The food was just okay, but the service was horrible. The waitstaff may not have been rude, but the overall experience was a disaster. We had to wait an unacceptably long time, and it was clear that customer management was nonexistent.
We ordered multiple dishes, expecting them to arrive together so we could enjoy our meal as a group. Instead, each dish was brought out one by one, with long, frustrating delays in between. They served my dishes first and finished with my partner’s, which meant we couldn’t even eat together! It’s completely ridiculous—if you go to a restaurant, it’s to enjoy a meal together, not to sit there watching each other eat. This kind of service is completely unacceptable, and it ruined the flow of the entire meal.
On top of that, my partner ordered a 52-piece Freestyle Combo because he was very hungry, and it was a huge disappointment. The portions were shockingly small for the price, and he left the restaurant still hungry—except for our wallets, which were significantly lighter!
After checking the reviews, I realized this is a recurring issue. The restaurant keeps saying they’ll improve, but clearly, they haven’t done anything to fix the problem. It’s one thing to promise changes, but it’s another to actually follow through. Until they do, I can’t...
Read moreSiento mucho tener que poner esta reseña habiendo trabajado en restauración y viendo que la gran mayoría son buenas, pero no puedo pasar por alto lo que hemos vivido mi familia y yo a la hora de comer en el día de hoy. Hemos llegado a las 14:30 habiendo reservado mesa a las 14:45. La mesa ya estaba preparada y no había mucha gente en el restaurante (unas 4 mesas contando la nuestra), así que pensaba que iba a ser una comida post-cine rápida y sencilla, pero esto es lo que hemos vivido.
Han tardado unos 20 minutos en preguntarnos por la bebida y pedirnos de comer: unos 7 rollos de sushi y de entrantes unos fideos y unos bocados de salmón rebozado en tempura, todo eso para 5 personas. Algo modesto, pero la camarera nos sugirió pedir algo más si nos quedábamos con hambre. A las 15:30 de reloj solo nos habían traído a la mesa los entrantes y 3 rollos. En el restaurante había cantidad de servicio trabajando y no había mucha gente sentada, así que no puedo justificar su lentitud de ninguna forma. Al darnos cuenta de esto y de que todavía teníamos (mucha) hambre, nos decidimos a pedir 2 rollos más. El camarero (muy amable) nos dice que la cocina justo acababa de cerrar y no nos los pueden hacer. Habiendo trabajado en el sector entiendo que el cierre de la cocina es quasi-sagrado para clientes recién llegados al local, pero no puede ser que te digan esto cuando no nos ha llegado ni la mitad de la comida y llevamos sentados una hora con hambre en la mesa. El resto de rollos nos los sirvieron con más celeridad, pero terminamos saliendo por la puerta a las 16:00, justo a la hora de cierre (y no por comer despacio precisamente).
En cuanto a la comida en general bien. He de decir que no soy un fanático de que te enciendan un fuego delante de tí cuando estás comiendo (y que lo llamen flambeado cuando la llama no toca el sushi en ningún momento) o que destapen una campana de cristal llena de humo delante tuya haciéndote toser en la mesa. Personalmente no me gusta que una comida en familia de domingo se convierta en un espectáculo para el resto de comensales en el local, pero sabíamos donde íbamos y el sushi estaba bien.
Lo dicho: la comida bien, el ambiente bien (salvo gente maleducada que se quita los zapatos cuando está comiendo en un restaurante, pero qué le vas a hacer...), se estaba fresco dentro y como ya he dicho los camareros muy amables, pero no puedo dar una reseña positiva habiendo tardado una hora y media en comer y habernos negado pedir más comida cuando llevábamos una hora sentados en la mesa. He notado una falta de empatía por el cliente gravísima. Espero que no sea lo habitual y que no tengan que atender a más de 4 mesas a la vez. No volveremos, pero espero que mejoren la velocidad de su servicio para la gente...
Read moreProbamos por primera vez Sibuya, y desde el primer momento, la experiencia fue increíble. Solo al entrar, el recibimiento fue cálido y muy atento. Nos asignaron una mesa y Aitor, nuestro camarero, nos acompañó durante toda la velada. El local tiene un estilo japonés moderno, muy cuidado, con una decoración preciosa, sillas cómodas, y una vajilla de calidad que destaca. La carta es fácil de leer, con precios claros y, sobre todo, justos para la calidad de la comida.
Como era nuestra primera vez, preferimos no lanzarnos a elegir al azar, así que le pedimos consejo a Aitor. Con su simpatía, sonrisa y excelente atención, nos ayudó a escoger 8 platos para compartir entre los dos. ¡Acertó de lleno! Parecía que nos conocía de toda la vida, ya que logró captar nuestros gustos a la perfección. Nos recomendó platos que iban desde un sushi delicioso hasta un bao de cangrejo espectacular. La comida fue simplemente fantástica. Se nota el cariño que le ponen en cocina, y eso merece un aplauso.
La carta es extensa, pero eso es un punto a favor, porque si todo está al nivel de lo que probamos ese día, ¡nos queda mucho por disfrutar!
Además de la comida, hay detalles que hacen la experiencia aún más especial, como cuando te flambean los platos en la mesa o te sirven comida con una tapa llena de humo con aroma a naranja. Todo súper instagrameable.
Para el postre, nos dejamos llevar y pedimos la cheesecake, y fue todo un acierto: calentita, con mermelada de arándanos, y el queso en su punto perfecto, ni muy sólido ni demasiado líquido.
Definitivamente volveremos, 100% seguro. Por la calidad humana, la calidad de la comida y lo ajustado del precio, merece repetir.
Un abrazo fuerte a todo el equipo de Sibuya, y en especial a Aitor. ¡Nos vemos...
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