Estimados señores, el día de ayer 19/06/18 participamos de la misa en la capilla a las 7pm, un grupo coral de 4 personas y el suscrito como sonidista de un equipo de sonido que consta de 2 parlantes, 2 Paradores de micro, 1 órgano y 1 consola, con el debido desplazamiento e instalaciones que esto conlleva. El caso es, que culminada la misa, en forma inmediata, se nos acercó un señor (más o menos joven) y de una forma bastante mal educada y levantándonos la voz, nos dijo que ya teníamos que irnos porque tenía que cerrar, a lo cual le explicamos que requeríamos unos minutos para desinstalar todo y retirar los equipos, explicación que no quiso entender y continuó increpándonos que nos fuéramos...lógicamente ya no hicimos el mayor caso por lo antes descrito...procedimos a levantar nuestros accesorios y equipo, pero antes de retirarnos yo, César Yesquén Luppo, me acerqué a dicha persona y le referí que era muy lamentable y que me daba mucha pena su falta de educación y pésimo trato a las personas, a lo cual continuó con sus expresiones ya descritas...finalmente le dije que ojalá en la tranquilidad de la noche en su casa pueda reflexionar sobre su actitud y darse cuenta del mal trato que le da a las personas que desdice mucho de lo que debe ser en un personal que labora en una parroquia, a lo cual me continuó levantando la voz (gritando) y amenazando con decirle al párroco para que nunca más nos permitan poder participar en futuras misas...finalmente nos retiramos. La intención de comentarles nuestra muy ingrata experiencia es con la finalidad que conversen con esta persona, a la cual pueden identificar por el horario señalado, y hacerle entender el rol también importante que cumple en su trabajo dentro de la parroquia, pero sobre todo hacerle entender que toda persona merece un buen y educado trato...y si quizás no se encuentra contento o satisfecho con sus funciones que se los manifieste y vean la mejor y mayor solución saludable para él. Gracias por su atención y disculpen lo extenso de mi publicación.