Jardín de los Golfines SlowBar — Restaurant in Cáceres

The service could not have been less accommodating. We were a group of seven - they dropped a small bowl of olives at the end of the long table. One person ordered bread - it was dropped at the opposite end of the table. There are no paper menus - and everything is done by QR reader. Two people didn’t have phones - but the servers were impatient to get our order, but we were sharing phones. The server stood at one end of the table and took the order for the entire table from that one spot. People had to shout their orders across the table. We ordered bottles of water, the server dropped them off - unopened. The food was mediocre at best. A medium steak came out blue, a kid’s burger was ordered well-done, but came out rare. We sat there forever waiting for our plates to be cleared; we didn’t chance dessert. I don’t recommend...

Fuimos a cenar a este restaurante por varios motivos y la experiencia en general fue positiva.

El restaurante está ubicado en el casco antiguo de Cáceres, en un antiguo patio cubierto. El local es amplio y está decorado con abundante vegetación, lo que le da un ambiente natural al patio. El suelo está cubierto con imitación de césped, lo cual resulta agradable al caminar. Las mesas están bien espaciadas, lo cual me gustó especialmente, ya que no había sensación de agobio ni dificultades para conversar. Sin embargo, es importante mencionar que al ser un patio cerrado, cuentan con varias máquinas de aire acondicionado, lo cual puede resultar molesto para algunas personas y añade un poco de ruido, afectando el ambiente visual relajante.

El servicio fue correcto, los camareros fueron atentos y amables. Aunque los tiempos de espera fueron algo largos, no fueron excesivos.

En cuanto a la comida, en general estuvo bien. Probamos las croquetas, el canelón de carrillads, las bravas y una hamburguesa. Las croquetas estaban fabulosas, venían en una porción de 6 unidades y recomendaría especialmente las de patatera.

El canelón no me entusiasmó, pero es importante destacar que no lo pedí personalmente debido a que no tengo preferencia por ese tipo de carne. Es posible que otras personas disfruten de ese plato.

Las bravas fueron el plato más flojo para mi gusto. Las patatas eran tipo gajo y venían aderezadas con una salsa algo espumosa de alioli y pimentón de la Vera.

La hamburguesa estaba sabrosa, pero creo que podría mejorar. Era una hamburguesa doble, con pan brioche, bacon, queso y una salsa especial del chef. La carne y el bacon estaban bien preparados, pero siento que la salsa no resaltaba todo el potencial de la carne. La hamburguesa venía acompañada de patatas fritas tipo gajo. Personalmente, creo que podrían ofrecer diferentes salsas para acompañar la hamburguesa o para mojar las patatas.

En resumen, fue una buena experiencia en general y si decides comer aquí, estarás seguro de disfrutar de comida muy sabrosa y un...

Para comenzar quería mencionar el sitio privilegiado en la ciudad, siendo un antiguo palacio dentro del casco histórico de Cáceres. Respecto a la comida pedimos una Hamburguesa Extremeña con pan brioche doble ternera retinta con queso chedar, panceta crujiente ibérica, lechuga tomate cebolla caramelizada y salsa del chef, y una ensaladilla de pulpo ajada y mayonesa kimchi

Respecto a la hamburguesa no la volvería a pedir porque la carne a pesar de pedirla al punto estaba muy seca, y venía acompañada de unas patatas gajo que estaban como cocidas, no estaban crujientes.

Respecto a la ensaladilla poco que decir, pasable, no tenía mucho sabor y con unos trozos de pulpo pequeños por encima, nada de pulpo en el interior.

Respecto al servicio nos atención un chaval muy majo que a pesar de ser el único camarero se desenvolvió muy bien estando atento en todo momento.

No volvería a pesar de ser de Cáceres y tener un lugar privilegiado como he comentado anteriormente por el siguiente motivo, ya que en la mesa de al lado había dos chicos que se encontraban cenando de aspecto deportivo desaliñado, lo que pareció ser posteriormente uno de los dueños del restaurante, un tal "Juanma" y antes de tomarnos el camarero la comanda le dijo "niño ve a mirar si mi coche esta cerrado" teniendo que ir el camarero fuera del local a comprobarlo.

Solo por ese trato hacia sus empleados no volvería, ya que la carta es extensa y no se puede valorar el sitio con dos platos y todo tenía muy buena pinta.

Por último y como algo bueno te descuentan en la cuenta por tu amabilidad, sonrisa, generosidad y recomendación, buen detalle aunque sea solo por mencionarlo en la...