Cena de martes 5 personas.
Hace un día super desagradable por lo que observo que la terraza que están montando (el mobiliario no es el definitivo) está vacía, eso sí, me quedo con la copla, las terrazas hay que apuntárselas.
Accedes al local y encuentras el bar con mesas bajas, no es muy grande pero se encuentra a tope de gente tomando algo, mesas bajas (dan desayunos) y barra, acceso a la cocina y el baño.
El nombre del local se entiende rápidamente cuando pasas a su comedor (que ocupa la parte izquierda del local), las mesas se encuentran decoradas con quinqués. El comedor es precioso, sencillo en cuanto a que no está nada recargado pero muy agradable y con detalles ideales. Lo decoró la madre de uno de los dos dueños, brutal.
Nos dejan la carta por si queremos pedir algo concreto aunque tienen pensado el menú con el que nos van a deleitar, nos dejamos asesorar.
Los dueños y cocineros tienen una trayectoria de locura: Ibérica London, Quique Dacosta, Casa Marcial de Nacho Manzano, StreetXO, La bien Aparecida y Bilbo Madrid de Dani García. Salen bien empapados de estas experiencias pero con una idea clásica.
Sobrasada de vaca gallega con pan de maíz. Este plato está fuera de carta porque el proveedor que se la facilita se queda sin ella rapidísimamente, la encontrarás si tienes suerte.
Buenísima, con un punto picantito super agradable. Además el pan viene acompañado de una mantequilla casera QUE TE MUERES, salada (mi preferida), con la temperatura perfecta... un auténtico vicio.
Ensalada de tomates de temporada, raff y galáctico, con bacalao. Muy buenos tomates, bien aderezada, fresca y el bacalao le da un punto perfect. Equilibrada.
Espárrago blanco glaseado con holandesa y triguero (fuera de carta). Otro fuera de carta, otra maravilla. Los espárragos están estupendos de sabor, de punto... la holandesa no le resta protagonismo, platazo.
Gambas Cristal. Un auténtico vicio, para comer a puñados. Fritura perfecta sin ningún exceso de grasa, buen sabor, buen tamaño. Imprescindibles.
Croquetas de jamón ibérico. Han aprendido en la mejor escuela (Casa Marcial) y se nota. Buen rebozado, buena consistencia, espectacular sabor.
Tortilla de merluza de pincho. Muy jugosa por dentro, sabor a mar perfecto. Muy buena.
Verdinas con berberechos. Espectaculares: la faba en su punto de cocción perfecto, los berberechos de un tamaño y calidad brutal, el fondo delicioso. Plato estrella.
Pescado fresco del día: San Pedro braseado, patatas panadera y berro de agua. Muy buen sabor el del pescado, buen punto, las patatas que acompañan están sublimes.
Arroz con leche quemado. Soy una asturiana no fan del arroz con leche, ahí lo dejo. Se escucharon maravillas.
Tarta de queso. Bestial, de estas sueltitas que están tan de moda. Buenísimo sabor, sin ser excesivamente dulce. Perfecta.
Apenas llevan abiertos 3 meses y el rodaje me parece más que correcto, gente joven amable y muy profesional.
Ojo cuidado que dan desayunos y hacen su propio pan, y ya como os pongan la mantequilla que caté yo os morís. O con el pincho de tortilla que como sea parecido a la tortilla de merluza asciende al nivel top.
Sin duda lugar a tener en cuenta para prácticamente cualquier evento: una cena íntima, una reunión familiar, unas cañas o un picoteo...
Read moreNueva visita a Quinqué, un año después de la primera. Nada más entrar ves que han realizado una reforma, que da una mejor apariencia al local (al final volveré sobre este tema). Lo que no pueden cambiar es el tamaño del mismo, por lo que las mesas siguen estando un poco juntas. Al sentarte compruebas que la reforma ha tenido su traslación a la carta en forma de subida de precios, creo que les va a ser difícil mantener el bid gourmand. Dicho lo cual ante todo comentar que aquí se sigue comiendo muy bien. Comento nuestra experiencia: De entrada te traen una crema muy rica de aperitivo (aunque el camarero no te dice de qué es) y un poco de mantequilla (para una persona ya iría justo pero para cuatro la cantidad es sencillamente ridícula, y es una pena porque el pan es bueno y la ración generosa por lo que apetecía untar un poco; para esto mejor prescindir de la mantequilla). La carta de vinos suficiente y variada, con mayoría de referencias poco vistas pero cara, multiplicando entre dos y tres veces el precio de tu tienda de vinos; como ejemplo decir que las dos botellas más baratas de tinto se situan en 30 € y los precios escalan rápidamente (seria de agradecer contar con alguna referencia por debajo de los 25 €). La sumiller aconseja bien en función de tus preferencias. De entrantes las croquetas, excelentes (se nota la estancia del cocinero con Nacho Manzano, y su toque personal), y buen asadillo de pimientos con bacalao ahumado. Bien también el pisto con huevos y puntillitas y el guiso de jabalí, estupendas verdinas con berberechos y magnífico el arroz con pichón y trompetas de la muerte. A los postres soberbio arroz con leche, y muy buenos tanto el flan como la tarta de queso. Lamentablemente el cortado llega a la mesa templado tirando a fresquito (no me gusta achicharrarme las papilas pero un poquito caliente si). Los petit four que acompañan pasables sin más. Hasta aquí a la comida en su conjunto le daría una calificación de 15/ 20, pero es ahora cuando vuelvo al principio y a algo que creo no ha quedado bien en la reforma. Eramos cuatro personas y nos sentaron en el comedor de la izquierda según entras en la mesa del fondo pegada a un ventanal de cristal con una agradable vista de la calle. Hacía mucho frío en esa mesa (en un lluvioso y frío día de principios de febrero); se lo comentamos a la camarera y nos dice que es debido a una corriente de aire que se forma en el marco de la cristalera y que no puede hacer nada. Efectivamente comprobamos que hay un hueco por donde entra aire frío a raudales. Pues hombre un poquito de masilla, que no hay que estudiar arquitectura, o llamar al que hizo la reforma y que lo solucione, porque algo así te termina fastidiando una excelente comida. Así que bajo la nota global un punto a 14 / 20, esperando que subsanen los defectos reseñados y muy especialmente el del frío...
Read moreLong story short: my Spanish husband made a reservation for me and 2 friends for my birthday. I was there when he made it, and it was clear that it was for 3 people, and they even confirmed the day prior to the reservation. I showed up, and was told that the reservation was for 2 people only and that they “didn’t have space for us”, and implied that we would have to leave. I put my husband on the phone and the situation was resolved, but not without issue, and I never received an apology, and my friends and I received cold treatment all night. Own up to mistakes and apologize to customers - you are a business that serves the general public, including foreigners (my friends and I are not Spanish, however, we are tax paying residents here). In addition to poor service, the food was average. I won’t return and won’t recommend...
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