Recordaba El Lizarrán de antaño, el que estaba al final de plaza mayor, donde la experiencia era inmejorable al igual que el servicio. Con intenciones de revivir esos momentos y con deseos de tapear algo, he vuelto a visitar el nuevo Lizarran ahora ubicado frente a Foster Holywood, decepcionante... He sido camarera y empatizo mucho con el servicio, entiendo el estrés de las horas punta, entiendo el cansancio después de los festivos... Lo que no puedo entender son las pocas ganas de trabajar y la incompetencia, habiendo personas con muchas ganas. El camarero que me trajo la cerveza (con tatuajes en los brazos) ni si quiera limpió la mesa antes de plantarla ahi, después de pedirle que si por favor me podía limpiar la mesa, tuve que pedírselo a otro camarero porque se le olvidó, en ese momento el aforo no estaba ni a la mitad... Vino el otro camarero y con un trapo(que se ve que no enjuagan ni a la de tres) "limpio" la mesa dejando más mijillas de las que ya tenía... Tuve tiempo de observar al personal porque llegué una hora y media antes que mi acompañante, vi como se levantaban mesas por la falta de organización y de servicio. En esa hora y media, después de preguntarle al segundo camarero que si lizarran seguía teniendo la misma dinámica que antes de pasar los pinchos por las mesas... A lo que me contestó que los dejaban dentro encima del mostrador y no les daba tiempo a sacarlos, básicamente que me levantase yo. Que encontrándome sola en ese momento pues no podía dejar mis pertenencias solas fuera. El camarero de los tatuajes no daba pie con bola, le dicen que se van a cambiar de mesa y no solo no la cambia ni lo avisa a cocina, si no que él mismo lleva las cosas equivocadas a otra mesa, y ya no hablamos de la actitud de me gustaría estar en mi casa acostaito debajo del edredón que tenía, cuando por fín llega mi acompañante el mismo camarero me dice que no van a sacar mas pinchos que si quiero pedir de la carta, a lo cual le conteste que yo venia a tapear, que si quiero ir a un sitio que se pide por carta me voy a la tagliatella (que con lo caro que están los pinchos casi que te sale igual por persona). En definitiva, una experiencia muy poco satisfactoria. He de destacar que había un muchacho con los ojos azules que llevaba unos pantalones de cocinero que ha sido el único que nos atendió en condiciones, tiene el cielo ganado con los compañeros que les ha tocado, gracias por salvar algo el almuerzo... Muy poco recomendable, olvidaos de lo que era Lizarrán porque no lo vais...
Read moreSitio muy distinto a otros que he visitado de la cadena, poco personal para atender todas las mesas y ubicaciones del local. El sistema es que ellos van sacando tapas "calentitas" y aparte puedes tomas tapas frías y raciones, pero en la hora y pico que estuvimos allí, solo vimos pasar 3 bandejas de tapitas y la verdad nada suculentas para los precios que tienen, unas poquitas de patatas bravas en una barquita por 4,50€ es un poco abusivo, nos dio a mi y a mi pareja la sensación de que lo que tenían ordenado era vendernos las raciones enteras de carta, que claramente son más caras aún, ya que varias veces nos vinieron a preguntar que si habíamos mirado la carta y eso que ya le habíamos dicho que íbamos a tomar tapitas un par de veces. Aún así le preguntamos a uno de los camareros el porque de no circular las tapas alegremente como sucede en la mayoría de Lizarran y nos dijo que son tan poco personal que no pueden sacarlas y las dejan calientes encima de la barra interior, cosa que no me pareció bien, ya que ahorran los dueños en servicio de mesa y te tienes que levantar tu a por las tapas, cuando este local está pensado y acudes a él porque quieres que te sirvan en mesa En definitiva, en 3 visitas que he hecho a este local he notado que la calidad tanto del servicio (por falta de personal, no por profesionalidad de los pocos que estaban, que nos atendieron bien) como de la comida ha bajado muchísimo. Hasta tal punto que no creo...
Read moreParamos aquí a tapear/o tomar pintxos después de dar una vuelta por los centros comerciales. Nos pusimos en una mesa de dos, para dejar sitio a otros clientes ya que el bar estaba bastante concurrido. En breve nos atendieron, dándonos una carta y pidiendo la bebida. En la carta de pone el precio de los pintxos en función del tamaño del palillo que llevan, pero no te pone las distintas variedades que hay. Fui a la barra, y había unas 8 variedades de pintxos fríos, de los cuales 2 se sabía a simple vista lo que eran, el resto no se sabía. Tuve que ir preguntando y me llevó saberlo más de 5 minutos, pues la camarera estaba atendiendo y con poca predisposición de dar información. Cuando ya me decidí le dije cual quería y me informó que era auto-servicio. Los pintxos que elegí eran de lo mejor que había, y sinceramente "se comían". Al rato pasaron un par de cazuelas calientes pof las mesas por si alguien las cogía. A la hora de pedir la cuenta fueron rápidos y pude pagar con tarjeta. Pienso, que estaría bien que pusieran un cartel con el nombre del pintxo y sus principales ingredientes, así nos ahorraríamos de ir preguntando, y también evitaríamos tomar alguno que no podamos por intolerancia. Y sobre todo, mejoraría los pintxos en calidad. Por ejemplo: un pimiento morrón relleno de brandada de atún. Creo que potenciaría mucho más la...
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