Torre de las Cigüeñas (c. 1480), en la Plaza de las Veletas, junto a la Iglesia de San Mateo, en Cáceres (Extremadura). Torre que forma parte, de la Casa de los Cáceres-Ovando, popularmente llamado 'Palacio de las Cigüeñas', que fue mandando edificar en parte de los solares del antiguo alcázar de Cáceres, que el rey Enrique IV de Castilla (1454-74) le concediera al capitán don Diego de Cáceres Ovando (1425-87) -hijo de los cacereños don Fernán Blázquez y doña Leonor Alfón de Ovando-, caballero de la orden de Alcántara y paladín de los Reyes Católicos. En la fachada principal del palacio se ve una puerta de arco de medio punto de grandes dovelas, sobre ella una hermosa ventana en arco conopial flanqueada por los blasones de los linajes Ovando y Mogollón, enmarcado todo por alfiz quebrado; con dos ventanas geminadas de arcos túmidos y mainel en mármol gris. Patio interior flanqueado por 4 logias o galerias por sus 4 lados, sustentado por columnas de arcos rebajados en la planta baja y geminados con clave colgante en el piso superior. Del patio sale la escalera -que se abre en abanico rodeando una pilastra gótica- que da acceso a la torre, que destaca por su gran altura. Torre de planta cuadrada con sillares graníticos en los ángulos y cuerpo superior saliente sujeto por ménsulas y coronado por almenas. Parece ser que es la única torre privada que no sufrió el desmochado de 1476 ordenado por la reina Isabel I de Castilla (1474-1504) -como medida para acabar con los enfrentamientos entre los linajes cacereños, a razón de las recientes 'guerra extremeña' (1464-70) y 'guerra civil castellana' (1474-79) que precisamente había elevado a la infanta doña Isabel por encima de su sobrina la infanta doña Juana 'la Beltraneja', reina de Castilla (1474-79); una ridícula disculpa para castigar a sus enemigos extremeños afines a la Beltraneja, porque permitió que Ovando 'levantase la suya como quisiere' (1477) en recompensa a los muchos servicios prestados a su causa-. Don Diego de Ovando, que estaba casado con doña Isabel Flórez, recibió (1480) de los Reyes Católicos un juro de 250.000 maravedíes de renta anual y la fortaleza y villa de Monleón (Salamanca) como heredad -donde murió en 1487-, por los servicios prestados. Fueron padres de frey Nicolás de Ovando, comendador mayor de la orden de Alcántara y primer gobernador de las Indias; y bisabuelos de don Juan de Ovando, presidente de los Consejos de Indias y Hacienda. Sede de la Comandancia Militar de Cáceres y...
Read moreUn paseo por el Cáceres Monumental te llevará hasta el punto más alto de la conocida como Parte Antiguo o Ciudad Monumental, donde encontrarás esta torre, que pertenece al palacio de las Cigüeñas, edificio situado en la plaza de San Mateo, en la parte más alta del recinto monumental de la ciudad de Cáceres. Se conoce por ese nombre por el gran número de cigüeñas que en ella anidaban. Fue edificada en el siglo XV por Diego de Ovando sobre una parte del antiguo alcázar almohade. La fachada está compuesta por un sencillo arco de medio punto con dovelas sobre el que hay una ventana y dos escudos de los Ovando-Mogollón. A los lados, en el primer piso, encontramos dos ajimeces con arcos de herradura apuntados. Del interior merece la pena conocer su patio señorial, visitable actualmente. Pero lo que realmente destaca del conjunto es su alta torre con almenas sustentadas por pequeñas ménsulas. Se trata de la única torre no desmochada del recinto histórico. La casa de los Ovando se libró de la orden real, de Isabel la Católica, dictada contra las torres de todas las casas por la lealtad de las mismas a Juana la Beltraneja en la disputa del trono de Castilla. Tras la coronación de Isabel, se otorgó en 1480 a Diego de Ovando el derecho de levantar dicha torre. Se reformó en la década de 1940 para acoger la sede del Gobierno Militar, y sigue en posesión del Ministerio de Defensa actualmente. Merece mucho la pena su visita y ascender a la Torre para tener una impresionante vista de la...
Read moreSe conoce por ese nombre por el gran número de cigüeñas que en ella anidaban. Fue edificada en el siglo XV por Diego de Ovando sobre una parte del antiguo alcázar almohade. La fachada está compuesta por un sencillo arco de medio punto con dovelas sobre el que hay una ventana y dos escudos de los Ovando-Mogollón. A los lados, en el primer piso, encontramos dos ajimeces con arcos de herradura apuntados. Del interior merece la pena conocer su patio señorial, visitable actualmente.
Pero lo que realmente destaca del conjunto es su alta torre con almenas sustentadas por pequeñas ménsulas. Se trata de la única torre no desmochada del recinto histórico. La casa de los Ovando se libró de la orden real, de Isabel la Católica, dictada contra las torres de todas las casas por la lealtad de las mismas a Juana la Beltraneja en la disputa del trono de Castilla. Tras la coronación de Isabel, se otorgó en 1480 a Diego de Ovando el derecho de levantar dicha torre.
Se reformó en la década de 1940 para acoger la sede del Gobierno Militar, y sigue en posesión del Ministerio de Defensa...
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