Llevo tiempo frecuentando este local y ,a día de hoy, lo que siento se resume en una palabra: decepción. Desde que ha tenido lugar el cambio de propietario del local, todo ha ido en decadencia. En primer lugar, la calidad de los productos ofrecidos ha mermado notoriamente, no obstante, los precios han ascendido en gran medida. Comprendo que hemos experimentado una inflación, sin embargo la relación calidad precio me parece una broma de mal gusto: mayores precios y peor calidad, inconcluente. De acuerdo con esto, al solicitar la conocida “Coca-Cola”, te entregan una “Pepsi” sin previo aviso, demostrando así, una vez más, mayor precio y menor calidad (de acuerdo con el valor de mercado). A esto añado que he podido observar botellines de “Coca-Cola” en sus refrigeradores, o sea que la excusa no es que no trabajen con dicha marca. Por otro lado, hemos observado malas palabras de los superiores a sus empleados, haciéndoles pasar un mal rato a ellos y a la clientela que lo presencia. Gritos entre el personal y se respira mucha tensión en el ambiente.
Eso sí, afortunadamente, cuentan con un par de camareros que se tienen el cielo ganado pues, bajo mi experiencia como ex trabajadora hostelera, soy consciente de lo duro que es el trabajo cara al público. Sin embargo, ellos te atienden con una sonrisa en la cara y hasta tienen el detalle de hacer alguna broma que, sin duda, hace mucho más agradable la experiencia en el local. Si por algo he seguido viniendo, es por sus amables camareros, da gusto conocer gente así, es una pena que cambien de personal con tanta frecuencia…
Antes de aventurarme a plasmar mi más sincera opinión, quería saber si solo yo me sentía así en respecto a los notables cambios que he presenciado en el establecimiento. Me di cuenta de que no soy la única, y me he llevado otra decepción más al ver las antipáticas e irrespetuosas respuestas del propietario ante las reseñas mínimamente negativas.
Me gustaría cerrar esta reseña apuntando que la competencia le está superando con creces, pues el local cada vez se ve más vacío y no cambia nada. Me gustaría hacer incapié, de nuevo, en la simpatía de los camareros que no tienen culpa ninguna de la decadencia de este...
Read moreWe went to OsTilos for lunch today, and it was a very disappointing experience. I ordered salmon, and while the dish looked appealing, my first bite was nearly a choking hazard—the fish was full of bones. When I pointed this out to the waiter, he brought over the manager. The manager dismissed my concern by saying that all salmon contains bones. I explained that in the U.S., salmon dishes are served without bones and told him I couldn’t eat it. Instead of apologizing or offering a replacement, he simply walked away. To make matters worse, the only waiter on duty seemed unwell and was coughing throughout the service. I couldn’t wait to leave. If I could, I’d rate this restaurant a zero...
Read moreHe acudido a este local por más de 10 años, he probado una gran cantidad de raciones, entrantes, carnes y pescados, es decir, una gran parte de la carta y de los platos de menú del día, y siempre me gustó mucho. El personal, especialmente el que lleva años, es muy agradable y siempre me he sentido muy agusto. Tristemente, todo lo bueno se acaba. Las últimas 3 veces que he acudido me han servido comida completamente insípida o en mal estado, la primera vez pensé que había sido casualidad pero 3 seguidas... Posteriormente me enteré de que han cambiado de dueño, así que sintiéndolo mucho creo que esa ha sido mi última vez. Y me fastidia más a mí que a ellos, porque un cliente más o menos no lo van a notar, pero para mí era un local de referencia en el centro de Lugo que he recomendado a mucha gente. Una verdadera lástima
Actualización a la respuesta del propietario:
Lamento decir que parece que la comprensión lectora no es su fuerte. Para mayor claridad: en mis últimas tres visitas, me encontré con comida insípida en dos ocasiones y en mal estado en una.
Desconozco si fue usted o algún miembro de su equipo quien se acercó a nuestra mesa para disculparse y ofrecernos otro plato de la carta, en un intento de “quedar bien”. Aun así, y pese a rechazar el ofrecimiento, nos vimos obligados a pagar los dos menús completos, a cambio de un primero y una bebida.
Para refrescarle la memoria, el plato en cuestión se trataba de una supuesta “parrillada de pescado”, que consistía básicamente en restos de pescado: espinas, cabeza y cola con aspecto desagradable y sabor/olor a químicos. Por lo que tengo entendido, habitualmente, estos elementos se suelen destinar a la elaboración de caldos o fumets. Gracias a que no pudimos comer nos evitó esa visita al hospital que usted muy considerablemente menciona.
Lamento profundamente no estar a la altura de su sofisticado concepto de restauración, aunque seguro que otros estarán encantados de descubrir sus innovadoras reinterpretaciones...
Read more