Plaza 57 es conocido por dos características: 1) por ser el templo de los madridistas y 2) por ser la mejor barra de Madrid. Y la verdad es que aquí se puede disfrutar de los mejores partidos de Champions, de esos que hacen historia, cenando con tus mejores amigos o familia unas grandes delikatesen como me ocurrió a mí en la final de la Champions. Para hacer honor a mis amigos que eran los dueños de Marqués de Riscal, nos pedimos varias botellitas de vino blanco sauvignon que estaba de muerte con una tortilla de patata, unos huevos con chanquetes, una ensalada de tomate feo de Tudela con ventresca de bonito del cantábrico, un pulpo a feira y unas coquinas. La ensalada de tomate con ventresca estaba de muerte. Que ricos y sabrosos estaban los tomates. ¡Una maravilla. ¡Pero ojo a los chanquetes! ¡Qué locura! Cuando están bien hechos son una maravilla y estos son de lo mejorcito que he probado en toda mi vida. ¡Formidables! El pulpo tampoco se quedó descolgado. Blandito y con un buen toque de pimentón picante, lo que junto con el toque de una buena patata gallega bien cocida le dieron un saborcillo ¡de película! ¡Y aquí no acaba todo! ¡Todavía queda lo mejor! Las coquinas y la tortilla de patata. La tortilla de patata era sensacional. La patata estaba en su punto y con un cuajado superdelicado hecho con mucho mimo y cuidado, como el de una madre, no podía ser de otra manera ¡insuperable! ¡Qué locura! Mira que he comido tortillas ricas, pero sin ninguna duda, la mejor de todas la de Puerta 57 y la de mi madre. ¡Ahí queda todo! ¿Y las coquinas? ¡Ahoravienen! Tenían una pinta soberbia con un aceite de arbequina muy limpio y delicado y las coquinas no tenían ni un mísero granito de arena. ¡Magníficas! ¿Cuál es el secreto? Nada más llegar de la lonja las meten en una piscina con agua dulce en el restaurante para que suelten toda la arena. Esto unido a un buen aceite y un cariño especial el que ponen en la cocina, ¡se obtiene un resultado sobresaliente! De postres pedimos una tarta de queso, unas natillas caseras y un arroz con leche. Si las natillas estaban riquísimas con un espesor y toque de vainilla y canela abundante, el arroz con leche ¡era rimbombante!Estaba espesito como me gusta a mí, con mucha canela por encima y un toque de limón que le daba un gusto ideal. Pero, mientras estábamos saboreando estos manjares, llegó ¡la más grande! ¡Menuda tarta de queso! ¡La madre suprema de todas las tartas de queso! Tenía un profundísimo sabor a queso, que a su vez estaba muyy cremosa, lo que junto al extremadamente suave y ligero hojaldre con una fina base de galleta se merecieron la puntuación, que con mucho gusto le dí de ¡Matrícula de honor! ¡Qué lujazo! Y si a todo esto le unes un servicio muy atento, muy amable y simpático que en todo momento tienen una sonrisa de oreja a oreja, y el estar disfrutando de una exquisita comida con unas vistas del Santiago Bernabéu de lujo, ¡te hace sentir en la gloria madridista!...
Read moreUtterly Disrespectful and Unprofessional
I never write reviews, but my experience at Puerta 57 was so shockingly bad that I feel people need to be warned. The receptionists and director Jorge were nothing short of rude, arrogant, and completely unprofessional. From the moment we arrived, we were treated with contempt, as if we were an inconvenience rather than guests. I have never felt so unwelcome in a restaurant. It was honestly humiliating.
It’s baffling how such behavior is tolerated in a place that supposedly values customer service. No matter how good the food might be, no experience is worth being treated like that. I’ll never return, and I strongly advise others to think twice before giving this place their...
Read moreHoy 11 de enero a las 10:00 pm Pésima experiencia por culpa del personal
Desde el inicio, la experiencia en este restaurante fue desagradable. Teníamos una reserva para seis personas y mencionamos que una más se uniría. Aunque la recepcionista inicialmente nos escaneó de pies a cabeza, juzgando si estábamos "bien vestidos", terminó diciendo que no habría problema. Sin embargo, el problema llegó con un mesero vestido con saco y corbata, con actitud prepotente y despectiva desde el primer momento.
Cuando se dio cuenta de que tendría que agregar un plato y una copa extra a la mesa, comenzó a refunfuñar frente a sus compañeros con frases como "ahora tengo que agregar otro plato" y “ahora ni las reservaciones se respetan”. Todo esto mientras hacía caras arrogantes. Lo peor es que colocó los elementos en la mesa de mala gana y, acto seguido, vino a atendernos con un irónico “buenas noches, ¿qué desean ordenar?”, sin darse cuenta de que habíamos escuchado toda su conversación. Su actitud ya había arruinado nuestra noche.
Más tarde, al pedirle que dejara un menú adicional para las personas que venían en camino, lo hizo sin siquiera mirarnos y tiró tres menús de mala gana encima de los platos ya servidos. Esta actitud, llena de arrogancia e indiferencia, es inaceptable en cualquier entorno, pero especialmente en uno de atención al cliente.
Cuando llegaron nuestros amigos, quienes solo querían disfrutar de una cerveza y unos bocadillos, el mismo mesero, con tono sarcástico y una actitud ofensiva, comentó: “¿Solo boquerones van a pedir?”. ¿Acaso importa si alguien quiere pedir una aceituna? ¿Quién le da derecho a criticar lo que los clientes consumen? Su comportamiento fue repugnante y arruinó por completo nuestra experiencia.
Es claro que este tipo de personas no están hechas para trabajar en atención al cliente. Si no tienen la capacidad de tratar a personas de diferentes clases sociales con respeto y cortesía, sería mejor que trabajaran en un lugar sin contacto humano.
Una experiencia como esta nunca debería repetirse. No volveremos, y sinceramente, no recomendaría este lugar a nadie que valore un trato digno...
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