Antecedentes: reserva efectuada con antelación de 10 días para la celebración de 2 cumpleaños. Solicitado comer en terraza si está acondicionada para no pasar calor a mediodía. Recibido mensaje privado del restaurante confirmando que atienden la petición. Hechos: el día de la reserva llamo al restaurante para avisar que seremos 1 persona menos y me comentan que no tienen claro si en la terraza pasaremos calor, que están reubicando mesas, que dentro ya están llenos por reservas anteriores y que nos pueden ubicar en el sótano. Pido que por favor mantengan mesa en terraza y en sótano para valorar cuando lleguemos puesto que no conocemos la parte de abajo del restaurante y se trata de una celebración especial. Como durante la conversación todo me da una sensación rara me adelanto a la hora reservada y al llegar ya solo queda sitio en terraza. Que ya me lo advirtieron cuando hablamos por teléfono me dicen, y que no pueden dejar sitios sin ocupar si llega alguien a comer. Me parece razonable, pero al menos podían haberme avisado al ver que se llenaba el restaurante y que no era lo que habíamos hablado, aunque según la propietaria soy yo el que no se entera. El calor en la terraza era insoportable, no está acondicionada para el verano a mediodía, no siendo un día caluroso de verdad (34º). Solución: nos querían colocar en el sótano (yo lo llamaría zulo) donde están baños a seis personas en una mesa de cuatro en una esquina. La gestión de la propietaria muy mejorable por no decir lamentable. La sensación es que estaba superada por saber que había actuado mal. Resultado: No nos quedamos, la mesa quedó vacía, no llegaron al objetivo de llenar el restaurante, y quedaron fatal ante nosotros y supongo que ante otros clientes que observaron la escena. Su “compensación” fue que volviera otro día y me hacía un descuento. Extraordinaria respuesta. Típico cuando algo se hace mal y se carece de capacidad de reacción: lo siguiente que se decide se hace peor. Lo mínimo que en mi opinión se podía esperar si se tiene un mínimo de interés por lo ocurrido sería “vente un día y te invito a comer”. Sinceramente, sólo con que hubieran dicho cuando hice la reserva que en verano en la terraza no se puede comer en lugar de intentártela colar, todo esto no habría pasado, no hace falta pedir nada más. Por suerte, la comida de cumpleaños que podía haber sido un desastre en el Inmigrante, se enderezó y nos fuimos a Proverbium, un restaurante Italiano que lleva 14 años en Boadilla, con un trato familiar, una comida excelente y un precio razonable. La comida del Inmigrante es muy buena, ya había comido allí, pero por lo que nos ha pasado, por la celebración que era, y especialmente por la desastrosa gestión de la propietaria, no volveremos, y en mi caso en particular, al contrario que hasta ahora, trataré que nadie que me pregunte vaya al...
Read more"Mi visita a este restaurante fue una experiencia excepcional desde el momento en que me senté en la barra y tuve la oportunidad de interactuar con el talentoso equipo de cocina. La pasión y el cuidado con el que preparaban cada plato era evidente, y el resultado no decepcionó en absoluto.
Probé una variedad de platillos con productos de primera calidad, todos ellos elaborados con maestría y con influencia de la rica diversidad de la cocina sudamericana. Cada bocado era una explosión de sabores auténticos y exquisitos que realmente destacaban la destreza culinaria del equipo.
Además, debo destacar el trato impecable por parte del personal, que se esmeró en hacer que mi experiencia fuera inolvidable. Su amabilidad, conocimiento y atención a los detalles realmente marcaron la diferencia.
En cuanto a la relación calidad-precio, considero que es excelente dada la calidad de la comida y el servicio ofrecido. Sin duda, vale la pena cada céntimo invertido.
En resumen, este restaurante no solo superó mis expectativas, sino que también creó un ambiente acogedor y memorable que me invita a volver una y otra vez. ¡Definitivamente planeo regresar para seguir explorando y disfrutando de su deliciosa...
Read moreUn buen día de verano, reservamos con mi novia para hacer " el lustro" de noviazgo. Y como a ella le chifla la comida Centro y Sudamericana, decidimos reservar mesa. El restaurante se encuentra muy accesible, junto a una parquing en bateria, cosa que facilita el acceso. El servicio ha sido de 10/10, en todo momento habia un profesional para atendernos. Nos hemos dejado recomendar. Y hemos acertado con el ceviche (plato obligatorio si vais a ir) La cocina la podíamos ver desde nuestra mesa y solo tengo elogios para el equipo de cocina. La comida era espectacular, y los cubiertos eran coherentes con con cada plato, y cada uno que nos servían estaba acompañado de una pequeña explicación de la composición y recomendaciones de cómo comerlo. Me ha hecho especial gracia, la manera en que te sirven el pan, en un cuenco hecho a mano, con el pan caliente y con una ramita de romero... Qué detalle! Los postres estaban deliciosos, dispone de una carta variada y con productos primarios de calidad. El WC en condiciones inmejorables! Le doy un 5/5...
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