Burger King — Restaurant in Madrid

Horrible lugar con encargado mal encarado, mal profesional y arrogante. Entró en el establecimiento a las 11,40 horas por la puerta si ningún impedimento ni barrera, realizo el pedido en la pantalla habilitada para ello, realizo el pago con mi tarjeta de débito y espero a que me entreguen el pedido que aparece en la pantalla del mostrador como "pedido en proceso". De repente aparece una empleada que me dice que el local está cerrado y que abren a las 12,00h. Le indico que ya he realizado mi pedido y que lo he pagado. Entonces llama por teléfono a su superior y después me dice que me devuelve el dinero. Me dice que al haber pagado con tarjeta mi banco me devolverá el dinero en 7 días, a lo que me niego y le solicito el pedido. Vuelve a ñlamar a su superior y después de una larga espera me dice que debo de volver a pagar ya que ya ha realizado la supuesta devolución, a lo cual me niego ya que ya he realizado el pago previamente y no he contabilizado en mi banco a través de la aplicación ninguna devolución y sí el pago. Aparece entonces el individuo que ni se identifica como su superior, diciendo que yo he entrado apartando una puerta, por supuesto yo lo niego ya que es absolutamente falso, y de muy malas maneras me indica que estoy elevando la voz. De repente este señor se marcha en lugar de intentar resolver el asunto y me dice que pida una hoja de reclamación, dejando a dos empleados de rango menor para solucionar el asunto. Los empleados me dicen que seguramente se hayan dejado la puerta abierta al entregar algún pedido, por eso estaba abierto, y me tratan de manera educada. Me tengo que marchar sin comprobante de la devolución del dinero, sin el pedido, con el cargo en mi tarjeta bancaria y perdiendo mi tiempo. Horrible trato por parte de un manager muy mal educado, muy poco profesional y que falta...

El peor BK en el que he estado. He ido a comer a las 13. Para empezar, no tenían hielo, aunque por lo menos lo han advertido con un cartel. Me he pegado un buen rato en la máquina para pedir porque quería aplicar algún cupón y de los que he probado , solo funcionaban 2. Y luego, no en todos los menús podías pedir la bebida energética que quieres, no son las mismas en todos los menos. Casualmente los cupones de menús que llevaban helado no funcionaban. He ido a coger 1 helado de oferta que tenían de crema de cacahuete y casualmente tampoco tenían (era de un sundae de oferta que salía más barato), me han dado la opción de pedirme cualquiera de los que valen el triple ya que no podían cambiarlo por ningún otro. Luego me han aclarado que es que para los menús que llevan helado que hay que pasar por caja (hacer fila y esperar) y pasar el código de manera manual porque si no se bloquean los terminales (no es cierto ya que he ido a bastantes BK y este es el primero en el que me pasa). Para la preparación que han hecho , con la lechuga en estado dudoso como se ve en la foto, con un mini trozo de pollo y otra hamburguesa, 15 minutos cuando apenas había nadie esperando y encima hacía mucho calor dentro. Al final te gastas lo mismo que un menú del día de los que hay al rededor pero con nada de calidad. Vamos, fijo que no repito...

La experiencia en este local Burger King no ha sido lo más satisfactorio que pudiéramos desear.

En plena 5a ola de la pandemia por Covid, la distancia de seguridad Inter personal no se respeta y la seguridad que debería de darte un establecimiento de hostelería en estas circunstancias brilla por su ausencia nada más entrar.

La entrada por la calle Joaquín María López es bastante pequeña, pasa desapercibida y cuesta encontrar el establecimiento por lo “discreto” de su situación y la falta de visibilidad de dicha fachada/entrada.

No hay orden ni control en la cola que se forma para hacer el pedido, saltándose los clientes a la torera las mínimas reglas de distancia, mascarilla y demás precauciones establecidas para sitios cerrados en esta época Covid.

Tuvimos que terminar pidiendo unos conos de helado para llevar ya que era imposible mantener distancias de seguridad por lo concurrido del lugar y el poco control por parte de los trabajadores del establecimiento para controlar los aforos permitidos.

Es una pena constatar que ni los propios establecimientos cuidan de preservar las normas más esenciales para que ellos mismos no tengan que cerrar por nuevas restricciones impuestas debido a que ni se cumplen ni se hacen...