Restaurante Rodaja de Limón — Restaurant in Granada

El local tiene una ambientación que no está descuidada pero que no llega al punto de diseño de otros locales más o menos modernos. Hay una zona con mesas para comer y el resto del espacio lo ocupan mesas más altas o más bajas alrededor de las cuales se sitúan taburetes para picar y "cervecear". En el exterior hay una terraza también. El aseo no está sucio pero tampoco transmite la pulcritud de otros. Encuentro el servicio agradable y educado, no te sientes presionado como en otros sitios para que no dejes de consumir en cada instante o te levantes y te vayas rápido cuando has acabado. Por lo dicho no sería este un mal lugar para echar unas cañas o una comida pero la calificación final cae en picado cuando precisamente esto de picar o comer se desvela. Y es que la calidad es ínfima, tras un par de tapas muy normalitas (no malas) pedimos una ración de fritura de pescado mixta y esto me lo dijo todo: absoluta falta de respeto por la calidad en este lugar. La fritura de pescado que uno espera con piezas de peces bien identificables de varios tipos, con los sabores y aromas que a uno lo hacen disfrutar tanto de este plato tan del sur no aparecieron en ningún momento porque nos trajeron una bandeja grande (eso era bueno, comida abundante, no como en los sitios donde te castigan con hambre) pero integrada por trocitos de algún pescado indeterminado en adobo y otros fragmentos de boquerones y de cefalópodo (no sabré nunca si calamar u otra cosa) además de gambas (enteras y rotas, de todo había), y todo ello con abundantiísimo reboce y sabor a aire, a la nada más nada, sin que fuera posible extraer cualquier tipo de sensación gustativa, ni agradable ni desagradable. En definitiva un producto congelado industrial y baratísimo para bares y restaurantes de tercera categoría que nos pusieron para completa frustración nuestra y a mayor enriquecimiento ilícito de los dueños del bar que nos clavaron 22 euros por tal acúmulo de pienso de supuesto origen marino. Con suerte podrás disfrutar de la compañía que lleves a este lugar, pero de lo que comas allí no, y esta falta de respeto por lo que le ofreces a tus clientes es imperdonable,...

El trato del camarero que había ese día, qué pena no saber el nombre de ese buen señor para informar al dueño de la clase de personal que tiene y dan la cara por su negocio... Fui una primera vez y el trato no fue muy bueno pero pensé que un mal día lo tiene cualquiera.Pero volver una segunda vez y que te traten con esa desidia y poca gana ya no es casual... Y ya sin nombrar la tapa que nos pusieron que al decirle al camarero el lomo no estaba en condiciones para ser consumido no se lo tomo muy bien y al pedirle la cuenta no espero ni que me acabara mi consumición.Me retiró la consumición aún quedándome casi la mitad y de muy mala manera indirectamente "pidiéndonos" que nos marcharemos limpiando la mesa quitándolo todo sin haber terminado aún las consumiciones y con el spray limpiador que tienen para limpiar las mesas salpicando para terminar de echarnos... Lástima de 90 y pico euros que nos dejamos para nada... La segunda y última vez que pisare este sitio, ya no hay más oportunidades que valgan y por mucho que vuelva a visitar esta zona no volveré hacer comidas de empresa ahí ni nada parecido! Servicio por parte de ese camarero 0 Y tampoco es que las raciones que pedimos fuera abundantes para el precio tan elevado que tienen y nada de calidad tampoco! Qué pena no haber echado ninguna foto a las raciones ni al ticket para juntar más información a la reseña. Espero que puedas mejorar eso... Que les vaya bien! Pero siento decirles que no volveré para...

Bar situado en barrio Albayda. Aparcamientos en la misma puerta. Tiene terraza exterior y amplio interior. Fuimos 4 adultos y 2 niños; de primera tapa pusieron bocadillos de carne en salsa y de segunda tapa, ensaladilla rusa. Aunque los niños compartieron 1 botella de agua, les pusieron tapa a ellos también lo cual nos pareció muy buen detalle a señalar. Los bocadillos muy buenos, la ensaladilla regular. Para compartir pedimos la ensalada de pollo, huevos rotos y fuera de Carta, un croasan de secreto con grana padano. La ensalada estaba buena pero le faltaba salsa, los huevos rotos sin más y el croasan, estaba bueno pero al estar fuera de Carta lo cobraron muy caro para lo que era (queso grana padano para la decoración, inexistente en su interior). Decoración original y acogedora. Todo limpio y en orden. La camarera muy amable y atenta. Por lo general es buen sitio para tomar alguna ración pero cabe señalar, que la cantidad es justa tirando a escasa por lo que, si va un grupo de gente deberían pedir bastantes raciones; nosotros nos quedamos con un poco de hambre. También decir que las tapas no se pueden elegir. Para mi gusto, muy caro...