Fogg Bar Birras & Burgers

Uno de los bares más mágicos de Madrid.

Como su propio nombre indica, se especializan en cervezas artesanas y hamburguesas caseras de las de verdad, pero decir que la magia acaba ahí sería faltar a la verdad.

Siempre tienen una selección amplia de hasta 9 cervezas artesanales, que van rotando con las semanas. Las selecciones están muy equilibradas, será difícil no encontrar algo que te apetezca. Hay desde cervezas realmente exóticas y se alta graduación, hasta un par de opcionesas conservadoras a cargo de la madrileña La Virgen.

Las hamburguesas son realmente dignas de mención. Las elaboraciones son variadas, con personalidad y acertadas. Los ingredientes son de primerísima calidad, y las salsas caseras, hechas a mano y con cariño. Son hamburguesas de verdad, complejas en elaboración pero sin caer en las estridencias de moda. Y lo mejor, no te hacen un agujero en el estómago, la calidad de los ingredientes también brilla a la hora de la digestión. Todas vienen acompañadas de unas patatas fritas caseras muy correctas. Como sugerencia personal, estaría genial ver una opción de carne madurada para los que amamos ese sabor, y la posibilidad de cambiar las patatas por una buena ensalada de col, o por soñás, Mac and cheese.

No obstante y como comentaba al principio, la oferta gastronómica va mucho más allá. Los entrantes juegan en otra la liga. Las patatas Foggies son unas patatas bravas al más puro estilo barcelonés, con un Ali Oli casero y una salsa brava de un sabor excepcional, y las patatas tienen una fritura y corte perfectos, me parecen las mejores bravas de Madrid con diferencia, y la ración no supera los 6€. Los nachos cuentan con topos caseros, no industriales, que cambian el plato completamente para bien, y entre los toppings encontramos el pulled pork / cochinita pibil de la casa, también excelente. Las alitas picantes tienen una elaboración fusión asiática que las hace muy especiales. La variada selección de butifarras no se queda atrás, merece la pena, igual que la tabla de quesos. Costillar, burrito... Todo con un nivel muy alto. Los postres ponen la guinda a la experiencia, las tartas caseras son obligatorias.

Como punto final, comentar que el staff es inmejorable, un trato magnífico y siempre dispuestos a guiarte muy acertadamente. Y para rematar algo ya de por si insuperable, todas las bebidas vienen con tapa: montadito de tortilla de patata, mini hoy dog, fuet con olivas y galletas saladas, picos con quesos artesanos...

El local es amplio, muy bien ambientado, con una iluminación natural de día gracias a la fachada acristalada, y una preciosa iluminación interior cuando cae el sol.