por un lugar y solo me dijo "queres adentro o afuera" lo q mi rta fue donde haya lugar, solo hubo una rta en cualquier mesa de dos veas podes sentarte, la mesa no tenia el mínimo de cosas, llámese un servilletero con sal adherezos etc, es un lugar para comer, cuando nos trajeron la "carta" era un papel plastificado con un QR, no hubo una atención mínima de "chicos pueden escanear el código o en caso de q no puedan tengo la carga física" básicamente lo q reclamo es lo mínimo de atención, no había servilletas tuvimos q pedirlas y lo único q nos trajeron y nos dejaron en la punta de la mesa fueron 3 servilletas. La comida -10 pedimos pastas una con tuco y la otra con crema, cabe aclarar que las mismas tenían gusto a nada, la salsa de tomate era literalmente puré de tomates con un poco de cebolla, la crema era una mezcla del tuco con crema de leche, no había sal, pues entiendo q se cocina sin sal por razones obvias donde cada comensal le agrega a gusto. Mi amigo comió todo por una cuestión de educación porq la comida no se tira y yo no pude terminar mi plato. Pedimos automáticamente la cuenta y la chica q nos recepciono pidió un feedback donde le explique mi punto de vista donde las cosas que reclamo es lo mínimo q se espera en lugares donde una persona va a comer, una pena porq el local no nos invito a quedarnos y consumir. Espero q pueda llegar a quien corresponda y desde ya no recomiendo el lugar. Fue debut...