Cervecería Ortzadar — Restaurant in Hondarribia/Fontarrabie

Vergonzoso. Llegamos a las 20.10h, dos parejas con tres niños y un bebé. Le pido mesa a la camarera, que me dice al vernos, no antes, que no hay sitio dentro donde le he pedido. Preguntó cómo va , si nos toman nota o cuánto tiempo hay que esperar a lo que me responde que mucho. Así sin más. Nos quedamos fuera y el camarero de fuera, sin duda más amable y profesional al vernos nos dice que fuera no hay sitio pero dentro sí. Mi sorpresa ha sido mayúscula. Le indico que las dos camareras de dentro acababan de decirme que dentro no había sitio, se queda cortado obviamente, dice que va a comprobarlo, y él junto a los dos camareras mantienen una conversación y supongo que ante lo sucedido deciden darnos mesa, que por supuesto había sitio libre dentro en una mesa ya montada. Yo me hubiera marchado pero mis acompañantes han decidido que ante la discriminación de decidir que no había sitio solo al vernos era mejor quedarnos. Sé cómo es la comida porque vivo en este pueblo pero lo voy a obviar. En mi extensa experiencia culinaria y como experta en restaurantes de todo tipo, puedo decir que la discriminación del tipo que sea define a las personas que la ejercen, nunca a los discriminados. Vergonzoso. 26/07/24, Acerca de vuestra respuesta (3 meses después): primero, discriminar es dar un trato desigual a una persona o colectividad por motivos diversos. El motivo concreto es algo que sólo vosotros sabréis, yo sólo haría suposiciones al respecto o mostrar una opinión. El hecho es que no queríais atendernos tal y como describo en lo sucedido. Segundo, hablo de experiencia culinaria, pero en ningún momento me he definido como "profesional " de la crítica culinaria, hablo de experiencia que incluye, aunque no se limita entre otros aspectos, al servicio y hospitalidad. Punto central de mi crítica. Igual en lugar de practicar el ataque como mejor defensa, deberías haber leído mejor mi crítica. Qué hicisteis para pensar que tenías algo en contra nuestra, lo indico muy claramente en mi crítica para ser necesario que me pase por allí y aclararlo. Pero ya que os hacen tanta gracias mis palabras, lo resumo: a la camarera rubia de pelo rizado le pido mesa dentro del local, que me responde que no hay sitio al describir cuántos somos (no antes) y su respuesta cuando pregunto por el tiempo de espera es, mucho. Camarero de fuera, al vernos fuera, fuera no tengo sitio pero dentro sí. En ese momento ya le aclaro al camarero de fuera la respuesta de la camarera rubia de pelo rizado, lo que genera una discusión incómoda entre ambos que de inmediato cede a sentarnos dentro, donde por cierto había muchas mesas aún disponibles. Por último, yo no tengo que medir mis palabras, he sido muy correcta ante lo sucedido, sois vosotros los que tenéis que medir mejor vuestra forma de proceder y...

Je mets une étoile minimum car je ne peux pas mettre moins. Le service était long, nous étions les deuxièmes clients et avons été servis en dernier. Aucun effort de la part des serveuses pour nous expliquer la carte qui était entièrement en espagnol, aucune traduction, aucun sourire et même pas un bonjour (même en espagnol!). Concernant les sangria, si vous êtes diabétique, évitez d’en commander car mis à part le sucre à l’intérieur, il n’y a pas grand chose. On dirait d’ailleurs plus de l’eau à la grenadine douteuse avec quelques citrons. Pour ce qui est des salades, celle au César est composé de poulet frit (et non blanc de poulet comme le demande la recette originale, même un enfant de 5 ans le saurait) et de plus de sauce blanche qu’autre chose. Les tomates ne sont pas mûres, la salade baigne littéralement dans de la vinaigrette. La salade au chèvre, idem, plus de « coulis de fruits rouges » que de fromage, 3 noix qui se battent en duels, des tomates dures et du fromage coupés en cube qui ne ressemblent pas à de l’emmental comme cela est pourtant promis sur la carte. Enfin, la viande du burger commandé par mon compagnon était plus que douteuse et l’a rendu malade, à tel point qu’il n’a pas eu le temps de finir son assiette et qu’il a du tout ressortir sur place !!! 5 frites se battaient également en duel dans une mare de sel, et là serveuse nous a demandé de payer une assiette supplémentaire si nous n’étions pas satisfait. La seule chose originale et bonne que nous avions à table était le coca cola, en bouteille. Nous avons payés 44,50 euros pour trois personnes et sans avoir terminé notre repas, tellement cela était INFECTE. C’est bien la première fois que je ne finis pas mon plat dans un restaurant, si on peut encore appelé cela un restaurant d’ailleurs. En somme, À FUIR ! Et ne vous laissez pas attendrir par la vue, cela ne vaut pas le coup, mis à part une bonne courante...

We were very hungry looking for a restaurant when we stumbled across this place. It looked nice so we decided to sit down. That is when de waiter told us very angrily: “stand up”. We didn’t know what was going on. He just kept repeating “stand up”. He told us the table was reserved for that night. There was no sign on the table so we didn’t know. I honestly don’t get why you’d be so rude. I work in a restaurant myself so i know it can be stressing, but that is still no excuse to treat...