Linda cafetería-bakery ubicada en pleno barrio de Palermo. En términos edilicios, desde afuera podés apreciar mesitas dispuestas para sentarse más un bicicletero; luego, apenas entrás, un amplio salón rectangular dividido en dos partes por un vidrio. De un lado, se encuentran la caja-mostrador, una escalera que conduce hacia el baño y varias mesas (algunas son cuadradas-rectangulares de madera, otras redondas de mármol -o símil-; unas cuantas son para 2 personas, otras para compartir en grupo y hay algunas de costado acompañadas de sillas acolchadas las cuales están ubicadas contra la pared). Del otro lado, tras el vidrio, se puede observar a lxs trabajadores de la cocina, quienes se encuentran preparando los platos pedidos. Todo el mobiliario porta un estilo moderno, con colores suaves en la gama de marrones cálidos y toques de grises. Respecto de los toilettes, éstos siguen "en composé" el estilo decorativo del lugar: por una parte están los baños propiamente dichos -muy lindos y limpios-, y por otro, los lavabos que son compartidos. Ahora bien, respecto de la comida, el menú es variado y con opciones que son verdaderamente frescas y orgánicas. En mi caso, tal como acostumbro, pedí yogur natural con granola y frutas de estación a 240 pesos (porción generosa, con buena cantidad de cereales muy sabrosos y de frutas realmente seleccionadas -frutillas, arándanos, manzana verde y banana-), acompañado de café (en principio pedí uno chiquito que salió 100 pesos y no estaba super sabroso ni era gran cosa como para que saliera esa plata, y luego, un café con leche a 140 pesos aproximadamente, el cual sí estaba muy rico y se notaba que estaba hecho con una leche orgánica). Al respecto, me pareció genial que no sólo el azúcar fuese integral sino también el edulcorante. En cuanto a la atención, destaco la predisposición del encargado del momento, no así de las meseras, puesto que no se notaba que estuviesen muy organizadas ni atentas; de hecho, la chica que me atendió tardó tanto en cobrarme y darme el vuelto que no tuve más remedio que marcharme dejándoselo como propina, la cual incluso quedó por debajo del 10%. Por último, destaco que la red de wifi es abierta, no obstante para poder ingresar debes completar algunos datos generales personales, que luego utilizan para enviarte por correo una encuesta de satisfacción para que puedas calificar del 1 al 10 tu experiencia en el lugar. A su vez, días después, te mandan otro para regalarte un 10% en tu siguiente visita a cualquiera de sus franquicias, sólo válido para dentro de los 7 próximos días, ofrecimiento que me parece un NO descuento, dado que, no solo tiene fecha de expiración, sino además, tomando en cuenta el contexto inflacionario por el cual estamos atravesando, ese porcentaje es ínfimo, la nada misma. Hoy en día, si van a realizar un descuento que por lo menos sea del 30% (en 100 pesos, serían 30 pesos, ¿cuánta pérdida les puede dar?); sólo así realmente pueden cautivar y hacer regresar a lxs clientes, con verdaderas propuestas, no con falsas dádivas. En síntesis, la relación precio-calidad (alimentaria y edilicia), me pareció que estuvo bien debido a la materia prima usada y a la instalaciones, sin embargo, si buscás un lugar un poco más económico, ésta no es la mejor...
Read moreMy sister stayed with me in Palermo for about 2 weeks, and we visited Ninina at least half a dozen times. There are a few qualities that make it rare in a special way.
At first we thought it was just a place to drink good coffee (after her third of the week, my sister called it the best almond cappuccino she’d ever had).
But the quality doesn’t stop at coffee. They make a fantastic asparagus soup that my mom - who herself is a high quality cook - photographed and now wants to replicate at home.
Their medialunas are some of the best I’ve had in Buenos Aires. I’ve also loved their sandwiches and egg breakfast plates, and desserts.
What’s really happening at Ninina is that it’s one of those rare places that goes the extra distance, that understands hospitality. They make their own almond milk, have gorgeous marble and wood table tops, welcoming lighting, and a friendly staff that remembers your name.
I’ve spent more than 6 months in Buenos Aires and this is...
Read moreWe sat there for over 40 minutes just waiting for coffee and tea — and never even got our food. Meanwhile, we watched table after table (all seated long after our party of four) get served their meals while we were completely ignored. After an entire hour, we finally gave up and left — still hungry. On top of the abysmal service, their “gluten-free” advertising is a joke. When I ordered an omelette that came with bread and asked to swap it for fruit, I was told I’d have to pay extra for a fruit plate. Once we asked for our check and to leave without food they waited another 5 minutes and brought us food in to go containers and said we didn’t have to pay. While that’s a nice gesture, they put bread in my container after expressing im celiac. Something tells me if the plate ever made it to us it would’ve been the same.
Unprofessional, disorganized, dangerous for people with food allergies, and completely disrespectful of their...
Read more