Melosa Hamburgueseria — Restaurant in Barcelona

I recommended this place for a dinne with colleagues as one of them lived nearby and I ate here 2 years ago and had a nice memory. So we booked to have dinner. The attitude of the waitress (who might be the owner as well , not sure and it would be even worse) was unpleasant from the beggining, actually quite rude without any apparent reason, but we could have coped with that, we just wanted to have a dinner between colleagues. Unfortunately (or fortunately) We could not have dinner, we had to leave because there were cockroaches. After warning the staff with their total lack of interest, one of them just jumped on me and it wasn't pleasant. I spilled the wine and my colleagues were really speechless while watching me with this big cockroach on my back. In the loo, where I went 5 minutes earlier, there were several. We saw more on the floor. I understand it's a problem in Barcelona but I have never seen a place that ignores if the customers complaint about such a non hygienic issue and treat them in such an unpolite manner. I saw the reviews and I can see someone else experienced the same. So it's not a coincidence. Cockroaches come out for the heatwave and one can be a coincidence, but so many...it's a clear sign of a wrong hygiene condition of the restaurant and their (non)reaction is a clear sign that they know it. Thanks God we ran away before our food order was taken, not without being treated in the worst possible manner for not wanting to have a burger with cockroaches sitting with us at our table....

No sé ni por donde empezar. La comida es espectacular. La camarera es difícil de subestimar, es decir, peor imposible. Mientras pedimos tomó nota diciendo vale y ya está. Nos preguntó que si ibamos a comer solo 1 hamburguesa. Resulta que le habíamos pedido 2 pero no estaba por la labor de escuchar al cliente. Luego nos ofreció un upselling con la patatas grandes. Le hemos dicho que no y le hemos comentado la razón de que hemos pedido en numerosas ocasiones y ya conocemos las razones. Pues a la hora de reconfirmar lo que hemos pedido ha dicho que las patatas grandes. Puede haber sido un error pero con todo el resto, imposible. Nos ha soltado las hamburguesas en la mesa y no nos ha dicho cual era cual. Evidentemente nos las ha puesto al revés. Me ha cobrado con el datafono y apenas me ha dejado ver el importe. Al retirar la tarjeta me ha parecido ver que estaba mal y se ha ido corriendo. Le he pedido la copia del pago y me ha dicho que tengo el ticket de caja delante en la mesa. Le he insistido que quería el del pago y al final me ha traido la copia del datàfono. Le he pedido que me devuelva los 0'6€ que me ha cobrado de más y me ha traido el dinero en efectivo. Al comentarle que le he pagado en tarjeta me ha dicho que es un engorro. No uso efectivo. A ver donde me meto yo los 60cts por que no ha querido proceder de la forma correcta... Lo gracioso es que me ha dado por mirar el dinero y me ha dado 0,3€, le he tenido que explicar que 90-30 son 60, no 30. Que me devuelva bien, mi dinero. Ha parecido muy molesta, no avergonzada por el error que puede ser humano, sinó por que me he dado cuenta. Empiezo a pensar que es algo común lo de cobrar de más y si cuela, cuela. Luego le he preguntado por la tarjeta de fidelización y ha empezado a vomitar información sobre no sé el que de un sorteo de una bici o moto, ni ella lo sabe.

No escucha al cliente ni hace el esfuerzo por disimularlo y es lo primordial para dar un buen servicio. He pedido muchísimas veces y se me quitan las ganas de volver por culpa de un MUY MAL SERVICIO y no es el único comentario...

Realmente tengo un dilema. El otro día fui a cenar con unos amigos. Reservé telefónicamente casi una semana antes porque quería cenar allí. Tenía muy buenas referencias. La noche llegó y mi sorpresa fue que me dicen que ese día no se reserva. Era jueves y hay DJ, y parece ser que no reservan. Yo les digo que había llamado y reservado y me dicen que imposible, que ella, la chica del local, escuchó mi conversación con otro chico y que me dijeron que no se reservaba, y que incluso llamé dos veces para confirmar este aspecto. Mi sorpresa fue mayúscula. Óbviamente esa no era mi conversación ni mi llamada, pero no me dieron ni la opción de replicar. Según la chica yo estaba totalmente confundido y ellos 100% seguros. Seguramente por eso fui esa noche con mi reserva, no? Me pareció poco normal que ni siquiera dudaran, que simplemente dijeran "lo sentimos, ha habido un malentendido, en cuanto podamos te montamos una mesa...". Lo que se espera de un restaurante, vamos! Que me llamaran mentiroso a la cara no me suena como buena atención al público. En cualquier caso, y dado que realmente queríamos cenar allí, pedimos (que no nos sugirieron) un una mesa y que esperaríamos. Un chico muy amable nos consiguió una en la terraza, con el compromiso de cambiar a dentro en cuanto fuera posible, como finalmente sucedió. Pedimos y todo muy bueno. Excelente. No obstante me quedé con ganas de postre. En un momento determinado recogieron la mesa y nos dieron la cuenta, ya dividida y todo. Una sorpresa. No nos ofrecieron la posibilidad ni de consumir postre ni cafés. Un tanto extraño estando en un restaurante. Pagamos y nos fuimos a otro local. Y mi dilema es el siguiente: yo quería ir con mi mujer y mis hijos, pero ella dice que ni hablar, que si me han tratado así no pisamos el local. Y también están los amigos, claro, con los amigos va muy bien tener un local con esa comida tan buena. Qué hago, vuelvo...