Salones Cuzco Lupita — Restaurant in Madrid

El pasado viernes celebramos aquí la Comida de Navidad. La música en directo, desde el primer minuto, era tan elevada y resultaba tan estridente que hacía imposible la comunicación con los compañeros más cercanos a mí. Te veías obligada a gritar todo el rato. Terminamos con la cabeza embotada. En estas comidas, en las que no ves a tus compañeros en mucho tiempo sería deseable que la música, de ser necesaria, lo fuese al terminar la comida. Con respecto a ésta, platos abundantes pero de baja calidad. A modo de ejemplo, mi arroz chaufa tenía un batiburrillo de cosas que parecían ser carne, que yo me dediqué a separar del arroz y que no sabía ni quería imaginar de donde salian. Pocos camareros y poco profesionales pero reconozco que a diferencia de lo que leí al respecto, nos trataron con amabilidad y todo lo ágiles que les fue posible. Éramos muchos y ellos realmente, pocos. Faltaron platos de los que habíamos elegido y hubo que improvisar. En cuanto a los postres, tan sólo dos opciones a pesar de que en la propuesta que nos llegó a la oficina, había muchos más. Lo mejor, la tarta de tres leches, sin duda, aunque resultaba un poco escasa. Quizá porque tenía hambre, no comí mucho de los otros platos. En cuanto a la bebida, nos escamotearon alguna consumición y a nosotros no nos pusieron un pequeño aperitivo como en otras mesas. Por otro lado creo que el menú salía por unos 25€ y teníamos la posibilidad de estar en el local hasta las 12 de la noche. No obstante, tanto yo como otros compañeros nos marchamos al terminar la comida y con la cabeza como un bombo por el excesivo ruido, de hecho tuve jaqueca todo el fin de semana. Quizá se corresponde con lo que pagamos. En este sentido, no puedo hacer...

No se con que empezar,por que me lleve el peor disgusto de mi vida.he tenido el Bautizo de mi hizo,hice reserva,y no había aire acondicionado en el segundo salón, después de insistir más de dos horas an puesto un aire ,pero mucho más lejos de nuestra mesa,aun teniendo otros más cerca de nosotros. Pagar 2000 euro y no quisieron guardarnos la tarta,por que era de fuera, aunque al haxer la reserva nos dijeron que si,que lo guardarán. Estas con 40 grados,sin aire y con la tarta fuera. Pero el colmo fue cuando nos levantamos de pie para hacer fotos con la tarta,y nos dijo el Encargado que llamó su jefe y dijo que tenemos que mantenernos sentados en la mesa . Unos sinvergüenzas,como me vas a obligar estar sentada en este sitio que todo el mundo baila y se divierte, pero somos perros o que??? Soys unos payasos,esto si,y la comida recalentado h mala,han bajado mucho de nivel. Y si os voy a denunciar, por que esta grabado el camarero que nos pidió sentarnos que llamó por teléfono su jefe a pedirnos esto. Unos sinvergüenza,. Nunca más volveremos y los 35 personas que estaban en este calor,tanpoco volverán. La tarta llego a las 20 horas ,se a comido y quedaba solo un piso de los 2 que tenía,era sobre las 21:30 cuando llamé por teléfono, al negarle a mi marido a guardarla por que esta de fuera, y si me lo han guardado después de decirle que cuando hice la reserva me han dicho otra cosa. Por esto pedí la tarta tan tarde para cortarla directamente por que me imaginaba que bo hay espacio. En fin,muy mal servicio y han dicho que el jefe les llamó por teléfono para que estemos nosotros sentados. El encargado Cristian fue el que nos...

El personal es extremadamente desagradable. NO RECOMENDADO PARA FAMILIAS!!!!!!

Mi abuelita se pasó unos días antes para preguntar, porque éramos un grupo grande y le dijeron que no había problema que con que estuviéramos por lo menos 10 personas a las 2 de la tarde ya nos daban mesa. Pues fuimos en su cumpleaños y llegamos a las 2 en punto. Para empezar nos preguntaron si éramos los del grupo y dijimos que sí, entonces nos empezaron a decir que nos apartáramos y que nos hiciéramos a un lado (ya de malas maneras) pero eso hicimos. Ya después uno de los trabajadores nos dijo “pues acabamos de llenar el salón asique hasta dentro de dos horas no entráis eh” en ese momento mi madre le dijo que teníamos reserva y nos dijo que no trabajaban con reserva ya (cuando nos habían dicho que estuviéramos ahí a las 2 ) ahí le dijimos que no podíamos esperar 2 horas pues éramos un grupo en el que había niños pequeños, embarazadas y varias personas de avanzada edad. Luego mi abuelita intento recordarles lo que nos habían prometido, otra trabajadora nos dijo que sí que nos podían abrir otro salón en unos minutos pero que no lo iba a hacer porque habíamos sido “groseros” (cuando les habíamos dicho que no podíamos esperar tanto). Al final decidimos irnos a un sitio donde sí sepan tratar a los clientes y no vayan asegurando cosas para luego dejarnos tirados en un día...