Escribo ésto, después de unos días, para ver la situación con más perspectiva y tranquilidad. El sábado 12 de julio, cometí 2 errores imperdonables.
Dos parejas nos disponíamos a conocer, ilusionados, un restaurante que mi amiga había encontrado en internet y que a mi, me había recomendado un cliente habitual. Ella había cancelado un compromiso al enterarse de que había reservado una mesa para ese sábado.
Entramos a las 22:35 en el local, 5 minutos tarde. La persona que se encontraba a cargo de la sala, nos miró “bastante seria”. Le di las buenas noches y manifesté que teníamos una Reserva para las 22:30. Me contestó, sin más, que no y me mostró su móvil para confirmarlo. Yo insistí, segura de que había efectuado tal reserva, en que teníamos la confirmación en el mail pero que la persona que lo tenía estaba aparcando el coche. Era cuestión de esperarle. Ella, visiblemente molesta, también insistió en su negativa mostrándome de nuevo su agenda. Había, en ese momento, sólo 2 mesas ocupadas y pregunté si podían atendernos. Me contestó que la cocina estaba cerrada. Ante lo violento de la situación, decidimos salir fuera a esperar que llegara la persona que faltaba y su móvil.
Comentando, ya fuera, que quizás hubiese una equivocación con las fechas y asombrados por el trato recibido, ella salió, de repente, y dirigiéndose a mi, con un tono..... dijo: !!Te has equivocado, la reserva es para la semana que viene!! Mi primer y terrible error. Mi amiga, que es médico, y está acostumbrada a fallos en las agendas, intentó disculparse por la equivocación con un tono muy conciliador. Ella le respondió, ….........., que a ella no tenía que pedirle disculpas. Ante la subida de tono de la “conversación”, convertida ya en discusión, y considerando que “la calle” no es el mejor lugar para resolver ningún problema con unos clientes, le pedí que cancelara la Reserva del siguiente fin de semana y acabar con esa terrible escena. Ella volvió al interior del Restaurante y pocos minutos después y por mail, recibí la cancelación solicitada.
El segundo error fue no preguntar el nombre de la persona con la que “hablamos” y poder dirigirle éstas letras.
No puedo evaluar la comida pero sí la atención recibida. Lamento, francamente, lo ocurrido y todos sentimos no haberos conocido en otras circunstancias. Una simple sonrisa...
Read moreWe were pleasantly surprised to find this wonderful restaurant very close to our home. Chef Suzuki brings his life experiences in Tokyo and Bangkok together in his seasonal cuisine. He combines the flavors of the mountains and sea of Spain with the delicate and fresh cooking techniques of Asia. The seasoning and presentation are incomparably beautiful. My three favorite dishes are the Ocean Farm (Iberian pork jowl + boneless pork knuckle, delicate eel decoration, with teriyaki sauce), Galician crab meat puree with coconut soup with smoked butter, and sushi-like yellowtail rice cake. This is a very young restaurant, the service and interior decoration are lovely and beautiful, I am sure that it will be on the Michelin list in the near future.
Fue una gran sorpresa encontrar este gran restaurante tan cerca de nuestra casa. El chef Suzuki combina en su cocina de temporada sus experiencias de vida en Tokio y Bangkok. Combina las delicadas y refrescantes técnicas de la cocina asiática con las delicias de las montañas y mares españoles, con una belleza inigualable en sazón y presentación. Mis tres platos favoritos son Ocean Farm (mentón de cerdo ibérico + codillo de cerdo deshuesado, anguila exquisitamente decorada, servida con salsa teriyaki), puré de carne de cangrejo gallego y sopa de coco con mantequilla ahumada y pastel de arroz con pescado tipo sushi. Este es un restaurante muy joven con un servicio y una decoración interior encantadores, y estoy seguro de que estará en la lista Michelin en un...
Read moreHay ocasiones en las que un restaurante te sorprende, y esta es una de ellas: por la atención, la amabilidad y por unos platos sencillamente fantásticos. Reserva para 4 personas, dos de ellas con intolerancias. Una persona celíaca de la que habíamos avisado en nuestra reserva y otra con intolerancia a la lactosa que olvidamos por completo comunicar. En estos casos es cuando un restaurante demuestra su buen hacer y su atención al cliente. Porque adaptar el menú (corto) a intolerantes al gluten ya se avisa en la página web de que es posible hacerlo con antelación (no lo es en el largo), pero adaptarlo a un intolerante a la lactosa sin que este haya avisado, y hacerlo bien, es una prueba de que tanto el personal de cocina como el de sala saben lo que se juegan, y lo demostraron con creces. La comida, cada plato, exquisita. Bien presentada, con gusto, sorprendente, original, sabrosa, deliciosa. Fantástica. Un festival de sabores, de texturas, de matices. Una experiencia sorprendente en un local recién abierto del que no habíamos tenido noticia y que descubrimos por casualidad. Desde el entrante hasta el postre no dejamos de sorprendernos en cada uno de los platos. Una de las comidas más divertidas que hemos disfrutado (dis-fru-ta-do) de principio a fin. Y no os dejéis llevar por las primeras impresiones, el menú corto sólo tiene de corto el nombre, porque te levantas de la mesa satisfecho y, sobre...
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