The food was amazing. The service was even better.
We were in Lugo for a few hours to walk around a bit and maybe walk the Camiño path nearby. We saw this place, and had a feeling we just needed to try it, so we ducked in and made a dinner reservation.
Then we got trapped on the mountain in the rain. The only path back was being used for a marathon. Everything was wet, and we were splashed with mud from passing runners and a few mishaps of our own. We cleaned up in the car and were embarrassed to arrive looking a mess. We thought about changing restaurants to somewhere less formal, but we couldn't shake the feeling that we really wanted to try this place, and we're not in Lugo often.
We both expected to get turned away at the door. So we went a little early to the bar to get a feel for whether we could stay. The staff was actually incredibly nice, reassuring us we could eat. Instead of kicking us out (like they would here in Santiago), they made sure we knew there are 2 menus and two restaurants inside. And let us look at both from the bar. Maybe they hoped we would stick with tapas downstairs but we were absolutely famished.
They seated us and gave us incredible treatment regardless. You would swear we were celebrities by the way our waiter ensured everything was perfect the whole meal.
The San Martinho was more of a traditional galician style dish. Perfectly prepared, and full of natural flavor. The lubina was an artistic masterpiece. We had side dishes of patatas fritas, white asapargus, and roasted puerros. The waiter recommended the puerros, with reason.
The combinations of flavors and textures was incredible. And being treated well, despite showing up as adventure hippies is a rare treat in itself. The attached image is the appetizers they brought to the table. 14/10 will be returning the next time...
Read moreOs cuento mi experiencia y espero que os sirva para llevar todo más claro cuando vayáis. Cuando reservé, la verdad es que no me paré a leer mucho las reseñas, me fijé en las fotos de los platos y con eso me quedé. Al llegar al restaurante nos dejan las cartas y nos explican todo lo que tienen fuera de ella. Todo se puede compartir. Todo lo que tenían eran pescados y mariscos de primera a unos precios que no encajaban en lo que teníamos pensado gastar y ni rastro de esos platos que me conquistaron. Ya sentados no quedó otra que elegir. Hay dos opciones para comer allí . Una en lo que llaman bodega que está en la planta baja. Mesas y sillas de madera con mantelillos de papel con una pequeña carta en la que venían aquellos platos que comentaba yo de las fotos. Creo que ,cuando llamas para reservar ,deberían informar de esto y a mi desde luego no me lo dijeron. También sugiero que lo expliquen en su Web. Como dije comimos en la planta de arriba con mantel de tela y muy buen servicio. La comida estaba buena pero me ha parecido muy caro. No se nos habló en ningún momento de menú de degustación y en la carta no lo vi. Una mesa cerca de la nuestra lo estaba tomando. Os lo recomiendo si os apetece comer, buen pescado y marisco y estáis dispuestos a pagar como mínimo 70 euros por persona. De la carne no puedo opinar porque no la probamos. Como veis en la factura pedimos un cabracho frito para compartir, un pulpo hecho a la plancha con puré de patata que no me dijo mucho, un tartar de atún que si me gustó bastante. La terrina de leitón y el galo celta ricos pero no sorprendentes. Pedimos todo esto porque nos lo aconsejó el camarero pero nos sobraba un plato, por no dejarlo no nos quedó hueco para el postre que tenía muy...
Read moreÍbamos con la expectativa de una gran experiencia gastronómica y hemos salido con la típica experiencia de turistas sableados (y sin tan siquiera ser turistas) Hemos ido a comer dos parejas. La comida ha ido de más a menos. Los aperitivos muy bien, los primeros (salpicón de bogavante y una especie de tataki de atún) bien sin más y los platos principales (chuletón y lubina) regular, sin que la supuesta calidad del producto se hiciera notar.ñ en absoluto. Además habíamos pedido alcachofas con virutas de jamón y lo que nos trajeron en su lugar fueron alcachofas guisadas con setas. El argumento, que no disculpa, del camarero fue básicamente que habían decidido hacerlas así porque lo que habíamos pedido nosotros aunque seguía en carta ya no lo hacían. A pesar de que le insistimos en que no era lo que queríamos, no hizo ni ademán de cambiarlas ni de descontarlas en la cuenta…bastante feo eso. No tomamos postre pero si pedimos dos copas de vino dulce, donde nos ofreció varias opciones sin darnos en ningún momento el precio. Pues bien, elegimos el Tokaji por el que nos pasaron 25 euros por copa…tambien creo que es feo, esto deberian de avisarlo. En definitiva, la comida sin estar mal del todo, desde luego se queda lejos de lo que pretenden vender. Es más, en casi cualquier restaurante de Lugo encuentras comida de calidad igual o superior y a un precio mucho más adecuado. Desde luego,...
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