Fui con mi hermana y mi pareja a este restaurante en el que previamente había reservado mi hermana en la terraza porque pensamos que no haría tanto calor. Al final resultó que si que hizo mucho calor por lo que les pedimos pasar dentro ya que era un Martes bastante tranquilo y no se veía apenas a gente dentro. Nos dijeron que todas las mesas para 4 personas estaban reservadas así que no podían pasarnos a comer dentro. Nos pareció raro pero lo aceptamos. La terraza no estaba acondicionado ya que hacía bastante calor, solo había un toldo. Una vez pedimos la comida tardó bastante en llegar y no vino todo junto, primero le sirvieron a mi hermana, un rato después a mi pareja y me resultó raro por qué yo había pedido lo mismo que mi pareja y tardaron bastante más en servirme. Encontré dos pelos pequeños en mis canelones, que tuve que apartar, eso me hizo dudar de si habría más, así que deje lo que me quedaba de mi plato. Obviando el tema de los pelos, los canelones me resultaron algo insípidos para ser comida supuestamente italiana, me resultó un poco raro. Antes de irnos fuimos mi pareja y yo al baño y pudimos ver que dentro no había casi nadie, estaba claro, tenían salas completamente vacías e incluso con las luces apagadas, que aún que eran mesas más grandes nos podrían haber habilitado una ya que fuera lo pasamos bastante mal con el calor. En definitiva fue una experiencia que no recomiendo absolutamente a nadie. Hay sitios más baratos, donde se come mejor y donde te tratan bien.