Me sabe realmente mal escribir esta reseña porque hasta el momento es la primera mala que les voy a poner, pero también la última porque no me pillan más, y desde luego no puedo recomendárselo a nadie más. Si bien no había tenido nunca quejas, esta vez en honor a la verdad, la experiencia ha sido lamentable. Desde que me he sentado hasta q nos han atendido más de 45 minutos. Sentándose una mesa con más personas más tarde, fue atendida antes, y claro , ante eso, el plato fuerte , se agotó. El señor de la mesa de al lado en las mismas circunstancias que las nuestras también se quejó. La opción que nos dieron de segundo, fue mínima, escasa y bastante que desear. Si a ello lo sumamos el pelito q se encontró mi acompañante en el plato, y que nos cobraron más precio del menú porque aunque mi plato fue de carta, tenía un precio más bajo que el propio menú, pero a la hora de cobrar, al menú le quitaron el pan ( q venía incluido) y se lo metieron a mi plato, y mi infusión, se la metieron al menú… con lo cual , el menú salió más caro, y mi plato tambien porque me están cobrando un pan que no era mío sino del menú, y la infusión se la cargaron al menú, que no era del menú. Y no protestes porque encima te dicen que lo sienten pero que no pueden hacer otra cosa. Si tenía dos horas para volver al trabajo, el resultado fue que comí en los últimos 20 minutos porque tardaron exactamente en traer el primer plato 55 minutos desde q nos sentamos. Y el segundo tardó otros 25. Q pena porque el local es muy bonito y en sus principios se comía muy bien y con una atención exquisita. Creo q abarcan más de lo que pueden y están perdiendo calidad y atención al cliente. Una pena. Y cuando comento a mis conocidos lo que me ha pasado , la pregunta fue la misma.. pero como se te ocurre ? Si cada vez trabajan peor.!!!! Las camareras parecen estar saturadas y me imagino que por eso ya no pueden ser amables y tampoco pueden dar más soluciones, si cocina no tiene género suficiente para cubrir lo que ofrencen en el menú y estarán hartas de las quejas de los clientes. Yo también sería desagradable comiéndome marrones que creo que corresponden más a la gestión del local que al personal q sirve las mesas. Desde luego, sintiéndolo mucho yo no lo...
Read moreImportante: si pensamos ir a comer a este lugar en días de frío: reservar con antelación, o con suerte se os asignarán una de las mesas de la entrada al lado de la puerta, en donde no sólo la ergonomía de las sillas nos recordará a las películas de tortura medieval, si no que además la apertura constante de la puerta, pondrá el toque de frío deseable en cualquier comida. Ojo con las aristas inferiores de esas sillas de metal, sobre todo si vais con niños, pueden cortarse facilmente si le echan una mano sin querer, las rebabas de metal no fueron limadas y son altamente cortantes, es una invitación al "true unwanted experience" de ambiente industrial que muestra el local.
Los camareros muy atentos y educados. Si os dejasteis llevar por las sugerencias de opciones vegetarianas que aparecen en google, muy poco hay en la carta que pueda satisfaceros, pero al menos algo si hay.
El menú sin ser abundante es suficiente, pero la espera entre platos quizás demasiado larga. Las costillas estaban como hechas de hace horas, algo duras y el acompañamiento (unas patatas) escaso, el postre esta vez en formato degustación, pero estaba rico.
El frío que pasamos al lado de la puerta fue sin duda fue la peor nota, pero la comida tampoco hizo olvidarnos de esta circunstancia. Lo dicho, reservar antes de ir y así podréis sentaros en sillas más cómodas del fondo y sobre todo lejos...
Read moreVery courteous and accommodating staff, serving unpretentiously creative dishes whilst using fresh local ingredients -yes, food tastes amazingly good and the prices of fixed menus are unbeatable. Particularly this place is really quiet, with locals having soothing conversations. A haven of peace considering the hectic lunch scene...
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