La comida más mala y desagradable imaginable. Sinceramente su producto estrella que debería ser el cochinillo, es tan basto, grande y mal asado, que solo por eso no merecería la pena volver. Pero no ha sido eso lo peor ni de lejos. Los modales y la profesionalidad del metre, lamentable. Maleducado, respondón y hasta violento. Lo más desagradable que hemos vivido nunca. Ni respeto ha tenido por un señor de 93 años como mi abuelo. Después de tenernos 15 minutos esperando de pie (cuando llegamos a la hora de la reserva), viendo pasar al personal a nuestra vera, pero sin saludar o explicar por qué esperamos si quiera, nos han pasado al comedor donde lo único que se ha mascado es la tragedia: primero nos va a traer un aperitivo con ocho chistorritas, pero como uno de nuestros acompañantes finalmente no pudo venir, nos retira el plato en nuestra cara para traer al rato seis unidades. Detalle cutre, muy cutre. Luego pedimos una morcilla y un hojaldre de salmón. La morcilla sin problema, tampoco tenía gran misterio. Pero lo del hojaldre ha sido surrealista. Nos traen el supuesto hojaldre y como vemos en el plato (feísimamente presentado por cierto) de todo menos hojaldre, se lo decimos al camarero, no al metre. Éste nos dice que el plato es así, que no lleva hojaldre y que si no nos gusta, nos lo cambia como es lógico en cualquier restaurante. Pues bien, sin probarlo si quiera porque no era lo que queríamos pedir por lo que leímos en la carta, pedimos que nos lo retire y que nos traiga el cochinillo. Lo peor empieza ahora: al rato vuelve el metre con el plato que habíamos devuelto y nos empieza a tratar de convencer de que lleva hojaldre, removiéndolo en nuestra cara de una forma harto desagradable. Daban ganas de vomitar viendo el amasijo ese que no era más que un revuelto de setas (como otro entrante que tienen) con unas lonchas de salmón ahumado encima que no pegan ni con cola. Pero en fin, eso ya son gustos y formas de tratar los productos. Le decimos al susodicho metre que no es el plato que se entiende por la carta y que tal como nos había dicho el camarero, lo hemos devuelto porque no nos agrada. El metre nos dice que nos deja el plato en la mesa y que nos lo va a cobrar. Le decimos que de eso nada, que eso no son formas y ”nos invita” a marcharnos del restaurante sin comer. Además empieza a decirnos que desde el principio que hemos entrado ya nos había hecho la cruz… Cuando precisamente nadie nos dijo nada hasta llegar al comedor. Un demente. Recuerdo que es comida de año nuevo y con una persona nonagenaria. Lamentable. Es el camarero de antes quien sale a excusarse y nos dice que aguantemos y comamos por lo menos. Solo por eso nos quedamos. Por eso y porque mi abuelo comiese algo a las cuatro de la tarde ya que eran. Resumiendo el final, traen el cochinillo, que además es mediocre: basto, grande, con la corteza de fuera blanda e incomible. Nada que ver con los buenos asadores de igual o menor precio como El Segoviano o El almirante por citar algún ejemplo. Comiendo a disgusto porque todo ha ido mal y queriendo que ya acabe la pesadilla, vuelve el metre como si nada hubiese pasado (recuerdo que lo último que nos dijo era que nos fuéramos del restaurante o que nos dejaba un plato que no habíamos pedido en la mesa para cobrárnoslo igualmente). El inestable del metre nos pregunta si está bueno el cochinillo, a lo que le decimos primeramente que no, ya que lo pregunta, y segundo, que no nos dirija más la palabra después de su trato camorrista y desagradable. Se le vuelve a torcer el gesto y se va farfullando que “no somos cien personas”…🤷🏽 Inexplicable. Precisamente debería pensar que cada cliente es tan importante como cien o mil personas. Tratando mal a la gente, solo se puede esperar un negro futuro. No escribiría si la comida hubiese sido decepcionante, son cosas que pasan y ciclos que viven los restaurantes. No volvería y punto. Escribo para que se sepa que el encargado de El horno de Juan es una persona infame, maleducada, violenta y fatal profesional y que no merece que nadie le...
Read moreUna Decepción, nos sentimos estafados
Fuimos a celebrar el 50 aniversario de casados de mis padres. Una vez pasado el momento y analizando la factura fue una gran decepción. Precio por 13 comensales que comían lechazo como plato principal 2 vegetarianos y 1 persona con celiaquia 848€ Se cierra el precio del menú con lechazo a 53€ con bebida y postre Para las dos personas vegetarianas y celiacas dicen que cobrarán según lo que pidan.
Al final deciden cobrar a todos los comensales lo mismo habiendo comido los vegetarianos: -cuarto de queso de cabra con cebolla y cucharada de setas por cabeza como entrante 2 platos de habitas con trigueros SIN JAMÓN -Un plato de 2 huevos fritos con patatas A COMPARTIR -Postre y bebida 106€!!!!!
Y la persona con celiaquia, SIN ENTRANTE, NI PAN NI POSTRE, solo bebida y asado 53€!!!! Las ensaladas de acompañamiento con el asado nunca llegaron. Cuando se les llama para aclarar todas estas cosas nos dicen que el espacio que ocupan los vegetarianos, la persona con celiaquia y los 3 niños (q no llegan a los 3 años) ocupan espacio y eso también se paga!!!! Una pena de verdad
Que decir de que no tuvieron ni un detalle con el matrimonio que celebraba el aniversario, una vela, un postre especial! Algo! Ni un poco de licor de despedida ofrecieron.
Si quieres celebrar con buen sabor de boca no te decantes por el...
Read moreComimos ayer 20 personas de celebración de Navidad, teníamos mesa a las 15.00 y cuando nos trajeron los postres sobre las 17.30 venía el chocolate líquido de la base completamente frío, lo comentamos al encargado el cuál nos dijo que no podía hacer nada porque los cocineros se habían ido a las 16.15 dejando la cocina completamente limpia y que no tenían ninguna forma de calentar un chocolate líquido, nuestra sorpresa fue tremenda ya que a las 16.15 no nos habían traído los segundos y no sólo estaba cerrada la cocina si no completamente limpia, con lo cual recién hechos recién hechos no estaban los platos.Lo dejamos pasar. Pero ante nuestra sorpresa viene a la mesa el encargado y deja en la mesa un cuenco con la frase "esto es lo más caliente que puede estar" nos alegramos porque se zanjada mejor la cuestión, retiramos como pudimos del plato el chocolate anterior y pusimos el nuevo, lo probamos y "voila" exactamente igual de frío que el anterior con lo cual ya sí que nos sentó bastante mal, le llamamos y le dijimos que eso era inaceptable siendo su respuesta "ya soy muy mayor para discutir" se fue directamente a la parte donde estaban los chicos, que no sabían de que iba el tema, a decirles que las señoraa estaban protestando y más o menos que nos controlaran. En fin un profesional como la copa de un pino aparte de por supuesto...
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