Abrasador El Secreto de La Catedral — Restaurant in Cuenca

Went to the cathedral and was so glad we stopped at this restaurant for lunch! The meat was absolutely amazing! Luisa, who I assume is the owner, was very attentive and a delight to speak with. After our meal she gave us a tour of the restaurant. I’m a lover of history and she pointed out so many fascinating things and exactly what timeframe they were added or changed. You could really see the passion she had for that restaurant. The remodeling that Luisa did only enhanced the historical features and created a wonderful atmosphere.

Two days later we found ourselves in the same area so we stopped in for dinner and the experience was even better. I can’t say enough good things about our waiter Ezequiel either! He obviously could tell I was American and when introducing himself to take the drink order, he did it in English. He just made me feel right at home, which isn't an easy feat given that home is over 4,000 miles away. Luisa remembered me, and made my burger herself. I can easily say it was the best burger I’ve had outside of the USA! Even looking at the picture now just makes me want another lol.

If I am ever back in Cuenca, there is no doubt I will be going back...

La verdad es que no sé por donde empezar porque todo fue un desastre. Le pongo una estrella porque menos no se puede. Se supone que Cuenca es una ciudad gastronómica y este restaurante junto a la catedral debería ser un referente en la ciudad, pero nada más lejos de la realidad. El primer lugar nos traen un vino tinto de la casa en una jarra de cristal de las que se utilizan para el agua, cuando habíamos pedido una botella. Pero bueno, eso es lo de menos, el problema es que estaba caliente, no a temperatura ambiente, si no a 50°C o más , como si lo hubieran calentado o hubiera estado al sol. Luego nos lo cambiaron por uno algo mas frequito aunque también en jarra de cristal. El primer plato fueron migas, éstas eran trozos de pan tipo picatostes fritos con pimentón, !Un horror! Eso no eran migas, no se podían comer. Otro plato que pedimos fueron alubias, era una especie de caldo sin sustancia con algunos trozos de orejas donde flotaba algo de colorante. Era otro horror, tampoco se podían comer...Me atreví a echarle vinagre, aunque como decía mi amigo al preguntarle por si había mejorado, "pues sí, ahora saben igual de mal pero con vinagre" Otro plato fue la caldereta de cordero, era lo que estaba aceptable pero también con la carne algo dura y sin mucha sustancia. Dejando a un lado la pésima calidad de la comida, lo peor fue que nos encontramos pelos en todos los platos, pelos largos, !cortos rizados!, blancos, alguien en la cocina se estaba quedando calv@ o no se ponen redecilla. La respuesta a la calidad de las migas por parte de la encargada fue " pues es que es agosto y las cocineras no se pueden parar a hacer las migas bien". La verdad es que no lo entendía, dado que si el plato requiere tiempo pues no lo ofrezcas... ¿No?. Al final la encargada al ver nuestras caras nos sacó sin pedirlo una parrillada de carne, aunque le agredecimos el gesto, no lo pudimos aceptar dado que ya se nos había quitado el hambre, y alguno de nosotros con cierto asco por los pelos encontrados. Lo único aceptable fue una ensalada y los cafés. Aunque nos quitaron del total de la cuenta dos menús (40 €), finalmente pagamos unos 110 € por tres menús, un plato de migas, un plato de alubias, una ensalada y la bebida. Es inaceptable la calidad de un restaurante que debe ser un referente de calidad por su ubicación y por sitios así se daña la imagen gastronómica de una ciudad. Asi que, mi crítica es para que el responsable recoja el guante y trabaje para mejorar la comida y si no puedes ofrecer ciertos platos por la dedicación que implica, pues los retiras de la carta o lo avisas a los clientes para que al menos el dinero invertido del cliente sea recompesado con un mínimo de calidad. Para nada lo...

Great location in a shady street, reasonably priced menu, however very slow service specially if you order a la cart. The quality of the food seemed good. Judging from the appearance while we were waiting to be seatead, unfortunately for us it was a bit hit and miss, the lamb chops Chuletillas de cordero, and tomato mojete were great but the rice was burnt, and hard, strange combination but true story. Everything made sense when we shaw the 1.5 square meter kitchen, for a 20 tables terrace, moreover the 2 waiters serving the terrace were overstreached to say the least. Ok restaurant to order from the daily menu but...