To preface, I came to La Niña on New Years Eve to have their tasting menu. It’s composed of dishes featured on their regular menu, but I don’t think you would be able to get this any other time.
Food — overall very solid. Each dish is curated with the intention of representing Peru's expansive cuisine, sourcing the majority of ingredients from the coast whilst respecting Andean cultures. Their abalone is infused with a boozy tiger milk sauce so good I took a shot of it. The “ceviche without fish” uses fermented kelp for briny depth, balanced by tropical fruits to soften the sharp funk and saltiness. I could go on about how high their highs are, but it’s worth noting where La Niña stumbles—the earthy dishes. In the attached photos, you’ll find a dark brown soup and two cubes of lamb in a green broth. The former's dark hue comes from eucalyptus, imparting a deep, earthy smell but a dreadful dirt flavor. The latter runs into the same issue, but this time, it overwhelms the delicate flavor of lamb that was cooked for 48 hours just so that it could stand out.
Service — it was great, no complaints.
Atmosphere — really depends on how sensitive you are to noise. With New Years Eve, songs were played at full blast that drown out conversations and may hurt ears. Hopefully, your visit won't be like mine in this respect. This aside, the place is beautiful.
Overall — it's worth it. It's hard to find tasting menus of this caliber anywhere else for this price. If you don't have the opportunity for the tasting menu, try it anyways. I'm confident in La Niña's ability to cook some great food despite its...
Read moreHacía mucho tiempo que no tenía una decepción como en La Niña. Era un restaurante que siempre quise ir en su anterior ubicación y que nunca conseguí probar. Ahora se encuentra en una esquina de Angamos oeste, en una casa recién remodelada. El servicio es bueno, quizás demasiado pomposo ya que la calidad de los platos no es acorde al lujo de la decoración y al servicio. El resumen de la experiencia es una decepción que se apodera de los comensales plato tras plato y la decepción se mezcla con lo ridículo cuando las pésimas elaboraciones se mezclan con sobreactuaciones de unos camareros que son plenamente conscientes que venden una idea que no existe en realidad. Algún camarero se solidarizó con nosotros al hacerle alguna observación de los platos.
Pedí: Tataki de Atún a la Robata y Sashimi de Fortuno, de linda presentación y sabores poco logrados y aburridos, pero comestibles. Pizza de Gorgonzola dulce, el mejor plato (quizás deberían ser pizzería y ser menos pretenciosos), el Cangrejo Popeye también estaba correcto, Las Crudites & Flores con Hummus, gazpacho y alioli de jalapeño, un plato sin sentido, ofensivo, eso si con un nombre rimbombante para justificar el desacierto del chef. El plato literalmente (pueden ver la foto) es un plato con hielo y encima 7 tomates cherry, 3 zanahoria baby y 2 rábanos, vegetales sin ninguna gracias acompañado con hummus, 5 ml de gazpacho y 5 ml de una salsa de jalapeño. No hay calidad en los vegetales y el trato del producto no justifican este despropósito, solo plantearlo en el menú, probarlo y no retíralo, inhabilitan al chef y al dueño.
Lejos de mejorar, los platos empeoran con los principales. Cometimos el error de pedir dos risottos de Hongos cajamarquinos, y como era previsible tenia muchos errores, el arroz estaba crudo y soso, y la crema tibia de stracciatella no aportaba nada, todo lo contrario el sabor lechoso se apodera del plato; eso si los hongos venían con denominación de origen. La chita corona la mala ejecución, pero no se preocupen si pensaban que nada podía empeorarlo se equivocan, las salsas pudieron malograr aún más el maltratado pescado (vean la foto por favor). La Chita había perdido toda la textura de su carne y era más bien un pure.
No me plantee ingerir nada más elaborado en el restaurante por lo que el postre dejó de ser una opción.
Las dos botellas de vino fueron lo único que hicieron soportable una experiencia gastronómica nefasta y difícil de justificar tras 7 platos mal elaborados, una carta sin sentido y un servicio rimbombante que no está acorde con la calidad de lo ofertado.
Lima tiene muy buenos restaurantes que por el mismo precio saldrán sorprendidos y satisfechos, quizás el camarero no estará siempre soplándote en la nuca, pero comerán bien que es de lo...
Read moreI've booked the La Niña experience today, May 1st. Got the confirmation email and guess my surprise? When I arrived at the restaurant today it was closed. No email. No message. Absolutely nothing.
Honestly this is such a disrespectful way to treat your customers. I could've book a different restaurant at least.
Couldn't recommend less.
P.s: It wasn't just me!!! While we're there was another guy who also had a reservation and got the...
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