Madrid Planetarium

💵 Visita gratuita. El precio de las proyecciones es de 1,65€ (niños de 2-14 años y mayores de 65 años) y 3,60€ (mayores de 14 años y hasta los 65) ⭐ Muy recomendable (sobre todo para visitas con niños)

El Planetario es el lugar por antonomasia en la ciudad de Madrid para conocer más acerca de la astronomía, de las galaxias, de los planetas y, en definitiva, de todo aquello que se encuentra sobre nuestras cabezas en todo momento de nuestra existencia.

Se encuentra ubicado dentro del Parque Tierno Galván, que se encuentra muy bien comunicado tanto en transporte público como en coche. En transporte público se puede llegar hasta la estación de Metro o Cercanías de Méndez Álvaro, ubicadas a unos 400-500 metros, que se pueden recorrer a pie en unos 7 u 8 minutos. Si se opta por el Cercanías, la mejor opción es salir a la calle por la Estación Sur de Autobuses y subir a pie el tramo restante de la Avenida del Planetario. Del Metro de Méndez Álvaro se sale en la calle del mismo nombre y se llega andando por la mencionada avenida. Igualmente, existe una parada de Metro denominada Planetario, ubicada en pleno barrio de Arganzuela, que pese al nombre se encuentra ubicada un poco más retirada que las mencionadas anteriormente.

En cuanto al acceso en vehículo privado, su cercanía a la M30, a la estación de Atocha y a la ya mencionada calle de Méndez Álvaro hace que el acceso al planetario en este medio sea muy sencillo. Un amplio espacio de aparcamiento muy cercano a la entrada principal, así como en las calles cercanas (todas ellas con parquímetro, por lo que habrá que estar pendiente del día y la hora de la visita para evitar disgustos) hacen que el aparcamiento no resulte complicado en la zona.

Una vez que llegamos al final de la cuesta ascendente que nos lleva hasta el mismo planetario, que desemboca en la explanada con escaleras que da acceso al edificio, y a cuya derecha se encuentra el monumento dedicado al alcalde Tierno Galván, lo primero que nos recibe es el color blanco metalizado de la esfera que recubre el edificio, el cual refleja los rayos de sol durante el día.

Actualmente existe un acceso provisional a la izquierda de la esfera, pues el principal (a través de la pasarela metálica) se encuentra en obras. Una vez dentro del edificio diseñado por Joaquín Mañoso Valderrama, en la planta principal nos recibe un amplio corredor que rodea la sala de proyecciones ubicada bajo la esfera blanca. En el lado derecho del corredor existe un pequeño espacio con asientos y una pantalla en la que se proyectan cintas de temática astronómica. Rodeando este espacio se han colocado fotografías de gran tamaño y resolución con espectaculares tomas de, entre otras, la galaxia de Andrómeda o la Vía Láctea. Continuando con la visita por el corredor se llega hasta una réplica del satélite Hispasat y de una pequeña estación espacial. Más adelante encontramos la taquilla y un busto de Yuri Gagarin, el primer humano en alcanzar el espacio exterior. Y junto al espacio donde se ubica el busto y la taquilla, existe una pequeña sala donde se instalan exposiciones temporales (en el momento de nuestra visita había una dedicada a los corales marinos). Junto a esta pequeña sala se encuentra la entrada a la sala de proyecciones.

En ella se proyectan películas de la temática propia del planetario tanto para público infantil como adulto. En nuestro caso vimos ‘El cielo de Chloe’, una cinta de animación que explica a los más pequeños en la pantalla abovedada de la sala, entre otras cosas, los ciclos lunares, las constelaciones y los planetas.

Frente a la puerta de la sala y detrás del busto de Yuri Gagarin una escalera conduce a un piso inferior, que alberga una sala para talleres y una exposición, no muy extensa pero sí bastante completa, que contiene desde restos fósiles de animales de pequeño y gran tamaño, pasando por diversos experimentos que tratan sobre cómo incide la luz en diferentes materiales o cómo la luz del sol (o la ausencia de ella) repercute en la temperatura que se recibe en la tierra, y finalizando por un gran bloque de hielo.