Rugantino — Restaurant in Jalisco

I asked for a glass of wine that usually drink, when I got it it wasn’t good to be drank anymore, I asked the waitress and she sent Pablo, who was rude and looked over my shoulder when I explained the situation, then he asked if I knew about wines and I actually do, then he went on and on that he supposedly is a sommelier with 10 yrs of experience, blah blah so I ordered something different and he gave me only half the glass although they charged me in full for it. Later I noticed more tables were returning their red wines, so obviously there’s something wrong either with the supplier or their way to keep the wines, but they won’t admit it. The food is good, however desserts are overly sweet and the place is tiny, hot and noisy…would think twice before...

The first time we came here, we had a wonderful experience with food and service. On our next visit, we didn't have a reservation so we were seated right next to the bathroom, even though the restaurant was completely empty except for an employee eating at the table next to us. We did not complain because we assumed they must have had a lot of reservations for a little later. However there remained empty tables the entire time we were there. Our waiter was very brusk and hardly said two words to us. The smell of Pinol from the bathroom unpleasantly affected our meal even though all the food was excellent. Honestly, the food is so great we will go back but not without a reservation. We just need someone to answer the phone so we...

Nunca habíamos ido pero nuestros amigos conocían el restaurante y tenían buenos recuerdos de hace muchos años por lo que nos propusieron ir ahí a cenar. El lugar está bien situado. La decoración y ambiente agradable. La comida muy rica. Pedimos pizza de salmón de entrada y para comer risottos y pulpo a las brasas. Al final pera al vino tinto y tiramisú con macchiato, capuchino y expressos. Nuestro amigo llevó vino. Sabemos que siempre se paga descorche pero en esta ocasión el mesero de manera ruda dijo que según el costo del vino seria el costo del descorche. Nos sorprendió ya que jamás nos había pasado que una cosa dependiera de la otra pero lo aceptamos. Solo trajeron 4 copas y abrieron el vino. En otros restaurantes hasta hielera con base nos habían llevado para el vino. El mesero continuó con su mala actitud. Se atravesaba para poner o quitar platos. Hay un modo de atender una mesa pero el no parecía conocerla. Jamás se cruzan platos o las manos enfrente de una persona ya que podría golpearla sin querer, cosa que pasó. El lugar permitía el movimiento de un lugar a otro para ofrecer un buen servicio. Yo pensé que quizá yo había sentido que era rudo pero platicando con nuestros amigos fue obvio que todos percibimos lo mismo. Hasta bromeamos que era Elmer gruñón ya que su nombre es parecido. Estuvimos a punto de irnos para tomar el café y el Postre en otro lado, por la rudeza de la atención de mesero, pero comenzó a llover y ya mejor no nos movimos. Al final le dejamos propina pero de verdad no se la merecía. Normalmente somos generosos ya que reconocemos y agradecemos el buen servicio. Solemos salir juntos con nuestros amigos a restaurantes y no nos habían atendido tan mal. El sonido de la música creo que es un poquito alto ya que por momentos no se escucha al que está hablando al otro lado de la mesa, que no es tan grande. Uno va a platicar y disfrutar de la compañía. En general el lugar y la comida muy bien. Pero con el mal servicio la verdad es que no nos quedaron ganas de regresar. En la ciudad hay tantos buenos lugares con excelente servicio que uno no tiene la necesidad de exponerse a malas caras y...