Son muy numerosas las reseñas expresando malestar por el trato recibido y la desproporción absoluta entre la mediocre, y muchas veces baja, calidad de los productos respecto a la contraprestación “$” establecida en la carta en este establecimiento
Además, las reseñas tienen de común denominador “achar menos” (en luso) a los anteriores regentes del negocio, sin parangón. G, C, y su plantilla, conocidos y más que respetados como personas y como profesionales de la restauración.
Pero amigos/as/ues, de donde no hay…, y ahora nos toca lidiar con Mr. J, que por la forma de dirigirse a la clientela no sabemos si proviene de nacimiento de los fogones reales de los Orange, Borgoña, Braganza… o si seguimos indagando y decimos lo que pensamos…mejor lo dejamos aquí.
Lo cierto es que han incorporado al negocio, y por lo tanto al barrio, lo siguiente:
Desfile y espectáculo; sí amigos, mejor que los de Florida Park, Joy Eslava o Gabana. Desfile, ya que el personal entra y sale con más garbo que en una pasarela de moda…por horas, días, ya por semanas no llegamos a verles, es demasiado tiempo. En un mes, pasan por ahí de 5, a 10, ó 15 camareros. Llevamos ya…lo incontable e indecible. Respecto al espectáculo puede ser espontáneo y “outdoor o indoor", triste y lamentablemente. Estás en la barra o en la terraza y de repente empiezas a escuchar chillidos, golpes en una mesa, voces altas, palabras mayores, “eres un/una/une inútil, no sirves para nada, no sé qué xxxx haces aquí que todavía no te has ido, vete ya…etc., ves como al personal increpado se les hacen los ojos agua, la mayoría se refugian en su impotencia y profundo dolor y exhiben cum laude actitud de estar a la altura de esta indeseable situación mientras que otros, agotados de la pesada losa que arrastran hasta ese momento, deciden hacerle frente ipso facto saliendo del bar con su mochila para no volver. En los últimos 2 meses varios de nosotros hemos presenciado 3 espectáculos. Lo que no habremos visto, virgencita !!!
Es inhumano y vergonzoso que este personaje se dirija así al personal, sin nada de tacto con todos los clientes que están allí y aún menos tacto con los camareros. Luego hablas con algunos de ellos y todos te dicen lo mismo, menudo calvario es trabajar ahí. El único de la efímera plantilla con pasaporte y licencia 007, “entra, sale, vuelve a entrar y vuelve a salir, otra vez entra y otra vez sale”, etc., es Jürgen (en alemán) personaje de Arniches o Ibáñez, elemento desconocido en toda tabla química de valencias y gran conocido de Mr J. A éste, más de un comensal se ha levantado varias veces quejándose de su actitud, estado emocional, grosería y libertinaje en su trato con los clientes. Espécimen no catalogado salvo por los catarros con afección nasal. Aquí lo dejamos. Innovación: Se hace notar en varios aspectos, a saber, Vinoteca: una de las técnicas que aplica es “refill & flush”, nueva corriente vitivinícola no de origen francesa, ni japonesa, ni "na de na". Para que nos enteremos, “relleno, enjuago, vuelvo a rellenar y a enjuagar” y tiro porque me toca. Hay que ser ...para hacer esto, tal y como hemos visto in situ en ocasiones cuando hay muy poca clientela y saca una garrafa gris de considerable volumen, trae las botellas de distintas marcas que están en el botellero del cual sirve por copas, y… zas, relleno que te crió al canto. Le vemos como vuelve a taponar las 4 ó 5 botellas y las coloca de nuevo en la cava pequeña encima del mostrador interior como si no pasara nada. Un artista y maestro del “bait & switch” (gato por liebre). Nos separamos en grupos, pedimos distintos vinos…y bingo!!!, con sabor a sorpresa.
Comida: Hemos visto casos en los que una mesa le devolvió todos los platos de carne y le dijeron que no se los iban a pagar, raciones de zamburiñas quemadas, calamares a la plancha carbonizados, los boquerones flácidos, deshechos y triturados. Pero no creáis que por estas situaciones media disculpa alguna por boca de Mr. J. Qué pena, penita pena, amigos.
Amigos, a 21 de Abril 2024, no ha cambiado...
