Restaurante Bar El Bodegón. — Restaurant in Albarracín

Visitamos este restaurante recientemente y, si bien la comida era aceptable, la experiencia general dejó bastante que desear, especialmente considerando el precio. El menú nos pareció significativamente caro para el tamaño de las raciones que ofrecían. Sentimos que la relación calidad-precio no estaba justificada. Además, un detalle que nos resultó poco flexible fue la falta de opción para elegir la bebida incluida en el menú, limitando las preferencias de los comensales. Quizás la disponibilidad de mesa en un día concurrido debió ser una señal de lo que nos esperaba. Además, notamos que este no parece ser un lugar especialmente pensado para niños. El tipo de menú ofrecido no era muy atractivo para los más pequeños y, lamentablemente, la amabilidad del servicio hacia ellos dejó bastante que desear. Para colmo, nos sorprendió que nos cobraran medio menú por una niña de tan solo 4 años que apenas probó bocado de su plato. Consideramos que esta política es poco considerada con las familias que viajan con niños pequeños. En resumen, aunque la comida no era del todo mala, los precios elevados, las raciones justas, la falta de flexibilidad con las bebidas y la clara falta de enfoque hacia los niños (tanto en el menú como en el trato) nos dejaron una sensación agridulce. No estamos seguros de que la experiencia valiera el precio pagado y, definitivamente, no lo recomendaríamos para familias con...

De entrada nos dicen que más tarde de las dos no nos guardan la mesa, sin embargo estaba medio vacío. La comida un menú de 22 euros totalmente mediocre para ese precio. Las migas es un pecado lo que hacen con ellas y un insulto a la cocina tradicional. El camarero nos dice que habían innovado y en lugar de uvas las ponen con cuatro trocitos de melón y más secas que la mojama, otras veces innovan con gajos de naranja, para llorar. Adjunto una foto como muestra. Un risotto duro y compacto y el caldo que debieron utilizar de concentrado de pastillas, nos dejamos la mitad. Mi mujer y yo pedimos chuletillas de ternasco, supuestamente, duras con cantidad de grasa y además secas. El postre dos mousse de café, de espumosas ni hablamos, un engrudo. Ahora eso si el precio como si fuera un establecimiento de categoría, que en su día lo fue, pero con otros propietarios. El camarero se creía un jefe de sala de un restaurante estrella Michelin. Lamentable ahora cualquier negocio lo lleva cualquiera, lo importante es aparentar, aunque se sea ...

Nefasto. Entramos un domingo noche porque no había nada más abierto pero el olor a rancio nada más entrar y esa musiquilla barata que hacía de cover de canciones de los 80 no prometía, por lo que decidimos no arriesgar. Primero, pedimos una ensalada de tomate con ventresca y nos pusieron un tomate verde un poco de atún en escabeche, todo ello regado con lo que parecía el aceite en escabeche de la lata! Como segundo, pedimos unas migas con huevo, y nos trajeron una especie de huevos semicrudos sobre una cama de migas súper grasientas, todo ello cubriendo un puré de patatas! Pedí que me hiciesen el huevo un poco más puesto que no la clara estaba blanca y me lo trajeron literalmente churrascado. Todo ello hizo una plasta incomible, como cemento armado. La ensalada, una botella de agua y las “migas” por 38,10€.

No soy delicada para comer, me da una vergüenza impresionante quejarme y no suelo poner malas reseñas, pero es el peor sitio donde he ido a comer en mi vida. No les pongo -5 porque...