Restaurante MONTIA — Restaurant in San Lorenzo de El Escorial

Hace unos pocos días estuvimos comiendo en MONTIA y fue una experiencia fabulosa. La comida es excepcional, merecedora de la estrella michelin que ostenta el restaurante. RECOMIENDO MONTÍA A TODO EL MUNDO. Escribo esta reseña simplemente para opinar sobre el maravilloso mundo el vino. Como digo, es una opinión personal, como consideración a mi modo de ver, del tema del vino. Llevo frecuentando restaurantes michelin desde el 2008. En este restaurante no tienen carta de vino, porque apuestan por el maridaje y por vinos singulares. Me parece una elección fabulosa y que sigan con esta idea a tope, pero doy mi opinión. En mi caso, soy muy abierto a probar cosas nuevas, diferentes vinos y estoy abierto a todo, pero a veces, por las circunstancias que sean, en ocasiones puntuales, de ese mismo día por ejemplo, no me apetece maridaje. Ese día no queríamos maridaje. El sumiller del restaurante (muy atento y profesional), nos dice que no tienen carta de vino, que cúal son nuestros gustos. Aquí empieza el lio.... pues mis gustos son muy variados, puede que me cuadre un Macabeo del Penedes, un tempranillo de Toro, a veces me han encantado los Godellos de Valdeorras, la uva Albarin del norte de León, un Verdejo de Rueda con barrica... y asi le puedo estar hablando 30 minutos, lo cual creo que no procede... si viéramos alguna carta, de acuerdo a la bodega, uva, región y precio, pues puede que me apetezca una cosa u otra. Este es el primer problema al no tener carta de vino, pero bueno, como no hay carta de vino y no queremos maridaje (y tenemos opción de no hacerlo), el sumiller nos dice, como ya he comentado, ¿que que nos apetece?... aquí viene el segundo problema... Le decimos que un tinto tipo Ribera del Duero, crianza y le decimos el margen de precio, y le preguntamos ¿que tienen en el restaurante?. El sumiller muy profesional, no nos puede decir todas las referencias que tienen en el restaurante (BOdega, uva, precio...) sería una locura por el mismo motivo por el cual yo no le puedo decir todos los gustos. Nos dice que ahora nos trae algo en relación a lo que le hemos dicho... Viene otro problema. Nos trae dos botellas, dos opciones, dos alternativas... 1 Garnacha de Zamora y 1 Merlot de Burgos. Bueno... puede que sea lo más parecido a un tempranillo de Ribera del Duero que tengan, lo desconozco... y teníamos que elegir... creo no debemos estar 15 minutos eligiendo el vino, entiendo que ni debemos y tampoco les sentaría bien. El sumiller nos dice que si no nos gusta no hay problema con cambiarlo. Bueno... elegimos el Merlot, que dentro de las dos opciones era lo que más nos cuadraba y bien, optamos por quedarnos con la botella, lo cual me parece lo correcto, y no andar con el circo de decir que no nos gusta, al igual que cuando eliges algo en carta y te gusta más o menos y te la bebes sin problema . El vino nos gusto. Me hubiera encantado tener muchas más opciones, pero creo que no procedía como he dicho (no le vamos hacer que traiga 10 opciones). Consideraciones personales al respecto, y digo personales, porque como he dicho me parece genial que apuesten por estas propuestas: ¿Porque no tienen una carta de vino?...¿..? Aunque sea un carta dinámica con 20-30 referencias, o las que consideren, no tiene que ser la carta del Celler de Can Roca. Como dice su filosofía, que metan pequeños productores, vinos ancestrales, sin filtrar y que la carta vaya variando según lo que les entra (cómo nos dijo el sumiller), pero ahí ya ves cosas, bodegas, denominaciones de origen, precios.... y luego a mayores que te digan que tienen otras muchas cosas para opciones de maridaje o como lo quieran contar. Como digo, es una opinión personal... RECOMIENDO MONTIA A TODO EL MUNDO... pero quería dar mi opinión sobre el vino. Quería que la experiencia fuera de 10, que lo fue, pero no quería pagar 146 euros de maridaje para dos personas y queríamos beber lo que nosotros quisiéramos, y en este caso no pudo ser por todo lo que he explicado. Un saludo...

Montia, run by chef Dani Ochoa, offers a "naturalistic" take on haute cuisine and has had a Michelin star since 2014. They offer two tasting menus: a long one (€100) and an extra long one (€115). The latter adds two tripe dishes, which are delicious and supposedly the best in the Madrid area. Many of the ingredients are seasonal and locally sourced, so the specific dishes change regularly. In our case, there was a strong presence of mushrooms, even in the desserts. Some elaborations felt more refined than usual for a one-star restaurant, which may suggest they're going for the second star. My favorites were the deconstructed egg with a champignon demi-glaze and trout roe as well as the beetroot dessert with crunchy kale. The interior is beautiful and excudes a rustic charm, with clay walls and lots of wood, a chimney in the interior dining room and two massive trees on the glass-covered terrace, where we had the pleasure to spend the 3+ hours of our lunch. A...

Ha sido nuestra primera vez en un restaurante con estrella Michelin (100 € por comensal), con ocasión de la celebración en pareja de una fecha señalada, y la verdad es que nos llevamos la sensación de que como experiencia culinaria no compensa lo que cuesta. Nada más entrar ya se nota que uno está en un establecimiento singular: para pasar al comedor se atraviesa la cocina, que es abierta. El local es muy acogedor, con predominio de superficies lisas, cemento, madera y vidrio. En el interior, la presencia de un pozo y un árbol al que abraza el techo, y las sillas, con tapizado de pieles animales en bruto, completan el aspecto orgánico del conjunto. El servicio es atento y está bien coordinado: aparte del chef, que va asesorando a lo largo de la comida (en nuestro caso nos orientó con los vinos), van sirviendo y explicando los platos los distintos cocineros, lo que pone el foco en el trabajo del equipo y aporta un toque de cercanía al cliente. En cuanto al menú en sí, lo cierto es que es coherente con ese concepto orgánico y de producto de cercanía que se respira desde la entrada, pero para nuestro gusto, no cumple con éxito las altas expectativas creadas: a pesar de una presentación sobresaliente (los distintos recipientes y la cubertería son un auténtico espectáculo, con mención especial para el "bol-seta" y la cuchara nacarada para la ostra), sólo hubo un plato que nos pareció realmente exquisito, que precisamente fue el más clásico de todos, el cochinillo, y si acaso, de los postres, la torrija de trufa y boletus. El resto mantuvo un nivel de sabor bastante plano; el escabeche de lengua de ternera o el flan de queso con bechamel y polvo de lombarda nos resultaron combinaciones especialmente poco acertadas. Por así decirlo, el "efecto wow" que esperábamos fuera una constante a lo largo de la velada apenas asomó en un par de ocasiones, y cuando lo hizo, no fue por la comida. En definitiva, el de Montia nos parece un proyecto gastronómico honesto y ejecutado con cariño y esmero, pero que en nuestro caso, ya sea por nuestro gusto particular o quizá por el poco acierto con la propuesta concreta de esta temporada, no ha sido la experiencia para repetir y recomendar que esperábamos encontrarnos. Gracias en cualquier caso por...