Imprescindible si vas a Lugo La casa se construyó entre el s.II y III d.C, y debió pertenecer a un personaje notorio dadas sus calidades constructivas (las paredes tenían incluso tratamiento hidrofugante) o los frescos que aparecieran en una de las dependencias. En el siglo III se remodela y se construye el Mitreo en el primer piso y a finales del mismo, la muralla (la que vemos en la actualidad ya no es la romana, de aquellala sólo se conserva el trazado original y secciones como la del Mitreo). Conviene recordar que Lugo fue un campamento militar en origen y que con el tiempo se convierte en ciudad. Hacia el siglo III se construye la muralla cortando la casa y destruyendo una parte. El mitreo permaneció intacto hasta el s.IV. En la Edad Media se convirtió en vertedero y luego en necrópolis. En el Mitreo se celebraban cultos a Mitra, una divinidad oriental. Del Mitreo se conservan las pilastras de la nave central y parte del suelo, además de una inscripción votiva que ha permitido identificar al propietario, un centurión de la legio VII Gécima llamado Victorio Victorino. Pero lo mejor de todo es que sólo en este lugar se puede observar una sección completa de la original muralla romana, esto es, hasta sus cimientos. El yacimiento es excepcional y la museografía una maravilla (se pueden ver varias piezas originakes). Se ven perfectamente las dos plantas de la casa, el mitreo (la lápida votiva con la inscripción está in situ), toda la estructura de la muralla que la corta, las escaleras de acceso... A través de pasarelas metálicas vamos pasando de uno a otro piso y por las diferentes estancias de la casa. El personal que trabaja en el Mitreo es tremendamente amable, les agradezco enormemente que me dejaran visitar el espacio cuando apenas quedaba tiempo. La entrada tiene un coste (3.3 y 4.5 si es guiada) y hay una tienda en la entrada con algunos libros camisetas y otros recuerdos. Los lunes está cerrado.