Los Pinos — Restaurant in Autonomous City of Buenos Aires

Los Pinos es un restaurante tipo bodegón ubicado en Recoleta, con un ambiente que refleja su historia y antigüedad. A simple vista, el lugar tiene su encanto, pero la experiencia gastronómica dejó mucho que desear.

Servicio y atención

El servicio fue pésimo. Desde la demora en la atención hasta errores en los pedidos, la experiencia fue frustrante. Pedimos una tortilla de papa simple y la trajeron con chorizo y cebolla. Pero lo peor fue que, cuando llegaron todos los platos (éramos cinco personas), nos avisaron en ese momento que se habían quedado sin abadejo, dejando a uno de los comensales esperando mientras los demás comían. Como solución rápida, le ofrecieron una milanesa que, además de ser un plato sin gracia, terminó siendo una de esas milanesas que te hacen arrepentir después de comer.

Comida y presentación

Los platos no parecían especialmente buenos. Normales, sin destacar. El mejor fue un pescado con crema de ciboulette y gambas, aunque habíamos pedido dos y solo trajeron uno. La presentación dejó bastante que desear (3/10). La panera era bastante buena y la tortilla estaba aceptable (6,5/10), pero el resto de los platos no justificaban ni la espera ni el precio.

Carta de vinos

La carta de vinos no es su fuerte. Le faltaba calidad, aunque al menos ofrecen la opción de pedir vinos por copa, lo cual suma un punto a favor.

Relación precio-calidad

Los precios, en comparación con la experiencia, son pésimos. Esperar dos horas para recibir milanesitas insulsas es inaceptable.

La experiencia en Los Pinos fue negativa. Errores en cocina, mala atención y platos que no justifican la espera hacen que no valga la pena volver. Al menos, me regalaron la milanesa (sin disculpa de por medio), pero cuando uno sale a comer, busca disfrutar de un buen servicio y una comida acorde al precio. Experiencias como esta solo logran que no pises el...

Hice una reserva el día anterior. Al mediodía reservan solamente para 1215 hs, con 15 min de tolerancia. Para ocupar la mesa deben estar todos los de la reserva, sino no te dejan. Fuimos a comer parrillada, y eso pedimos! Chorizo, morcilla, chinchulin y riñón en la primera tanda. Chorizo, morcilla y riñón, crudos, incomibles. Los chinchu, quemados. Mandamos todo a cocina y volvió no solamente crudo, sino que también vino quemado. Mandamos todo a cocina, por segunda vez y volvió peor. Se lo llevaron. Traen la segunda tanda: asado, bondiola y pollo. Todo rico, aunque la bondiola estaba seca. En el medio, traen de nuevo la primera parte, que vino aún peor que la primera vez. No la volvimos a tocar. Aconpañamos con fritas, que eran olvidables. También sobraron. Cuando hago el reclamo, un mozo de Colombia quiso darnos cátedra de como se come la morcilla en Colombia, algo que me importa muy poco y no justificaba que la comida esté cruda y fria. Jamás nos sentimos escuchados o que alguien se preocupara por nuestra estadía en el restaurant. Quise acercarme a un Sr. que parecía el dueño pero estaba muy pendiente del teléfono y de los pedidos, ni se dio cuenta que yo estaba ahí para comentarle. Asan con carbón, motivo por el cual repetimos la comida todo el día. Aparte estuve todo el día sin poder sacarme el gusto a quemado de la boca. No sé como será el resto de la comida, pero claramente no volvería. Estuvo casi todo mal y nadie se acercó o demostró preocupación por nosotros, y eso que nos atendieron 3 mozos distintos. Al momento de pagar no tienen problema, eso lo hicieron perfecto. Cobraron todo. Por suerte pudimos llevarnos lo que sobró (que fue mucho) y un perrito de la calle lo aprovechó. Para él, estaba ok. Para...

Fuimos a cenar anoche para festejar el cumpleaños de mi mamá. Elegimos este lugar por la cercanía con nuestra casa y por su puntuación. Nos atendió un mozo, el más bajito, ya de entrada cuestionó el tema de mis sobrinos que con ellos éramos más de 8. Mi hna le explicó que había llamado antes y le dijeron que podían sentarse arriba de alguno xq sino, no se podía. Hasta 8 pers solamente. Con mala gana nos dio 2 sillas. Después mi cuñada le pregunta si el salmón era ahumado (ya que a ella no le gustaba) y el tipo re atacado le dijo que si quería salmón ahumado, que vaya en frente que le cobraban $5000, todo parecía una molestia. Después ya estaban cerrando, éramos los últimos, entiendo que te querés ir, yo también trabaje en gastronomia muchos años. Pero uno de mis sobrinos se había dormido, estaba mi otra sobri y la bebe de 4 meses en el cochecito. Hacia mucho frío de y estábamos esperando un uber que en 5 min llegaba, literal. Los de la caja, cocina y el mozo, nos empezaron a mirar re mal, onda váyanse. En una, uno le dice a mi papá que le abría la puerta para que pueda pasar con el cochecito y mi papá le dice que gracias, pero que hacia frío y esperábamos el uber. Para qué! La cara de odio de los tipos era increíble. Nos sentimos tan incómodos que salimos y esperamos afuera. La verdad que no teníamos otra opción, hacia frío y mi mamá y mi papá son grandes y no daba que estemos dando vueltas por ahí, xq yo me levantaba y me iba. Lo único que rescato, fue la comida que estaba riquísima y 1 mozo alto con anteojos que fue más amable, pero que lamentablemente no atendía...