Maybe we visited on a bad day, but our dinner experience was really quite poor.
We were greeted by a waiter who showed us to our table, but we waited a very long time before our drinks order was taken and by the time we'd ordered our food, we had been there just over 30 minutes.
Our food was served over an hour after we arrived and was honestly, disappointing. A grilled pork fillet and tuna 'chulatun' were literally the only things on the plate - good job we ordered 2x sides of potatoes (these were just new potatoes cut in half with some chimichurri seasoning on them, and a pot of garlic Mayo that had been under a hot lamp and had a solid film on top)
We sat there with wine and water glasses left on the table that were never cleared and the wrong cutlery. Nobody offered a drink refill, even though our glasses were empty.
The table next to us had to keep trying to attract a waiter's attention, too.
Lovely decor, but slow, uninterested staff (especially the female waitress who brought our bill and had a face like thunder) and really average, overpriced food that you could serve...
Read morePara ser un restaurante supuestamente especializado en brasa creo que está poco preparado; lo ves desde fuera e invita a entrar, una vez lo haces lo primero que te viene es el olor a humo. Ciertamente la carta de carnes es amplia y promete, más cuando te toman nota y te la explican, incluso tienen piezas fuera de carta que se publicitan muy bien. Hasta aquí más o menos correcto pero luego viene la realidad: En la mesa no había demasiada luz, y a uno de nuestros amigos le acercaron un lámpara de mesa junto con la coletilla "para que puedas ver mejor los precios". Desgraciadamente feo el comentario, más si no sabes a quién estás juzgando. Cuando miramos la carta de vinos, un "les sorts" a 32 euros? Los que vivimos en la zona no somos tontos y algunos conocemos algo de la enoteca local. Pedimos un rib-eye de 300g, una paletilla y un chuletón madurado de 800g-1kg (fuera de carta), los acompañamientos de la carne (que por cierto se cobran aparte) y algún entrante (unas empanadas y unas croquetas). El resultado de la comanda fue bastante decepcionante, el rib-eye se había evaporado para perder buena parte de su volumen (otro día me llevo una báscula), luego si pides una jugosa paletilla no me la traigas en una tabla de madera sin su jugo y la madera absorbe con lo cual se queda seca. Por último el chuletón, otra misteriosa evaporación para empezar, acompañada de una parrilla en la que se pega la carne porque está hecha de cantos finos metálicos que no se pueden engrasar. Entre todo esto, los cuchillos eran de lo redondos de mantequilla, no de carne, y cuando decimos que no cortan nos dicen que es que habrán perdido el filo. Claro. Al cabo de un rato nos traen unos de verdad de carne. Entonces que pasa, se habían desafiliado o no? El broche final lo traen los acompañamientos que no se trajeron con la carne porque alguien del restaurante decidió por su cuenta que nos gustaría más así (literalmente) y después de dejarnos 68€ por cabeza en una mesa de 5 personas, nos dejan la cuenta encima de la mesa porque "ya están recogiendo". Bravo por la guinda. Desde luego ni nosotros ni nuestros amigos volveremos. Tampoco le haremos buena prensa, y...
Read more¡Buenas noches! Eran las palabras que pronunciaba hace cinco días al entrar al Restaurante Kema de Cambrils. A eso de las diez de la noche.
Entonces, sábado y a punto de estrenar temporada, Semana Santa, un día antes de Domingo de Ramos del 2025. Ciclo Litúrgico C.
La temperatura del ambiente, todavía, fresco, en este mes de abril.
En Kema se distinguen cinco espacios que quedan a la vista del cliente. La terraza exterior, en la calle Pau Casals, 37.Cruzando una gran puerta acristalada, espectacular, que da acceso a la barra, lugar predilecto del cocktelero; a la izquierda, la cocina que se alarga varios metros, muestra con generosidad los fogones y la leña que quema moldeando carnes y pescados de primerísima calidad. A la derecha, un comedor reducido, cubierto. Y el quinto espacio, un comedor cuadrangular de capacidad moderadamente amplia, donde los comensales disfrutan de carnes y pescados, principalmente. Bebiendo y hablando distendidamente. En este último espacio un guiño a la naturaleza, un jardín colgando, muy cuidado.
En esta ocasión, disfrutamos del menú a la carta: carnes y pescados, especialidad de la casa, en una de las cinco modalidades de menú que ofrece Kema-Cambrils. Utilizamos delicados cubiertos; además de poder observar mini-hornillos para acabar de brasear las carnes.
Configurar un equipo de profesionales para llevar un proyecto gastronómico de esta envergadura es posible con experiencia. Los galones que ofrece el legado de la experiencia permite contar con un jefe de sala impecable, un servicio atento a los detalles; y un plus añadido que brilla en ocasiones puntuales: se dio, precisamente, en la anécdota que sigue.
Después de los cafés fuimos invitados a licores. Nuestro conductor, por precaución, sabe que le es imposible tomar alcohol, por mucho que se metabolize.
El personal que servía nuestra mesa supo resolver un problema con una solución brillante: un combinado natural de frutas y grosella en una copita reservada a los licores. Excelente broche final. Por la exquisitez del resultado final, una verdadera obra de arte; y el ingenio del servicio. Felicidades y...
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