JINGU BBQ — Restaurant in Pamplona

Lo pasamos muy bien, nos gustó mucho la comida, estaba todo muy bueno y es una buena experiencia. A penas tuvimos que esperar para que nos trajeran los platos, el restaurante es súper chulo y buen ambiente.

La atención por parte de los dos camareros chicos jóvenes fue genial, majísimos, nos explicaron todo muy bien y se notaba que querían que disfrutáramos la cena y el momento. Por el contrario, lo único que no nos gustó fue la atención por parte de la mujer que suele estar en la entrada, nos transmitía presión para acabar de cenar rápido e irnos enseguida porque querían la mesa libre, a pesar de que llevábamos poco rato y habiendo pagado lo que cuesta queríamos aprovecharlo. Cuando estábamos haciendo nuestra carne y cenando tranquilamente, se acercó y nos echó en la parrilla el resto de carne que teníamos sobre la mesa, sin preguntar, y mezclando carnes de diferentes sabores (afrutado y al ajillo), por lo que no nos gustó.

Seguimos cenando, y sin nosotros pedirlo se acercó otra chica y nos apagó la parrilla sin preguntar.

En general eso fue lo único que no nos gustó, ya que teniendo este tipo de restaurante hay que entender que los clientes tardarán en comer lo que ellos quieran, ya que es un buffet libre (nosotros ni siquiera tardamos), y no se come cómodo si uno siente que le...

Loved it. Pleasant atmosphere, food is fresh. Service is really attentive. We tried pretty much everything and left more than satisfied. There is a large choice of drinks from Korea to China, and an awful lot of sauces and complimentary pickles you can have aside (wakame-kimchi-peanut...delicious!). The only thing I have to point out is that you will be going home with all the smells form cooking the BBQ at you own...

Hemos ido a probar esta barbacoa coreana y la experiencia, siendo honestos, ha dejado mucho que desear. Pagamos 63 € por dos personas, lo cual sería asumible si la calidad y el ambiente lo justificaran… pero no fue el caso.

La carne era normalita, sin destacar, y el precio de unos 30 € por cabeza se hace caro para lo que ofrecen. El sistema de extracción no funciona del todo bien: sales con la ropa oliendo a humo. Dentro hacía bastante calor, y aunque el aire acondicionado estaba encendido, no llegaba a refrescar. Para rematar, se fue la luz tres veces durante la comida, lo que afectó al extractor y a la barbacoa.

Además, el camarero nos explicó que las salsas eran opcionales, pero luego nos las cobraron como si fueran obligatorias (1 € extra). No es por el euro, es por cómo se comunicó: si algo se cobra, se dice claro.

Pero lo peor fue al salir: una persona que parecía personal del local salió por la misma puerta que los clientes y, a tres pasos de nosotros, escupió un gran escupitajo al suelo con total normalidad. Independientemente de costumbres, ver eso justo al salir de comer deja muy mal sabor de boca. Si eso lo hacen delante de los clientes, no quiero imaginar lo que pasa...