Mi valoración sobre los platos que hemos probado es excelente. Tomamos una ensalada César para compartir, muy rica y original, y después tomamos calamarata y fiocchi de pera. Ambas cosas para chupare los dedos. Nos encantó. Mi valoración sobre la comida es, sin duda, de 5 estrellas. Entonces, ¿Por qué sólo 2 estrellas? ¿Dónde están las 3 que faltan? Lo explico: Comimos en la terraza y junto a nuestra mesa había un grupo de chicos y chicas que llevaban un perro. El animal era precioso y buenísimo. No estoy seguro pero creo que era un Braco. En cualquier caso era un perro muy elegante y bien educado. Llevaba su correa y estuvo sentado junto a su dueño todo el rato; no se movió ni se escuchó en ningún momento. Era un perro al que te apetece acariciar, pero no creo que sea higiénico ni adecuado si lo hace el camarero que a continuación te sirve la mesa. Por esta razón le resto a mi valoración la primera estrella, porque vimos al camarero acariciar al perro varias veces. Cuando este camarero nos trajo la cuenta le hice un gesto con la mano para que se inclinara un poco y le pregunté en voz baja, para que sólo él lo escuchara: ¿Puedo comentarte algo? Me dijo: ¡Claro! Entonces le dije: “Mira, te lo digo con todo el cariño que puedo, pero la verdad es que no queda bien que un camarero acaricie un perro”. Se irguió y me contestó en un tono que no se correspondía con el volumen al que yo le había hablado. No digo que gritara, para nada, pero yo le hable para que sólo él escuchara mi comentario y él me contestó a un volumen suficientemente alto como para que las dos mesas contiguas lo escucharan y nos miraran, entre ellas, la mesa donde estaba el perro. La segunda estrella se la resto precisamente por esa falta de tacto y esa actitud que no se correspondía con el tono y el volumen al que yo le hable. No sé si pretendía intencionadamente ponerme en evidencia, porque hay personas que no controlan ciertas reglas de comunicación, pero el caso es que hizo que me sintiera cuestionado por la mesa del perro. La tercera estrella se la resto por lo que “argumentó” contra mi crítica. Lo transcribo con la mayor literalidad que puedo. Dijo: “Eso es un concepto de hostelería antigua. Aquí tenemos lavabos y yo, si toco a un perro, después me lavo las manos. Esta empresa es eco-friendly y mi jefe admite mascotas.” No sé si el argumento lo avala su jefe, ni si es consciente de que este camarero acaricia a los perros de los clientes sin cortarse, y no sé si está de acuerdo con ello. Tampoco sé (porque eso no se ve) si el camarero se lava después las manos cada vez que acaricia a un animal. A mí no me parece ni adecuado, ni higiénico. No creo que haya una corriente dentro de la hostelería que pueda defender esto y que abstenerse de acariciar a un perro en este entorno sea un concepto pasado de moda. Como imagen de marca y como política de marketing me parece “un tiro en un pie”. Yo también soy ecologista (hasta pago mi pequeña cuota en Greenpeace) pero esto no tiene nada que ver con el ecologismo sino con la imagen, la higiene y la...
Read moreSoy el que iba con la mesa de 6 del sábado por la noche y tuvo que comerse la pizza solo mientras los otros 5 comensales ya habían acabado sus platos. Supongo que le daréis la vuelta a esto también diciendo que es culpa nuestra. Al margen de esto, lo peor que habéis hecho es mentir en la respuesta que habéis dado a la anterior reseña. Teníamos reserva entre las 20:30 y las 21:00, llegamos a las 20:45. Por teléfono nos indicasteis que a las 22:30 era el segundo turno y para esa hora tendríamos que estar fuera del restaurante. Accedimos lógicamente, es algo comprensible. Decís que no había manera de levantarnos de la mesa porque estábamos abriendo regalos y que le hablamos de una forma inapropiada al camarero. Referente a lo primero, NO ABRIMOS NINGÚN REGALO porque veíamos que si lo hacíamos nos iríamos más tarde de la hora que acordamos con vosotros, y como prueba de ello adjunto la foto que nos hicimos en la puerta a las 22:20 cuando ya nos íbamos. MENTIROSOS Referente a lo segundo, en ningún momento hablamos mal a ninguno de los camareros que nos atendieron, de los cuales conozco personalmente bastante bien a uno de ellos, así que no tendría sentido habernos equivocado con una actitud así. No me parece nada demasiado malo como para tener que ponerlo, pero ya que la respuesta que habéis tenido a la reseña original, en lugar de disculparos ha sido mentir, voy a incluir que si alguien no supo comunicarse bien, fue uno de los camareros con mi suegro, un hombre de más de 50 años, cuando con muy buenas palabras le reclamó el plato de pizza que faltaba, y este le respondió (además de mintiendo diciendo que es que había muchas comandas de pizza delante, cosa que no era así, simplemente se le había olvidado tickarla, es algo lógico que puede pasar y se hubiese solucionado diciendo la verdad y con una disculpa) como “tío es que hay mucha cola”, palabras que no sé si son las más adecuadas para referirse a un cliente bastante mayor que tú que no conoces de nada. Creo que está todo bastante bien explicado, fuimos con mucha ilusión, salimos un poco desilusionados, pero ya con esta conducta que demostráis, la experiencia global ha sido nefasta. Muchas...
Read moreFuimos una noche para cenar y debo de admitir que todo estuvo bastante bien hasta que recibí el postre. Pedimos dos pastas y dos pizzas. La pasta carbonara estaba rica, puede que un poco más líquida de lo que me gustaría, pero eso acaban siendo gustos. La pasta Diavola estaba también rica, un poco picante como debe ser. En cuanto a las pizzas hay que decir que tiene que ser su especialidad porque estaban bastante ricas y a un buen precio. En cuanto al postre no puedo decir lo mismo, pedí un tiramisú y ya empezamos con que el precio es bastante elevado (7,5€) y la foto en la carta no se corresponde haciendo que te sientas engañado con lo que ves y recibes. Inocentemente al ver que había un café solo al lado del tiramisú en la foto (emplazado en el mismo plato) me encajaba que costase ese precio, ya que podría venir con el café, pregunté a los camareros y no venía con el café solo, vale, aún así sigo pidiéndolo ya que me encanta disfrutar un buen tiramisú después de una comida italiana. Al llegar el tiramisú (una pena que no hiciese una foto), ha sido la porción mas pequeña que me han dado por un tiramisú y más si consideramos el precio. Iba emplazado en una taza de café pequeña y como sabor debo de admitir que daba mucho que desear. Poco sabor a mascarpone o totalmente inexistente en la crema donde predominaba mas un sabor a nata acompañado de una porción muy pequeña de bizcocho de soletilla.
En cuanto al servicio bastante bien, no tengo ninguna queja.
Si volviese al restaurante, me quedaría con las pizzas ya que creo que es de lo mejor que tienen y...
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