Read moreEDITO RESEÑA: 02/06/2024: Tras la reseña del dia 25/05 le dimos una nueva oportunidad al restaurante arriesgandonos a celebrar una comida familiar... en qué hora... fue todo un despropósito: Nunca tienen para pedir el arroz, siempre hay alguna excusa para no hacerlo (si no lo vais a servir, quitadlo de la carta) Pedimos un vino que por supuesto no habia pero nos lo dijeron como a los 15 minutos de haberlo pedido, pedimos otro... sorpresa! tampoco lo tienen... (repito, si no teneis quitadlo de la carta). Al final bebimos basicamente el que habia. Los entrantes... tardaron todo lo que quisieron y más... pedimos berberechos, tampoco había... las zamburiñas tuvimos que pedirlas 3 veces y llegaron casi crudas... eso si, las alitas, la oreja y las bravas bastante bueno. Llegamos al principal, unos pedimos solomillos, uno vino con un olor a podrido que por supuesto nos sustituyeron (al final estaban bastante buenos de sabor pero muy pasados, lo debieron de tener que pasar 3 veces porque con lo que tardan se quedarían fríos... eso sí, a un precio como si fuese un estrella Michelin, que sinceramente, no lo vale. Otras personas querían cachopo... al cabo de la hora y cuarto nos dicen que tampoco hay cachopo, esto ya nos pareció de broma, si no hay dínoslo antes, no cuando ya habíamos acabado los solomillos... Otros pidieron el bacalao brigantino que ya habíamos probado la vez anterior y lo recomendamos porque nos gustó... pues en que hora.... soso, aguado, como si fuera descongelado... otro despropósito, que por supuesto no nos cobraron y menos mal. Nos volvió a tocar el camarero Andrés que el pobre no tiene la culpa pero es la cara visible y el que se lleva las broncas... Lo solucionó todo como buenamente pudo y de muy buenas maneras. No así el dueño que andaba por alli, le dijimos la situación y le faltó poco mas que hacernos un corte de mangas, se metió para dentro y nos ignoró completamente. Al final no les quedó más remedio que "solucionarlo" invitándonos a los postres, cafés y alguna copa, pero vamos, nos fuimos descontentos y con hambre. Resumen... es un bar de tapas, sin mas, con unas pretensiones que no cumplen. Para unas alitas y unas bravas, bien porque además tiene una situación privilegiada y mas si llevas niños, pero para comer "bien"... ni se te ocurra, calidad-precio cero. 25/05/2024: Empezamos un poco flojos con comida que pedimos de la carta y luego no tenían, pero después Andrés (el camarero), con pocos días trabajando en el restaurante ha sabido solucionar los problemas y hemos remontado, acabando muy bien el día, y por ello, volvemos a valorar positivamente el sitio, seguramente volveremos de nuevo....
Read moreActualizo, en respuesta al propietario. No tengo ninguna necesidad de mentir, se cobró 4 euros por el pincho y no me pusieron aperitivo con el doble. Le invito a leer otras de mis reseñas donde intento ser fiel a la realidad que vivo en cada servicio y experiencia gastronómica. Quizás el camarero que me atendió, muy amable, por cierto, y no como usted y su comentario desafortunado, pudo equivocarse. Actualizo a una estrella por su grosería y falta de profesionalidad. Las críticas, tanto buenas como malas, debería saber acatarlas y ser educado con sus clientes. Es muy probable que en estos detalles esté la diferencia del éxito que le separa a usted y a su local de los negocios convecinos, los cuales elijo como una opción preferente a la suya y a sus 3.9 estrellas. Un saludo.
RESEÑA ANTIGUA:
Hacía un solecito buenísimo y me senté a tomarme una cerveza y un pincho. Era casera. Lo pregunté porque en las reseñas no vi ningún pincho de tortilla e igual estaba cometiendo un error. Por eso pongo la reseña, para que la gente no se asuste. No fue el pincho de mi vida, pero estaba bueno. A mi me suele gustar más estilo betanzos, pero gustos colores. Estaba bueno, que es lo importante y cumplió mi deseo. El precio no me pareció muy allá. El del pincho fue de 4 euros, algo elevado para mi gusto, teniendo en cuenta la zona y la calidad de del mismo. Los mejores pinchos de Madrid son más baratos. La cerveza 3,7 € y ningún aperitivo, ni unas olivas ni nada más. En el centro hay dobles en sitios muy muy dignos por 3 €, me parece elevado para ser un bar de barrio. El personal,...
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