Perú Deli — Restaurant in Autonomous City of Buenos Aires

We waited 90 minutes to be served ceviche, while those who arrived after us were served their food well ahead (and one couple even had a 3 course meal in the time we waited).

The waiter had to come to us twice after ordering, because he had forgotten our order... twice... (and about 20 minutes apart!!!). Eventually we were so sick of waiting that we asked for the bill, making the point that we were ready to leave, before he hurried the kitchen and we finally got our food - 90 minutes after ordering. Maybe we should have just walked out the door without looking back. His friendliness suddenly disappeared.

The only other foreign couple in the restaurant had similar treatment and had to ask after their food, as we did, as we watched others be served their meals around us.

There was no apology or acknowledgement that anything had happened, or that we had been forgotten.

The ceviche was nice and the rest of the food was average. Will not...

I'll have to start saying the food here is absolutely delicious. Like top tier food for real. Unfortunately the headache you have to go through dealing with the service is not worth it. Right off the bat the waitress was flat out rude and gave us attitude. Don't even try asking her about the menu. We are not from here and tried inquiring (we are native spanish speakers, imagine how bad it would be for foreigners). We inquired what a few dishes consisted of and she literally complained: "but it's right there in the menu". Ok thanks??? Then the drinks took so much to come, we literally went outside to the market across the street, bought our own water, and almost finished them before they came with the waters we ordered. When the food came, they forgot my dad's plate in a table and he had to ask for it, so we all ate separately basically. The fries never came. Super disorganized. Great food but...

Me resulta inentendible la valoración de este restaurante. Todo está mal. Al llegar, con dos mesas ocupadas, todas las mesas libres sucias. Una vez sentado le pasan un trapito que alguna vez en el correr del día vió alcohol, solo a los individuales, el resto de la mesa permanecerá sucia. Nos traen una carta que no tiene precios. Como se supone que uno elija que quiere pedir sin saber si el costo es razonable? La mitad de la carta es alguna variación de papas o salteados, creo que la comida peruana es un poco más que eso. El resto de la carta es sushi. Creo que de ahí viene el término comida fusión peruana/asiatica, miti peru miti sushi. La comida no llega a un nivel que consideraria como aceptable. Un salteado de "lomo" (vamos, todos a esta altura sabemos lo que es lomo y lo que es un corte económico) que uno puede hacer en 10 minutos en su casa con lo que tiene en la alacena. El sabor se lo da un poco de salsa de soja y nada más. También pedimos un "Quinoa Tai" esperando ver la fusión en su máximo esplendor. Un guisado de quinoa, que no importa la proteína que elijas, tendrá pedazos de tofu y saborizado con el curry en polvo mas básico que puedas encontrar en el supermercado. En la carta dice que tengas cuidado y consultes por el nivel del picante del plato. Quédense tranquilos que no pica, nada, ni un poco de pimienta tiene el plato. Todos los platos parecen tener dos opciones de guarnición, cuando no vienen ambas. Una torre muy artística de 8-10 papas fritas y arroz. El arroz destaca por estar casi crudo, seco como si lo hubieras dejado destapado dos días en la heladera y frío. La decoración del lugar es ecléctica, por llamarlo de alguna manera. Una fusión entre lo que fue cuando abrió, años atrás y remiendos que no quedaron super bien. Las paredes descascaradas de la humedad y las telas de araña en los artefactos de luz le dan una mística particularmente depresiva. La atención es nula, no hay mozos, la señora estará atras del mostrador toda la noche donde tiene dos monitores que le tapan la visión del salón y uno tendrá que pegar el grito desde la mesa. A lo largo de la noche se escucharan los llamados, "hola", "podrías venir", "me cobras?", mientras la señora, de mala gana sale de su rinconcito. Hay una cierta musicalizacion, que también es fusión, ya que en los parlantes del local suena una música ambiental, como de ascensores que se mezcla con los reels de instagram del celular de la señora. Un experiencia inolvidable, que espero no...