Siempre me ha parecido una excelente opción de mariscos sinaloenses, sin embargo, esta vez varias cosas me parecieron un tanto decepcionantes. Para empezar, su carta ya es sumamente extensa y pretenden abarcar muchísimas cosas que ni siquiera tienen que ver con ese tipo de comida, muy característico del complejo que tenemos con la comida mexicana, pues siempre hay que meter en el menú opciones de comidas de otros lugares, algo que evidencia el desconocimiento y respeto por nuestras cocinas, pues no tiene ningún sentido que en una carta sinaloense exista pasta Alfredo, Portobellos rellenos, etc. Hicimos una selección con opciones de la gastronomía local: aguachile, tacos, chicharrón, de pescado, entre otras. Antes me encantaban los aguachiles de aquí sólo que ahora no sé cuál es la razón por la que cambiaron la forma en que los hacían. Un aguachile, es una salsa hecha básicamente de agua con chile y algunos otros ingredientes, como limón y pepino, la cual se agrega sobre el camarón para que curta y adquiera una mejor consistencia y sabor, sin embargo, me parece que alguien sin conocer la lógica de la técnica, decidió que era mejor idea preparar una salsa muy espesa, la cual, además de perder la esencia original, no permite que el producto se marine adecuadamente y por lo tanto, los camarones quedan aguados, además de que no saben bien, y para colmo, no lo sirven con la cantidad de pepino y cebolla que esta preparación tradicionalmente lleva, algo que también resta sabor Pasando al chicharrón de pesca, esta vez también fue bastante decepcionante, ya que el pescado sólo estaba empanizado y mal frito porque no era crujiente como lo son los chicharrones, además de que estaba servido en un molcajete con una cama de guacamole mal sazonado, ya que no sabía a nada. Dentro de las especialidades ofrecen tostadas y torres de mariscos, y nosotros escogimos una torre especial que contenía un poco de todo: atún crudo, camarones crudos y cocidos, pulpo, todo esto, marinado con salsas negras, y acompañado de pepino y cebolla, una buena opción, pero en realidad nada espectacular. Pasando a las opciones de Tacos, decidimos pedimos una serie de Tacos. Yo era muy fan del taco costra, pues desde la primera vez que fui, me encantaba, ya que era un taco súper bien ejecutado: una costra de queso, con camarones adobados, todo esto, acompañado de una ensaladita de lechuga con jitomate y aderezado con mayonesa, todo sobre una deliciosa tortilla de maíz hecha a mano, pero esta vez la desilusión fue mayúscula, ya que ahora los hacen en tortilla de harina de trigo, la costra de queso casi ni se siente, los camarones están mal adobados y tiene sobre todo ensalada que se vuelve la protagonista del plato. Otra opción que degustamos fueron los Tacos gobernador, estos estaban bien de sabor aunque era muy poco relleno. Para finalizar la ronda de la tacos, pedimos unos de pulpo al ajillo cuyo sabor estaba muy bueno, receta sencilla sin mucha parafernalia que resaltaba al protagonista. De postre pedimos un flan y aunque sé que su ingrediente principal es el huevo, sabia demasiado, por lo tanto no estaban equilibrados los otros sabores, además de que la cocción estaba mal ejecutada porque estaba lleno de burbujas de aire. Por su parte las bebidas que fueron micheladas, de las cuales hay varias opciones. Y para acompañar el postre, un carajillo que aquí los preparan deliciosamente, y la versión con mazapán es una combinación ganadora. Para finalizar, una gran molestia es el volumen al que tenían la música. Varias veces les pedí que bajaran el volumen ya que al ser un restaurante familiar que hasta área para niños tiene, no hacía mucho sentido escuchar la música tan alta al punto que para conversar hay que gritar y aún así, apenas se escucha; sin embargo hicieron caso omiso a pesar de que yo iba con mi bebé, algo que apresuró nuestra salida del lugar. En resumidas cuentas, para mí era más disfrutable este restaurante cuando se apegaban más a las recetas tradicionales y se respetaba al producto, porque muchas veces, incluida la cocina,...
Read moreEn una calle no muy concurrida de la colonia Roma Sur en la CDMX se encuentra éste restaurante de mariscos con un ambiente agradable, alegre y el personal extremadamente amable. Afortunadamente no lo han invadido los fantoches.
Es de un nivel intermedio, ni de bajo costo, ni de lujo, con comida fresca y de buen sabor. Algunos platillos, como las tostadas se presentan un poco exagerados, parecen una pequeña montaña en un plato, así como los enormes aguachiles y mariscos, pero todos muy frescos y muy buenos.
Algunos platillos que me han llamado la atención no son tan comunes, por ejemplo, una sopa de tortilla, pero con caldo de camarón y camarones cocidos, francamente es una delicia.
Otro platillo fuera de lo común es el filete de salmón sobre una pasta capellini con verduras frescas ralladas. Siempre le pongo un poco de chile chilpitín molido y el sabor es exquisito. A veces trae alcaparras y cuando se les terminan, no trae. A mi me gusta con o sin alcaparras ya que disfruto los sabores fuertes.
Una parte de mi me dice que no escriba sobre buenos lugares porque luego se llenan de wannabes, pero no puedo evitar compartir restaurantes que valen la pena visitar y disfrutar de momentos con comida agradable.
Mi única queja es que la dueña hacía los postres caseros, ahora ya son tipo costco y eso es un tache. Son los pequeños detalles que mantienen a los comensales felices y a los restauranteros con las bolsas...
Read moreAmazing seafood! It’s a bit on the pricier side, but it’s worth it. The produce is super fresh, portions are of a decent size, so be mindful when ordering, you can get way too much food. Beware of the spiciness, true to culichi cuisine, chiltepin chilli is present and it’s both delicious and hot!
The restaurant it’s pretty well ventilated
The staff is friendly...
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